martes, 12 de mayo de 2020

MILITARES A LAS CALLES EN TODO MEXICO


Fuerzas Armadas en seguridad pública. No es bueno pero no es nuevo.
Dr. Norberto Emmerich

El 11 de mayo de 2020 el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó a través de un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación - DOF, la participación permanente de las Fuerzas Armadas de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria con la Guardia Nacional, en las funciones de seguridad pública del país. 
La letra del texto respeta ambiguamente la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Alvarado de noviembre de 2018 y es congruente con el decreto de creación de la Guardia Nacional. Pero ahí no está el principal problema. 
Aunque el decreto repite toda la letra de las disposiciones internacionales y nacionales, sí hay militarización porque su artículo quinto da a entender que el órgano de fiscalización y control será el órgano interno de control de las propias Fuerzas Armadas o de la Guardia Nacional, de la cual dependerá. “Las tareas que realice la Fuerza Armada permanente en cumplimiento del presente instrumento, estarán bajo la supervisión y control del órgano interno de control de la dependencia que corresponda”. No parece que haya o pudiera haber un órgano de control civil, externo, público, ciudadano, abierto, transparente y participativo.
Hace un año, el 26 de marzo de 2019, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto de creación de la Guardia Nacional.
En los transitorios de dicho Decreto su artículo quinto decía: "durante los cinco años siguientes a la entrada en vigor del presente Decreto, en tanto la Guardia Nacional desarrolla su estructura, capacidades e implantación territorial, el Presidente de la República podrá disponer de la Fuerza Armada permanente en tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria".
Es evidente que la manera en que quedó redactado ese texto que aprobó la creación de la Guardia Nacional en 2019 dejó resquicios legales ambiguos que generan confusión, tal como afirma Raúl Zepeda Gil. 
La incorporación de las Fuerzas Armadas a tareas de seguridad pública ya estaba preanunciada en dicho decreto, aprobado por unanimidad en el Senado de la República. Aunque los tiempos políticos dan pie a razonables posturas escandalizadas de la oposición, la opción por la militarización estaba disponible para López Obrador en la palma de la mano desde un año atrás.
Por ello mientras algunos analistas de seguridad afirman que la medida decretada por López Obrador es un paso más a la militarización del país, otros lo vieron como un complemento de la estrategia de seguridad que comenzó con la creación de la Guardia Nacional. Todos tienen razón por supuesto, ya que el decreto actual, preanunciado o no, militariza al país. “Le da atribuciones para vigilar y detener personas, operativos a nivel municipal y detener migrantes”, afirmó la diputada Martha Tagle.
Apenas un año después de su creación, la Guardia Nacional (GN) ha sido un tema recurrente de analistas y expertos. Varios miembros quedaron envueltos en los escándalos habituales de las fuerzas policiales en México. Vinculados con el crimen organizado, extorsionando a presuntos delincuentes u organizando fiestas en cuarteles, la Guardia Nacional ha sido poco ejemplar y absolutamente ineficaz. No es responsabilidad primaria de sus miembros, reclutados por necesidad de trabajo y con escasa formación en valores republicanos, sino de un gobierno que manifiesta una política de seguridad basada en un apaciguamiento anticientífico y sin rumbo cierto.
“Desde que López Obrador llegó al poder han asesinado a 46,085 mexicanos, según cifras oficiales. La estrategia de seguridad con la Guardia Nacional ha fracasado. Por eso la orden a las Fuerzas Armadas de dedicarse a la seguridad pública. Atrás quedó eso del ejército a los cuarteles”, afirmó el conocido periodista de Univisión, Jorge Ramos.
Legisladores de la oposición sostienen que esto significa la militarización del país. Y que se incumple con el acuerdo de capacitar a la Guardia Nacional para que transitara a un carácter civil y además desperdicia los recursos aprobados para su operación.
Pilar Ortega, diputada del PAN y presidenta de la Comisión de Justicia en la Cámara de Diputados, dijo que el gobierno federal está “tirando la toalla” y aceptando el fracaso de la Guardia Nacional. Lo cual es plenamente cierto.
Dijo que "esto no se puede dar por un simple decreto, necesita tener una fuerza de ley. Y va más allá de lo que establece la Constitución, se están extralimitando". 
En el año 2018 una de las principales promesas de campaña de López Obrador era hacer que los militares regresaran a los cuarteles. Está ocurriendo exactamente lo contrario, su protagonismo es cada vez mayor.
De enero a marzo de 2020, se registraron en México 8.585 homicidios dolosos, una cifra ligeramente superior a los 8.535 asesinatos cometidos en el mismo periodo de 2019, considerado el año más violento en la historia reciente del país. En abril se cometieron 2.492 homicidios en todo el país, alcanzando a un total de 11.077 en los cuatro primeros meses del año. A este ritmo el año terminará en 33.231 homicidios, una cifra apenas inferior en 1,351 homicidios al total del año 2019. Pero el panorama aún es peor:
En 2019 la economía mexicana cayó un 0,1% y en el presente año 2020 se calcula que caerá un 6.6%. Muy convenientemente los indicadores del PIB ya no serán la unidad de medida del gobierno mexicano para diagnosticar el estado de la economía nacional, pero el aumento de la desocupación y la caída de los ingresos familiares presionarán hacia la participación ilegal en la renta nacional. Con 10 millones de nuevos pobres en el país el año 2020 cerrará presumiblemente con mayor corrupción pública y mayores disputas por el acceso a la renta nacional decreciente, todo en formato criminal. 
Así se entiende que el presidente haya argumentado que el crecimiento económico no da seguridad, contrariando todo su plan de gobierno basado en subsidios directos a las familias. Todo ello sólo para poder evadir la evidencia de que la caída económica aumentará la violencia y las ganancias ilegales.

domingo, 3 de mayo de 2020

EL CARTEL DE SANTA ROSA DE LIMA LLEGA A SU FIN

La lenta agonía del Cartel de Santa Rosa de Lima en México
https://es.insightcrime.org/noticias/analisis/cartel-santa-rosa-lima-mexico/?fbclid=IwAR2m9inCamxx_uUQ8X4DWq_4FlTDtNILao_og6M09k3RZf_sUHwOUOFmEYs
Escrito por Ana Torres
A pesar de su capacidad de resistencia ante la presión de las autoridades estatales y la fuerza con que ha enfrentado al Cartel de Jalisco Nueva Generación, es probable que el Cartel de Santa Rosa de Lima no logre afianzar su poder más allá de sus nichos locales.
En los últimos meses, el Cartel de Santa Rosa de Lima (CSRL) ha soportado varios golpes. El más reciente ocurrió el 12 de abril, cuando cinco de sus miembros fueron capturados con un potente arsenal militar que incluía cinco armas de fuego largas, tres cortas, 12 cargadores y 398 cartuchos.
Un mes antes, en medio de un operativo conjunto entre las fuerzas estatales y la Marina en el municipio de Celaya, Guanajuato, fue capturado el padre de José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, líder de esta organización criminal.
En medio de otra operación, también fueron capturados otros siete colaboradores del cartel, según confirmó Sophia Huett López, comisionada de la Unidad de Análisis y Estrategia de Seguridad Ciudadana del Estado. Estas capturas se suman a la lista de por lo menos otras 35 personas de esta organización que fueron detenidas en enero de este año.
En un esfuerzo por detener el avance de las autoridades en estos operativos, miembros del CSRL bloquearon las vías de acceso al municipio con vehículos y llantas incendiadas. Una situación similar se replicó en por lo menos otros siete municipios del estado de Guanajuato, donde esta organización opera.
Pero además de la persecución de las fuerzas de seguridad, la disputa que libra desde hace meses este grupo con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) continúa cerrándole el cerco a El Marro.
En enero, el Grupo Élite del CJNG intentó asesinarlo en medio de la celebración del matrimonio de su hermana Karem Elizabeth Yépez Ortiz, quien falleció como resultado de los enfrentamientos.
La arremetida del Estado contra el CSRL comenzó en marzo de 2019, cuando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció la operación Golpe de Timón, un operativo implacable para desarticular a esta organización criminal que ha incluido recientemente el uso de drones militares por parte de la Fuerza Aérea.
El plan surgió como resultado del aumento de la violencia generada por el enfrentamiento entre estos dos carteles en la región por el control de sus economías criminales. Solo en 2019, Guanajuato alcanzó una cifra de 4.494 homicidios, de acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y se convirtió así en el estado con más homicidios del país.

Análisis de InSight Crime
A pesar de la capacidad que ha mostrado el CSRL para reponerse a la presencia sostenida de las fuerzas de seguridad en la región, el golpe a sus finanzas producto de la extracción ilegal de hidrocarburos, así como el congelamiento de sus cuentas bancarias, han limitado su capacidad de pagar su nómina e incluso de corromper a autoridades de alto nivel para garantizar su supervivencia.
“La resiliencia del CSRL se debe principalmente a tres factores: su líder alias “El Marro”, la diversificación que ha logrado en sus fuentes de ingreso, y su arraigo en las comunidades donde opera”, aseguró Víctor Sánchez, consultor y experto en seguridad de la Universidad de Coahuila, en conversación con InSight Crime.
Según Sánchez, pese a que sus capacidades han disminuido, el CSRL ha logrado mantener sus plazas frente al Cartel de Jalisco Nueva Generación en Guanajuato e incluso hacerle frente al Estado, en principio porque su cabeza más visible no ha sido capturada aún, lo que le ha permitido mantener la verticalidad y cohesión dentro del grupo.
Además, el CSRL ha logrado mantener una base de sicarios dedicados a actividades de extorsión que le permite a sus miembros recoger personalmente rentas considerables, lo que se ha traducido en fidelidad hacia la organización a pesar de las dificultades que ha tenido recientemente para pagar a autoridades, pobladores y miembros del grupo.
El carácter nativo de las células huachicoleras (grupos dedicados al robo de petróleo) que operan en la región, con bastante arraigo en las comunidades, también supone para el grupo una ventaja respecto al CJNG, agregó Sánchez.
Sin embargo, más allá de sus fortalezas a nivel local, el CSRL dista mucho de expandirse por encima de sus nichos locales o de convertirse en un gigante del narcotráfico mexicano.
De acuerdo con Jaime López-Aranda, ex funcionario policial mexicano y actual consultor en temas de seguridad, aunque el cartel posiblemente cuente con cierta protección de autoridades a nivel local, esta no llega a niveles estatales o federales, lo que a largo plazo supone un problema para la supervivencia del grupo.
Otra razón por la cual su expansión se vería limitada es la calidad de las alianzas que ha formado con grupos como Los Viagras o el Cartel de Sinaloa para hacerle frente al CJNG.
Por otra parte, Víctor Sánchez señala que, si bien estas organizaciones han realizado préstamos materiales y de personal para apoyar al CSRL en su lucha, estas no han sido acciones coordinadas que le permitan al grupo afianzarse en el territorio.
Por estas razones, ambos expertos consultados por InSight Crime coinciden en que el CSRL no podrá soportar por mucho tiempo estar en el centro de las actividades de vigilancia del estado, mientras enfrenta a la par una amenaza como el CJNG.
Su incapacidad para corromper a las autoridades estatales hace probable que, como hasta ahora, el Estado siga deteniendo a miembros importantes y sofocando los ingresos de la organización, mientras el CJNG sigue avanzando con más posibilidades de sortear a las fuerzas del estatales.