viernes, 17 de junio de 2011

LA GUERRA ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CHINA SERÁ EN SUDÁN

Unidos habla de paz y se prepara para la guerra en Sudán
Por Susan Garth
16 de junio 2011


En la intensificación del conflicto en Sudán entre el gobierno de Jartum y los estados del sur que votaron por la independencia en el referéndum de enero, se estima que 1.500 personas han muerto desde el referéndum y hasta 150.000 personas han huido de sus hogares. Las agencias de ayuda advierten de un desastre humanitario en que los países queden al borde de renovar las dos largas décadas de guerra civil entre norte y sur que se cobró más de dos millones de vidas.
El presidente Barack Obama ha hecho un llamamiento para un alto el fuego y se presenta como un mediador honesto en un conflicto que es en gran parte responsabilidad de Estados Unidos. El desastre humanitario amenaza con convertirse en un pretexto para otra aventura militar de Estados Unidos en África. Washington ha intervenido en Libia con los bombardeos para derrocar al régimen de Gaddafi. Ahora Sudán está en su punto de mira.
Obama adoptó el mismo tono de superioridad moral que ha utilizado en relación con Libia. "No hay solución militar", dijo a la Voz de América. "Los líderes de Sudán y el sur de Sudán debe cumplir con sus responsabilidades. El gobierno de Sudán debe evitar una nueva escalada de la crisis mediante el cese de sus acciones militares inmediatamente, incluyendo bombardeos aéreos, desplazamientos forzados y las campañas de intimidación".
Este es el presidente que aprobó los ataques con aviones no tripulados en Afganistán, que han matado a civiles, personalmente ordenó los asesinatos y los vio desarrollarse en un circuito cerrado de televisión, y actualmente presta asistencia a los bombardeos de la OTAN de Trípoli, en un esfuerzo por matar a un jefe de Estado. Para Obama hablar de paz es totalmente hipócrita.
Obama pidió a los líderes de Sudán que busquen una solución pacífica y les aseguró que "los Estados Unidos tomarán las medidas a que nos hemos comprometido para llegar a una relación normal". Pero tenía un aguijón en la cola. Llegó a amenazar con que "aquellos que violan sus obligaciones internacionales se enfrentarán a más presión y aislamiento y tendrán que rendir cuentas por sus acciones".
La implicación es que el presidente Omar al-Bashir, quien al igual que Muammar Gaddafi ha sido acusado por la Corte Penal Internacional por crímenes contra la humanidad, podemos esperar un tratamiento similar al que se administra al régimen de Gaddafi si no se siguen las recomendaciones de Obama.
Jartum fue el blanco de un ataque con misiles crucero norteamericanos en 1998, cuando fue destruida la fábrica de al-Shifa. El gobierno de Clinton afirmó que se trataba de una planta de armas químicas vinculadas a Al Qaeda. Hay amplia evidencia de que la fábrica se dedicaba a trabajos puramente médicos y no tenía tales vínculos.
Los reclamos de Estados Unidos fueron una completa invención y la destrucción de la fábrica estaba destinada a intimidar a la población sudanesa y privarlos de infraestructura valiosa. El embajador de Alemania en Sudán, Werner Daum, ha calculado que la pérdida de la fábrica dio lugar a decenas de miles de muertes por malaria y tuberculosis debido a la escasez de medicamentos que pudieron salvar esas vidas.
En abril de este año dos personas murieron cuando un vehículo fue alcanzado por un misil en Port Sudan. Las autoridades sudanesas dijeron que el misil había sido disparado desde un avión no identificado que volaba en el espacio aéreo de Sudán. Se sugirió que Israel estaba detrás del ataque, el gobierno israelí no ha hecho ningún comentario. Sólo Israel y Estados Unidos tienen el tipo de tecnología militar utilizada en este ataque y es difícil de creer que el gobierno israelí podría haberlo hecho sin el conocimiento de Estados Unidos. Las víctimas no han sido identificadas pero sin duda fue un asesinato.
El conflicto que se está desarrollando en Sudán es el resultado de un largo período de participación de Estados Unidos en la región. Las sucesivas administraciones norteamericanas respaldaron al Movimiento Popular de Liberación de Sudán (SPLM) en virtud de su entrenamiento por el líder John Garang. Su repentina muerte en un accidente de helicóptero de ninguna manera interrumpió la relación.
Estados Unidos proporcionó armas para la lucha del SPLM contra el gobierno de Jartum y ha seguido introduciendo armas al país después del acuerdo negociado por Estados Unidos que puso fin a la guerra civil en 2005. El acuerdo preveía la realización de un referéndum sobre la secesión del sur y la creación de un nuevo estado en el sur de Sudán, con centro en la capital de Juba. El voto de la secesión le ha dado a Obama una plataforma dentro de Sudán para lanzar un asalto contra el régimen de Jartum.
Sudán está bajo el régimen de sanciones de Estados Unidos que prohíben la exportación de armas al país. Estados Unidos sólo permite la exportación a Sudán de productos no militares, incluyendo al sur. Pero de acuerdo con WikiLeaks un cargamento de tanques, lanzagranadas y armas antiaéreas capturado por piratas somalíes en 2008 estaba destinado al SPLM. Habían sido vendidas al SPLM por Kenia, un estrecho aliado de Estados Unidos en la región. Los cables filtrados revelaron que Estados Unidos estaba al tanto del envío.
Se desprende de esta filtración que Estados Unidos ha estado preparando al SPLM para un nuevo conflicto militar, mientras que todos los pronunciamientos públicos que salen de la Casa Blanca y el Departamento de Estado han hablado siempre de paz.
El conflicto a lo largo de la frontera que aún está por definir era inevitable. Los estados fronterizos de Kordofan del Sur y Abyei están entre las pocas zonas productoras de petróleo que podrían permanecer en manos de Jartum después de la secesión del sur. Obligatoriamente iban a entrar en disputa, pero no hay evidencia de que el actual conflicto fuera provocado por las fuerzas leales al SPLM. El 20 de mayo, las milicias aliadas al SPLM emboscaron un convoy de las fuerzas de paz de la ONU y de las tropas del norte. Fuentes diplomáticas indican que esto fue un intento deliberado de atraer a Jartum hacia un conflicto en la frontera. Si es así, funcionó bien, porque la respuesta de Jartum fue enviar tanques a la ciudad fronteriza de Abyei y ahora ha bombardeado un campo de aviación en Kordofan del Sur.
Un referéndum separado debe celebrarse en Abyei para decidir si se une al norte o al sur del estado. Pero la votación fue aplazada después de los violentos enfrentamientos entre grupos a favor de Jartum y a favor del sur. Los intentos de mediación de otros países africanos han fracasado y las dos partes son cada vez más intransigentes.
"Abyei es la tierra del norte de Sudán", insistió el presidente Omar Hassan al-Bashir. Añadió que Sudán no tenía miedo de las amenazas de Estados Unidos.
Hablando desde la capital sureña de Juba el vocero del SPLM Philip Aguer dijo al Financial Times: "la misión de la ONU ha fracasado por completo en Sudán: ¿cuál es la razón de ser de un monitoreo de paz cuando se está monitoreando el asesinato de personas. El Consejo de Seguridad debe traer una misión que pueda imponer la paz, deben hacer algo más que decir buenas palabras".
En efecto el SPLM exige la cobertura de la ONU para sus operaciones militares como la que tenía Alassane Ouattara en Costa de Marfil en su lucha contra Laurent Gbagbo.
El SPLM se presenta como la parte lesionada, mientras que al mismo tiempo reorganiza y re-equipa su ejército. El líder del SPLM Atim Garang acusó al gobierno de Jartum de querer la guerra. "Soñamos con tener buenas relaciones entre el norte y el sur de Sudán", añadió, "y nos estábamos preparando para continuar nuestro intereses comunes con el norte, respecto a nuestra asociación en el ámbito de la producción petrolera y la comercialización, pero ahora estamos dudando mucho de las intenciones reales del norte de Sudán".
El vicepresidente Riek Machar Teny Dhurgon ha visitado Washington para pedir un apoyo más decidido para el SPLM. Después de haber fabricado una crisis humanitaria en la frontera, Washington también puede puede ofrecer más ayuda militar abierta para el SLPM.
Por su parte el gobierno de Jartum se ha convertido en el aliado de China desde hace mucho tiempo. Bashir visitará Beijing en las próximas semanas. El tema de las conversaciones no ha sido anunciado pero China es el principal proveedor de armas de Sudán.
China ha sido en gran parte responsable del desarrollo de la industria petrolera sudanesa, el 80% de la cual se encuentra en el sur y estará bajo la autoridad del sur una vez que se lleve a cabo la partición. La mayoría de las carreteras pavimentadas en el sur de Sudán se encuentran en los campos de petróleo y fueron construidas por empresas chinas. Potencialmente, el nuevo gobierno podría insistir en la renegociación de los contratos y permitir que compañías de Estados Unidos tengan una parte de sus recursos petrolíferos. La extensión de las inversiones chinas puestas en peligro por la partición de Sudán es inmensa. Se estima que la Empresa Nacional de Petróleo de China ha invertido unos 20 mil millones de dólares en Sudán, que es la fuente del 30% de las importaciones de petróleo de China.
Sudán tiene una importancia estratégica para China y la postura provocativa que la administración Obama ha adoptado amenaza con llevar a China al tipo de confrontación que Beijing ha evitado hasta ahora en África. Una guerra civil por el control del petróleo de Sudán tiene la capacidad de desatar consecuencias globales que pueden llegar a tener un impacto profundamente desestabilizador en las relaciones internacionales.

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