Mayo 29, 2011 | 1257 GMT
Sumario
La Royal Dutch/Shell cerró sus oficinas en Kazajstán el 30 de mayo después de retirarse del proyecto de desarrollo petrolero del campo Kashagan. Shell era el único miembro del consorcio de Kashagan con los conocimientos técnicos necesarios para desarrollar el campo, que se encuentra en un ambiente inhóspito. A menos que se encuentre una empresa reemplazante, el proyecto quedará congelado. Esto significa que la producción de petróleo en Kazajstán seguirá estancada y el país no será capaz de diversificar sus exportaciones de petróleo.El gigante energético Royal Dutch/Shell cerró sus oficinas después de despedir a su personal en las últimas semanas. Shell es un miembro fundamental del proyecto petrolero Kashagan en la sección kazaja del mar Caspio, uno de los llamados "3 grandes" proyectos de energía en el país. La decisión de Shell ha puesto en duda el futuro del proyecto de energía masiva, junto con gran parte de la futura expansión de petróleo de Kazajstán y la capacidad de implementación de proyectos estratégicos como el oleoducto Kazajstán-China.
Kashagan es uno de los mayores campos de petróleo descubiertos en los últimos 30 años y es también uno de los campos técnicamente más difíciles. Se encuentra en la región norte del Mar Caspio, un ambiente hostil con vientos de más de 70 millas por hora y donde vuelan pedazos de hielo del tamaño de cantos rodados. Sin embargo el atractivo de 30 mil millones de barriles de reservas atrajo a muchas empresas occidentales y a otros al proyecto. El consorcio cuenta actualmente con la presencia de Shell, Eni, ExxonMobil, Total, ConocoPhillips, Inpex y KazMunaiGaz. Kashagan recibió incluso más incentivos para producir cuando los chinos anunciaron que construirían un sistema de canalización masiva a través de Kazajstán y a través de China, con Kashagan como el origen del abastecimiento de la red de oleoductos múltiples, 1.200 millones de barriles diarios circulando por las tuberías.
Recientemente el primer ministro kazajo, Karim Masimov, advirtió a los miembros del consorcio de Kashagan que si no mantenían los costos bajo control y cumplían el proyecto en una línea de tiempo adecuada, el proyecto será congelado. Shell decidió entonces dar por finalizado el proyecto.
Shell ya hizo la mayor parte del trabajo técnico complejo. El consorcio de Kashagan tiene muchas grandes empresas y expertos, pero pocas empresas de energía tienen la experiencia necesaria para un proyecto tan difícil como el de Kashagan. Dos de las empresas son BP y ExxonMobil. BP fue miembro fundador del proyecto, pero se alejó previendo los problemas actuales. ExxonMobil -un miembro del consorcio- ha dejado claro en el pasado (después de la salida de BP) que no quiere jugar el papel de liderazgo y responsabilidad en el proyecto. No hay otras empresas en el consorcio que puedan reemplazar la experiencia de Shell, ni ninguna otra empresa en Rusia o China. Hasta que se pueda encontrar un reemplazo, el proyecto Kashagan permanecerá en espera. Incluso si se encontrara un reemplazo, el futuro del proyecto es incierto ya que todos sus otros problemas siguen vigentes.
Por ahora esto significa dos cosas. En primer lugar la producción de petróleo de Kazajstán está estancada en 1.500 millones de barriles por día (bpd) y su producción de gas natural dejó de crecer después de una pelea del gobierno con el consorcio Karachaganak, encargado del gran proyecto de gas natural del país. El 18 de mayo Astana anunció que el desarrollo Karachaganak quedaría suspendido mientras el gobierno lucha con el consorcio por una participación en el proyecto. El petróleo de Kazajstán y los sectores de gas natural no verán la duplicación prevista de la producción que se esperaba para los próximos años.
En segundo lugar, el objetivo de Kazajstán de diversificar sus exportaciones de petróleo será más difícil de alcanzar. En la actualidad, la mayor parte del petróleo de Kazajstán va a Rusia, la nueva producción estaba destinada a ayudar a enviar casi tanto petróleo a China como a Rusia. China se ha centrado en Kazajstán como una nueva fuente de energía. Kazajstán es una fuente muy atractiva ya que las exportaciones a China seguirían una ruta terrestre de un estado fronterizo, a diferencia de la mayoría de las importaciones de energía de China, que viajan por mar. Una vez que todos los troncos del oleoducto Kazajstán-China estén construida en 2013, la línea abastecerá aproximadamente el 20% de las importaciones de petróleo de China.
En la actualidad China recibe alrededor de 200.000 bpd de la primera fase de la línea que va desde los campos de Kumkol y Aktobe, en Kazajstán. Sin embargo en el último año Aktobe ha aumentado sus suministros al oleoducto que va de Kazajstán a Rusia, el Caspian Pipeline Consortium. Debido a esto Rusia ha intervenido para compensar el menor suministro a China, con el envío de unos 75.000 barriles diarios a través del oleoducto Kazajstán-China, desde Omsk en Rusia. Este arreglo puede continuar indefinidamente, pero sin Kashagan, Kazajstán no puede enviar el suministro previsto de 1.200 millones de barriles para la línea a China y mucho menos diversificar sus exportaciones.
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