viernes, 3 de junio de 2011

EL PRESIDENTE SALEH FUE HERIDO EN UN ATAQUE EN YEMEN

Ataque al palacio presidencial de Yemen
Junio 3, 2011 | 1549 GMT

Sumario
El ataque del 3 de junio contra el palacio presidencial en Sanaa, Yemen, resultó en la muerte de cuatro custodios del gobierno y 10 oficiales heridos, incluyendo al President Ali Abdullah Saleh, quien se piensa que ha sufrido una herida leve en la cabeza. El ataque puede ser visto como una respuesta de las fuerzas tribales leales al sheikh Sadeq al-Ahmar, de la tribu Hashid, a los continuos bombardeos de las fuerzas de Saleh al complejo de al-Ahmar, y se supone que Saleh usará el ataque al palacio presidencial como justificativo de una respuesta aún más violenta.

Análisis
Al menos cuatro custodios fueron muertos y 10 oficiales yemeníes fueron heridos en el ataque del 3 de junio al palacio presidencial en Sanaa, de acuerdo a fuentes del gobierno yemení. Una explosión causada al menos por dos proyectiles lanzados desde un lugar al sur del complejo presidencial aparentemente tenía como objetivo una mezquita en los terrenos del palacio. El presidente yemení Ali Abdullah Saleh estaba en la mezquita cuando ocurrió el ataque y se dice que sufrió heridas menores en la cabeza. El primer ministro y el vocero del parlamento de Yemen también se encuentran entre los que se reporta que fueron heridos en la explosión.
Es razonable sostener, como lo afirma el gobierno yemení, que fuerzas armadas leales al Sheikh Sadeq al-Ahmar de la tribu Hashid fueron los responsables del ataque, a pesar de las afirmaciones hechas por gente de al-Ahmar en los medios de que el ataque fue planeado por el gobierno con la finalidad de justificar una ofensiva intensificada contra la oposición. En la última semana, las fuerzas de al-Ahmar estuvieron combatiendo contra las fuerzas de Saleh a lo largo de la capital después del segundo fracaso del Concejo de Cooperación del Golfo el 22 de mayo, un acuerdo de mediación de paz que intentó forzar la salida de Saleh dentro de 30 días a cambio de inmunidad. El ataque del 3 de junio al palacio presidencial como una respuesta al ataque de las fuerzas de Saleh del 23 de mayo contra el complejo familiar de al-Ahmar.
Notablemente, el conflicto permanece discurriendo por carriles primariamente tribales y todavía no ha implicado batallas a gran escala entre fuerzas militares rebeldes. Yemen está inundado de armas, y la tribu Hashid está bien armada y tiene capacidad de disparar morteros. Esto implica la capacidad de disparar dos rondas de morteros y acertar el objetivo elegido requiere habilidad suficiente y experiencia. No está claro si las fuerzas tribales sospechadas de estar detrás del ataque tienen asistencia de un equipo de morteros con alto entrenamiento military o si han tenido acceso a otro sistema de direccionamiento de armas. Más allá de esto, no hay signos claros de involucramiento militar abierto en el ataque.
Ali Mohsen al-Ahmar, comandante de la 1° Brigada Blindada en la zona militar noroeste, ha liderado una oleada de deserciones militares contra Saleh pero hasta ahora se abstuvo de involucrar a sus tropas en la lucha de al-Ahmar contra Saleh. Arabia Saudita, intentando prevenir una guerra civil en su vecino del sur y para preservar las fuerzas armadas como la institución más capaz en el país, también ha presionado a Mohsen para evitar la adopción de medidas que enfrenten a las fuerzas militares una contra la otra y lleven al país a una guerra civil.
Manteniendo aun una cantidad significativa de apoyo entre la mayoría de las unidades militares de elite en la Capital, es de suponer que Saleh utilizará el ataque contra el palacio presidencial para justificar una escalada de ataques a sus oponentes, argumentando que no se puede esperar que negocie con gente que está tratando de matarlo.
Los choques en las calles de Sanaa se intensificarán en los próximos días, comprimiendo una economía que ya está al borde del colapso, pero la batalla entre las fuerzas pro y anti Saleh continuará siendo prolongada. Ninguno de los bandos en conflicto tiene una abrumadora ventaja en hombres y fuerzas blindadas como para combatir hasta una Victoria decisive. Los asedios tribales a gran escala sobre Sanaa ya tienen precedentes, pero Yemen es la primera vez que asiste a una expansión significativa de las alianzas tribales más allá de Hashid, deserciones militares a gran escala (especialmente dentro de la Guardia Republicana) y una extendida participación de fuerzas militares inclinándose en contra de Saleh.

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