Por Barry Grey
20 de junio 2011
Un informe publicado el viernes por el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos en materia de empleo estatales y regionales durante mayo ofrece nueva evidencia de que la depresión se está acelerando y la crisis del empleo en Estados Unidos está empeorando.
La Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo informó que 27 de los 50 estados registraron un descenso neto en sus nóminas no agrícolas en comparación con el mes de abril. Las mayores pérdidas se produjeron en California (29.200), Nueva York (24.700) y Pennsylvania (14.200).
Otros estados con una disminución particularmente grande de la nómina eran Michigan (13.400) y Maryland (13.300).
Menos de la mitad de los estados (24) reportaron una disminución en sus tasas oficiales de desempleo. Las tasas aumentaron en 13 estados y en Washington DC, y se mantuvieron en otros 13 estados.
Estas cifras son significativamente peores que las de abril, cuando 42 estados ganaron puestos de trabajo y 39 reportaron caída de las tasas de desempleo.
Esta nueva evidencia estadística de que la depresión de tres años y medio se está profundizando corrobora una serie de informes de las dos últimas semanas que apuntan a un crecimiento del desempleo. El informe de empleo del gobierno nacional de mayo, publicado el 3 de junio, mostró un colapso en la creación de empleo, con el ritmo de crecimiento de las nóminas a su ritmo más bajo en ocho meses y con un desempleo de larga duración que permanecen en niveles casi sin precedentes. La tasa oficial de desempleo nacional subió 0.2 puntos porcentuales, al 9.1%.
El mes pasado el Departamento de Comercio confirmó un informe anterior de que la economía norteamericana había crecido sólo un 1.8% en los tres primeros meses de este año, una fuerte desaceleración respecto al ritmo del 3.1% anual que tenía en el cuarto trimestre de 2010.
El informe del viernes mostró que la desaceleración está afectando a amplios sectores del país. Nevada sigue teniendo la tasa más alta de desempleo, con un 12.1%, seguido de California (11.7%) y Rhode Island (10.9%). 28 estados reportaron tasas de desempleo de 8.0% o más y 19 tenían tasas de desempleo superiores al 9.0%.
El presidente Barack Obama ni siquiera se molestó en comentar públicamente el desastroso informe sobre empleo estado por estado. Después de la publicación del informe de empleo de mayo la Casa Blanca señaló a Wall Street que la administración no retrocederá en su rechazo a cualquier forma de contratación de funcionarios públicos o de realización de obras públicas para poner a trabajar a los desempleados. Ni tampoco habrá ninguna medida para aliviar a los millones de personas que pierden sus hogares y son arrojados a la pobreza como consecuencia de la crisis.
En cambio, en una reunión del Consejo de Competitividad, Obama se comprometió a llevar a cabo su promesa de eliminar las regulaciones empresariales y recortar miles de millones de dólares de déficit en los programas que son el núcleo duro social, tales como Medicare y Medicaid.
No hay ningún sector importante de la clase política, de ningún sector, que esté convocando a la elaboración de programas sociales para proveer puestos de trabajo y aliviar las dificultades económicas y sociales que afectan a un número cada vez mayor de personas. La élite empresarial-financiera se opone a estas medidas, de acuerdo a su determinación de utilizar el desempleo masivo como mecanismo de reducir los salarios y aumentar la explotación de la clase obrera, ejerciendo una dictadura de facto sobre la política del gobierno.
La semana pasada los bancos de la Reserva Federal de Nueva York y Filadelfia publicaron informes de junio indicando que la desaceleración empeora cada vez más. La FED de Nueva York dijo que su índice de condiciones empresariales cayó por debajo de cero por primera vez en siete meses, lo que refleja un grave deterioro de la actividad manufacturera en la región de Nueva York. El índice de la FED de Filadelfia cayó a menos 7.7, el nivel más bajo desde julio de 2009.
En ambos informes las proyecciones de los economistas quedaron equivocadas, pues habían pronosticado un leve descenso en el crecimiento y no la contracción real que ocurrió en ambas regiones. Los informes indican que la inesperada caída de 5.000 empleos en la manufactura, como lo indica el informe nacional de empleo de mayo no fue una casualidad o el resultado de las condiciones temporales relacionadas con el terremoto y el tsunami en Japón, sino más bien una señal de que la aceleración de la producción de los meses anteriores se colapsó.
Otros datos son consistentes con una crisis de desaceleración de la economía y la profundización de la crisis laboral. Por primera vez las solicitudes para beneficios de desempleo se redujeron ligeramente la semana pasada, pero se mantuvieron en 420.000, muy por encima de los niveles indicativos de un mercado laboral en recuperación. Un estudio de las pequeñas empresas publicado por la Federación Nacional de Negocios Independientes mostró que las empresas esperan recortar puestos de trabajo más que agregarlos. Un informe del Departamento de Trabajo mostró una disminución de los puestos de trabajo disponibles a finales de abril, en comparación con el mes anterior. En abril había aproximadamente 4.6 trabajadores desempleados por cada plaza de trabajo disponible.
El impacto social catastrófico de la crisis del empleo se ve subrayado por los informes sobre el desempleo entre los veteranos y los hombres en edad productiva. Se informó que los subsidios de desempleo para hombres y mujeres, sólo para militares, se han duplicado desde 2008. La tasa estimada de desempleo entre los veteranos masculinos en las edades de 18 a 24 años era superior al 30% en mayo.
Esto en cuanto a la relación supuestamente de alta estima en que la élite gobernante y la clase política tienen a aquellos a quienes constantemente alaban como "héroes" y "los mejores de nuestro país". Una vez que termina su utilidad como carne de cañón en las guerras de conquista y saqueo del imperialismo norteamericano, son arrojados a la basura.
Otro comentario señala que Estados Unidos tiene la tasa más baja de hombres jóvenes trabajando entre todos los países industrializados. Algo más del 80% de las personas entre las edades de 25 y 54 años tienen un trabajo, en comparación con el 95% de finales de los o‘60. Casi el 35% de los hombres entre los 25 y 54 años de edad, sin diploma de escuela secundaria no tienen trabajo, frente al 10% en la década de 1960.
Lo que subyace en la apenas disimulada indiferencia de Obama y toda la clase política a la difícil situación de los desempleados se indica en un artículo de primera plana publicado el domingo en el diario The Washington Post bajo el título: "la brecha de ingresos se ensancha a medida que los ejecutivos prosperan". El informe, el primero de una serie de artículos a ser publicados por el diario, describe el aumento asombroso en el pago a los ejecutivos de las empresas en las últimas décadas, que ha desempeñado un papel importante en la vasta concentración de la riqueza y el crecimiento de la desigualdad social en Estados Unidos.
El artículo se basa en un nuevo estudio realizado por los economistas Jon Bakija, Cole Adáann y Bradley T. Heim, quienes llevaron a cabo un análisis de las declaraciones de impuestos de los mayores asalariados del país, un 0.1% de la masa total de asalariados, durante un período de décadas. Se determinó que los ejecutivos corporativos, gerentes y profesionales de las finanzas representan casi el 60% de los integrantes de la elite salarial.
Entre los hechos presentados en el artículo:
* En 2008, el 0.1% de los asalariados (alrededor de 152.000 personas) se llevó más del 10% de la renta de todas las personas en Estados Unidos. El 1% superior obtuvo más del 20%.
* Entre 1975 y 2008 la proporción de los ingresos del 0.1% superior de la nación se multiplicó por cuatro, pasando del 2.5% al 10.4%.
* La proporción del ingreso nacional que corresponde al 0.01% superior se elevó entre 1975 y 2008 desde el 0.85% al 5.03%, casi 6 veces de aumento. El ingreso promedio de las 15.000 familias de ese grupo se ubica actualmente en 27 mil millones.
* La parte superior del 0.1% gana por lo menos $ 1.7 millones y un promedio de $ 5.6 millones al año.
* En 2008, el 10% de los estadounidenses ganaron casi la misma cantidad de ingresos que todo el resto del país junto.
* Las compensación a ejecutivos en las empresas más grandes de Estados Unidos aumentó cerca de cuatro veces en términos reales desde la década de 1970, mientras que el 90% de la población estadounidense se ha mantenido estable o ha disminuido.
* El aumento de la desigualdad de ingresos ha sido más pronunciado en Estados Unidos que en cualquier otro país industrializado. En cuanto a niveles de desigualdad, Estados Unidos se encuentra justo detrás de Camerún y Costa de Marfil y delante de Uganda y Jamaica.
La Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo informó que 27 de los 50 estados registraron un descenso neto en sus nóminas no agrícolas en comparación con el mes de abril. Las mayores pérdidas se produjeron en California (29.200), Nueva York (24.700) y Pennsylvania (14.200).
Otros estados con una disminución particularmente grande de la nómina eran Michigan (13.400) y Maryland (13.300).
Menos de la mitad de los estados (24) reportaron una disminución en sus tasas oficiales de desempleo. Las tasas aumentaron en 13 estados y en Washington DC, y se mantuvieron en otros 13 estados.
Estas cifras son significativamente peores que las de abril, cuando 42 estados ganaron puestos de trabajo y 39 reportaron caída de las tasas de desempleo.
Esta nueva evidencia estadística de que la depresión de tres años y medio se está profundizando corrobora una serie de informes de las dos últimas semanas que apuntan a un crecimiento del desempleo. El informe de empleo del gobierno nacional de mayo, publicado el 3 de junio, mostró un colapso en la creación de empleo, con el ritmo de crecimiento de las nóminas a su ritmo más bajo en ocho meses y con un desempleo de larga duración que permanecen en niveles casi sin precedentes. La tasa oficial de desempleo nacional subió 0.2 puntos porcentuales, al 9.1%.
El mes pasado el Departamento de Comercio confirmó un informe anterior de que la economía norteamericana había crecido sólo un 1.8% en los tres primeros meses de este año, una fuerte desaceleración respecto al ritmo del 3.1% anual que tenía en el cuarto trimestre de 2010.
El informe del viernes mostró que la desaceleración está afectando a amplios sectores del país. Nevada sigue teniendo la tasa más alta de desempleo, con un 12.1%, seguido de California (11.7%) y Rhode Island (10.9%). 28 estados reportaron tasas de desempleo de 8.0% o más y 19 tenían tasas de desempleo superiores al 9.0%.
El presidente Barack Obama ni siquiera se molestó en comentar públicamente el desastroso informe sobre empleo estado por estado. Después de la publicación del informe de empleo de mayo la Casa Blanca señaló a Wall Street que la administración no retrocederá en su rechazo a cualquier forma de contratación de funcionarios públicos o de realización de obras públicas para poner a trabajar a los desempleados. Ni tampoco habrá ninguna medida para aliviar a los millones de personas que pierden sus hogares y son arrojados a la pobreza como consecuencia de la crisis.
En cambio, en una reunión del Consejo de Competitividad, Obama se comprometió a llevar a cabo su promesa de eliminar las regulaciones empresariales y recortar miles de millones de dólares de déficit en los programas que son el núcleo duro social, tales como Medicare y Medicaid.
No hay ningún sector importante de la clase política, de ningún sector, que esté convocando a la elaboración de programas sociales para proveer puestos de trabajo y aliviar las dificultades económicas y sociales que afectan a un número cada vez mayor de personas. La élite empresarial-financiera se opone a estas medidas, de acuerdo a su determinación de utilizar el desempleo masivo como mecanismo de reducir los salarios y aumentar la explotación de la clase obrera, ejerciendo una dictadura de facto sobre la política del gobierno.
La semana pasada los bancos de la Reserva Federal de Nueva York y Filadelfia publicaron informes de junio indicando que la desaceleración empeora cada vez más. La FED de Nueva York dijo que su índice de condiciones empresariales cayó por debajo de cero por primera vez en siete meses, lo que refleja un grave deterioro de la actividad manufacturera en la región de Nueva York. El índice de la FED de Filadelfia cayó a menos 7.7, el nivel más bajo desde julio de 2009.
En ambos informes las proyecciones de los economistas quedaron equivocadas, pues habían pronosticado un leve descenso en el crecimiento y no la contracción real que ocurrió en ambas regiones. Los informes indican que la inesperada caída de 5.000 empleos en la manufactura, como lo indica el informe nacional de empleo de mayo no fue una casualidad o el resultado de las condiciones temporales relacionadas con el terremoto y el tsunami en Japón, sino más bien una señal de que la aceleración de la producción de los meses anteriores se colapsó.
Otros datos son consistentes con una crisis de desaceleración de la economía y la profundización de la crisis laboral. Por primera vez las solicitudes para beneficios de desempleo se redujeron ligeramente la semana pasada, pero se mantuvieron en 420.000, muy por encima de los niveles indicativos de un mercado laboral en recuperación. Un estudio de las pequeñas empresas publicado por la Federación Nacional de Negocios Independientes mostró que las empresas esperan recortar puestos de trabajo más que agregarlos. Un informe del Departamento de Trabajo mostró una disminución de los puestos de trabajo disponibles a finales de abril, en comparación con el mes anterior. En abril había aproximadamente 4.6 trabajadores desempleados por cada plaza de trabajo disponible.
El impacto social catastrófico de la crisis del empleo se ve subrayado por los informes sobre el desempleo entre los veteranos y los hombres en edad productiva. Se informó que los subsidios de desempleo para hombres y mujeres, sólo para militares, se han duplicado desde 2008. La tasa estimada de desempleo entre los veteranos masculinos en las edades de 18 a 24 años era superior al 30% en mayo.
Esto en cuanto a la relación supuestamente de alta estima en que la élite gobernante y la clase política tienen a aquellos a quienes constantemente alaban como "héroes" y "los mejores de nuestro país". Una vez que termina su utilidad como carne de cañón en las guerras de conquista y saqueo del imperialismo norteamericano, son arrojados a la basura.
Otro comentario señala que Estados Unidos tiene la tasa más baja de hombres jóvenes trabajando entre todos los países industrializados. Algo más del 80% de las personas entre las edades de 25 y 54 años tienen un trabajo, en comparación con el 95% de finales de los o‘60. Casi el 35% de los hombres entre los 25 y 54 años de edad, sin diploma de escuela secundaria no tienen trabajo, frente al 10% en la década de 1960.
Lo que subyace en la apenas disimulada indiferencia de Obama y toda la clase política a la difícil situación de los desempleados se indica en un artículo de primera plana publicado el domingo en el diario The Washington Post bajo el título: "la brecha de ingresos se ensancha a medida que los ejecutivos prosperan". El informe, el primero de una serie de artículos a ser publicados por el diario, describe el aumento asombroso en el pago a los ejecutivos de las empresas en las últimas décadas, que ha desempeñado un papel importante en la vasta concentración de la riqueza y el crecimiento de la desigualdad social en Estados Unidos.
El artículo se basa en un nuevo estudio realizado por los economistas Jon Bakija, Cole Adáann y Bradley T. Heim, quienes llevaron a cabo un análisis de las declaraciones de impuestos de los mayores asalariados del país, un 0.1% de la masa total de asalariados, durante un período de décadas. Se determinó que los ejecutivos corporativos, gerentes y profesionales de las finanzas representan casi el 60% de los integrantes de la elite salarial.
Entre los hechos presentados en el artículo:
* En 2008, el 0.1% de los asalariados (alrededor de 152.000 personas) se llevó más del 10% de la renta de todas las personas en Estados Unidos. El 1% superior obtuvo más del 20%.
* Entre 1975 y 2008 la proporción de los ingresos del 0.1% superior de la nación se multiplicó por cuatro, pasando del 2.5% al 10.4%.
* La proporción del ingreso nacional que corresponde al 0.01% superior se elevó entre 1975 y 2008 desde el 0.85% al 5.03%, casi 6 veces de aumento. El ingreso promedio de las 15.000 familias de ese grupo se ubica actualmente en 27 mil millones.
* La parte superior del 0.1% gana por lo menos $ 1.7 millones y un promedio de $ 5.6 millones al año.
* En 2008, el 10% de los estadounidenses ganaron casi la misma cantidad de ingresos que todo el resto del país junto.
* Las compensación a ejecutivos en las empresas más grandes de Estados Unidos aumentó cerca de cuatro veces en términos reales desde la década de 1970, mientras que el 90% de la población estadounidense se ha mantenido estable o ha disminuido.
* El aumento de la desigualdad de ingresos ha sido más pronunciado en Estados Unidos que en cualquier otro país industrializado. En cuanto a niveles de desigualdad, Estados Unidos se encuentra justo detrás de Camerún y Costa de Marfil y delante de Uganda y Jamaica.
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