Por Harvey Thompson
17 de junio 2011
El recrudecimiento de la lucha de los trabajadores egipcios que precedió a la revolución de enero no muestra señales de disminuir. Los trabajadores están ahora en un creciente conflicto con el régimen militar post-Mubarak en El Cairo.
Los trabajadores presionan por mejores salarios, mejores condiciones de vida y contra la corrupción oficial, las mismas demandas que acompañaron la caída del ex presidente egipcio Hosni Mubarak y que siguen sin cumplirse; el régimen militar emplea medidas cada vez más represivas.
El 8 de junio el gobierno confirmó que la ley que se había aprobado en abril criminalizando las protestas, las huelgas, las reuniones públicas y las asambleas callejeras, ahora se cumplirá.
El diario Al Masry Al-Youm señala que "la ley estipula que los manifestantes o huelguistas que interrumpan el trabajo en las instituciones del Estado, las autoridades públicas e instituciones públicas o privadas, serán arrestados, multados y/o puestos en prisión, con multas que van desde LE 30.000 y LE 500.000 (5.000 a 83.000 dólares) y con penas de prisión de un año o más. Incluso la promoción de huelgas o protestas, pero sin participar en ellas, está sujeta a pena de prisión y multas que alcanzan hasta LE 50.000 (alrededor de 8.300 dólares)".
La nueva legislación fue publicada el 24 de marzo por el gabinete del primer ministro Essam Sharaf y ratificada por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (SCAF) un mes después. Nunca se aplicó plenamente ya que el régimen militar teme la respuesta de la clase obrera.
Un comunicado emitido por el SCAF el 8 de junio dijo: "con el fin de lograr la estabilidad el gabinete declara la activación de la ley que penaliza las huelgas y la interrupción de la producción".
Hizo hincapié en que el Gobierno "no dudará en responder a cualquier intento hecho por cualquier persona o grupo para romper la ley o perjudicar a la economía nacional, especialmente durante esta etapa crítica que vive el país".
El 8 de junio la policía militar detuvo a cinco trabajadores de Petrojet (una empresa consultora técnica en Proyectos de Petróleo) por organizar una sentada de dos semanas frente a la sede del Ministerio de Petróleo para protestar por el despido de 1.200 trabajadores. Un comunicado emitido por el Centro de Comercio y Servicios de la Unión de los Trabajadores (CTUWS) dijo que los arrestos representan los primeros esfuerzos para hacer cumplir la ley que penaliza las protestas y las huelgas.
El anuncio fue hecho para enfrentar a la continua militancia industrial, con secciones de trabajadores obligados a desafiar las medidas anti-protesta.
En el mismo día de la emisión de la declaración de la SCAF, trabajadores, profesionales, agricultores y jóvenes protestaron exigiendo mejores salarios y condiciones de trabajo a lo largo de El Cairo y otras provincias.
Según Al-Masry Al-Youm entre los manifestantes se incluían graduados de la Universidad Al-Azhar, que exigían su nombramiento como profesores asistentes, mientras que los egresados del Instituto de Investigaciones Agropecuarias protestaron ante el edificio del parlamento para exigir aumentos salariales.
La tripulación de cabina de Egypt Air llevó a cabo protestas para exigir que la aerolínea expulse la gestión corrupta.
Los trabajadores temporales de la Compañía de Petróleo Mansoura participaron en las protestas y exigieron la contratación indefinida, mientras que los conductores de trenes de la línea de Damietta-Sherbin realizaron un plantón en demanda de mejores salarios.
Los colonos protestaron contra el gobierno por privarlos de la tierra. Los agricultores hicieron un llamamiento a todos los demás agricultores desposeídos a unirse a su movimiento.
En la calle Kasr El-Eini hubo una manifestación de empleados de la Secretaría de Estado de Antigüedades (MSA) que demandan contratos permanentes y la mejora de las condiciones de trabajo. Los trabajadores de MSA también buscan la renuncia de Zahi Hawass, jefe del ministerio, y de Safwat El-Nahhas, presidente de la Agencia Central de Organización y Administración y presidente del Comité de Quejas para el Consejo Superior de Salarios.
El MSA ha anunciado que a partir del 8 de junio los empleados comenzarán una huelga nacional por tiempo indeterminado y el 15 de junio una sentada frente al Museo Egipcio.
Los estudiantes de la Facultad de Medicina Veterinaria de Mansoura continuaron su plantón por 58° día consecutivo, exigiendo la destitución del decano de la facultad. Los estudiantes en Alejandría exigieron la renuncia del director del Directorio de Veterinaria de la ciudad.
Los pensionados también llevaron a cabo manifestaciones para exigir el pago de las primas de su jubilación.
Los abogados han estado realizando una sentada en el Sindicato de Abogados desde comienzos de mes. Desde entonces han amenazado con una huelga de hambre si sus demandas no se cumplen. Están exigiendo que la asamblea general del sindicato se disuelva y se realicen nuevas elecciones, así como una modificación de la ley que rige su profesión. Acusan a Hamdi Khalifa, el dirigente del sindicato, de complicidad con la Hermandad Musulmana para permitir que controlen el sindicato y lo utilicen para obtener ventajas políticas.
Más de 4.000 trabajadores de Mahalla, la ciudad del delta del Nilo que ha sido centro de repetidas luchas de los trabajadores textiles, marcharon hacia el ayuntamiento de la ciudad para anunciar un paro que incluye a 1.300 fábricas y talleres de tejido, presionados por los precios del algodón, que se han cuadruplicado en los últimos seis meses.
El 6 de junio más de 500 empleados del metro, incluidos los conductores, operadores y cobradores, organizaron una sentada en la estación del metro de Anwar Sadat en la plaza Tahrir, pidiendo la destitución de Mohamed Al-Shemy, director de la Compañía Egipcia de y Operación del Metro, del que se dice que quiere privatizar la compañía de trenes de metro.
Los trabajadores temporales irrumpieron en las oficinas del Ministerio de Transporte el 12 de junio para exigir que el ministro los designe en forma permanente, de acuerdo con un informe del diario Al Masry Al-Youm. Los funcionarios del Ministerio llamaron a la policía militar.
En El Cairo los controladores de tráfico aéreo del Aeropuerto Internacional amenazaron con ir a la huelga durante varias horas el 9 de junio, provocando el cierre del espacio aéreo a los vuelos de llegada, a excepción de ambulancias aéreas y aviones presidenciales. La amenaza de huelga fue motivada por la intención del Ministerio de Aviación Civil de reducir los salarios después de que fuera incorporado un nuevo grupo de agentes de control de tráfico. El aeropuerto también fue testigo de las protestas de la semana pasada de las azafatas y el personal de seguridad que exigen mejores condiciones de trabajo.
En un comunicado de prensa del 6 de junio, el ministro egipcio de Aviación Civil, Ibrahim Maná, amenazó: "esta es una decisión que impide las huelgas en los servicios públicos, los oficiales de control de tráfico aéreo no tienen derecho a organizar una huelga".
El 7 de junio un trabajador fue atropellado y muerto durante una protesta en el conflicto laboral de larga duración en la empresa Mansoura-España Garments Company, en Talkha, por salarios impagos.
Más de 100 trabajadores se habían reunido fuera del Bank United, dueño de la empresa, exigiendo se les paguen sus salarios de mayo. Los trabajadores habían bloqueado la carretera. Un camión se estrelló contra Mariam Abdel Ghaffar, madre de tres hijos, y otras dos mujeres. Abdel Ghaffar murió más tarde a causa de las heridas recibidas.
"Otra mujer, Samah Abdel Aziz, fue arrastrada unos 300 metros hasta que los manifestantes fueron capaces de hacer que el conductor frene", según informes de Al Masry Al-Youm. Ella quedó en estado crítico en cuidados intensivos después de someterse a una operación de cinco horas.
Los trabajadores de Mansoura-España se han negado a recibir una indemnización por despido ofrecida el mes pasado. Mohsen al-Shaer, que fue despedido por su participación en las huelgas y las protestas del pasado, dijo a Al Masry Al-Youm: "nada ha cambiado desde la revolución. Es el mismo sistema. Nada ha cambiado".
El 12 de junio los trabajadores de las centrales eléctricas realizaron reiteradas protestas para exigir un aumento salarial y el despido de Mohamed Awad, presidente de la compañía de electricidad. Los trabajadores han dicho que intensificarán la huelga.
El 13 de junio un plantón de más de 1.000 trabajadores del complejo industrial de Naga Hammadi, en el Alto Egipto, la fábrica de aluminio más grande del país, entró en su tercer día. Según Ahram Online los trabajadores presentaron varias demandas, incluyendo un aumento salarial, un aumento en los pagos de bonos, una reestructuración de asignaciones financieras, puestos de trabajo para sus hijos y la renuncia del director administrativo de gestión, Abdel-Razak Morsy. El año pasado, alrededor de 6000 trabajadores de la industria de aluminio en Egipto, sobre una fuerza de trabajo total de 8000 en todo el país, llevaron a cabo una sentada por las mismas demandas.
The Egyptian Gazette informó que la Asociación de Médicos celebró una reunión en asamblea general la semana pasada para discutir "una escalada de movimientos contra el gobierno, al que acusan de ignorar los pedidos de aumento salarial y de mejores condiciones de trabajo".
Los trabajadores presionan por mejores salarios, mejores condiciones de vida y contra la corrupción oficial, las mismas demandas que acompañaron la caída del ex presidente egipcio Hosni Mubarak y que siguen sin cumplirse; el régimen militar emplea medidas cada vez más represivas.
El 8 de junio el gobierno confirmó que la ley que se había aprobado en abril criminalizando las protestas, las huelgas, las reuniones públicas y las asambleas callejeras, ahora se cumplirá.
El diario Al Masry Al-Youm señala que "la ley estipula que los manifestantes o huelguistas que interrumpan el trabajo en las instituciones del Estado, las autoridades públicas e instituciones públicas o privadas, serán arrestados, multados y/o puestos en prisión, con multas que van desde LE 30.000 y LE 500.000 (5.000 a 83.000 dólares) y con penas de prisión de un año o más. Incluso la promoción de huelgas o protestas, pero sin participar en ellas, está sujeta a pena de prisión y multas que alcanzan hasta LE 50.000 (alrededor de 8.300 dólares)".
La nueva legislación fue publicada el 24 de marzo por el gabinete del primer ministro Essam Sharaf y ratificada por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (SCAF) un mes después. Nunca se aplicó plenamente ya que el régimen militar teme la respuesta de la clase obrera.
Un comunicado emitido por el SCAF el 8 de junio dijo: "con el fin de lograr la estabilidad el gabinete declara la activación de la ley que penaliza las huelgas y la interrupción de la producción".
Hizo hincapié en que el Gobierno "no dudará en responder a cualquier intento hecho por cualquier persona o grupo para romper la ley o perjudicar a la economía nacional, especialmente durante esta etapa crítica que vive el país".
El 8 de junio la policía militar detuvo a cinco trabajadores de Petrojet (una empresa consultora técnica en Proyectos de Petróleo) por organizar una sentada de dos semanas frente a la sede del Ministerio de Petróleo para protestar por el despido de 1.200 trabajadores. Un comunicado emitido por el Centro de Comercio y Servicios de la Unión de los Trabajadores (CTUWS) dijo que los arrestos representan los primeros esfuerzos para hacer cumplir la ley que penaliza las protestas y las huelgas.
El anuncio fue hecho para enfrentar a la continua militancia industrial, con secciones de trabajadores obligados a desafiar las medidas anti-protesta.
En el mismo día de la emisión de la declaración de la SCAF, trabajadores, profesionales, agricultores y jóvenes protestaron exigiendo mejores salarios y condiciones de trabajo a lo largo de El Cairo y otras provincias.
Según Al-Masry Al-Youm entre los manifestantes se incluían graduados de la Universidad Al-Azhar, que exigían su nombramiento como profesores asistentes, mientras que los egresados del Instituto de Investigaciones Agropecuarias protestaron ante el edificio del parlamento para exigir aumentos salariales.
La tripulación de cabina de Egypt Air llevó a cabo protestas para exigir que la aerolínea expulse la gestión corrupta.
Los trabajadores temporales de la Compañía de Petróleo Mansoura participaron en las protestas y exigieron la contratación indefinida, mientras que los conductores de trenes de la línea de Damietta-Sherbin realizaron un plantón en demanda de mejores salarios.
Los colonos protestaron contra el gobierno por privarlos de la tierra. Los agricultores hicieron un llamamiento a todos los demás agricultores desposeídos a unirse a su movimiento.
En la calle Kasr El-Eini hubo una manifestación de empleados de la Secretaría de Estado de Antigüedades (MSA) que demandan contratos permanentes y la mejora de las condiciones de trabajo. Los trabajadores de MSA también buscan la renuncia de Zahi Hawass, jefe del ministerio, y de Safwat El-Nahhas, presidente de la Agencia Central de Organización y Administración y presidente del Comité de Quejas para el Consejo Superior de Salarios.
El MSA ha anunciado que a partir del 8 de junio los empleados comenzarán una huelga nacional por tiempo indeterminado y el 15 de junio una sentada frente al Museo Egipcio.
Los estudiantes de la Facultad de Medicina Veterinaria de Mansoura continuaron su plantón por 58° día consecutivo, exigiendo la destitución del decano de la facultad. Los estudiantes en Alejandría exigieron la renuncia del director del Directorio de Veterinaria de la ciudad.
Los pensionados también llevaron a cabo manifestaciones para exigir el pago de las primas de su jubilación.
Los abogados han estado realizando una sentada en el Sindicato de Abogados desde comienzos de mes. Desde entonces han amenazado con una huelga de hambre si sus demandas no se cumplen. Están exigiendo que la asamblea general del sindicato se disuelva y se realicen nuevas elecciones, así como una modificación de la ley que rige su profesión. Acusan a Hamdi Khalifa, el dirigente del sindicato, de complicidad con la Hermandad Musulmana para permitir que controlen el sindicato y lo utilicen para obtener ventajas políticas.
Más de 4.000 trabajadores de Mahalla, la ciudad del delta del Nilo que ha sido centro de repetidas luchas de los trabajadores textiles, marcharon hacia el ayuntamiento de la ciudad para anunciar un paro que incluye a 1.300 fábricas y talleres de tejido, presionados por los precios del algodón, que se han cuadruplicado en los últimos seis meses.
El 6 de junio más de 500 empleados del metro, incluidos los conductores, operadores y cobradores, organizaron una sentada en la estación del metro de Anwar Sadat en la plaza Tahrir, pidiendo la destitución de Mohamed Al-Shemy, director de la Compañía Egipcia de y Operación del Metro, del que se dice que quiere privatizar la compañía de trenes de metro.
Los trabajadores temporales irrumpieron en las oficinas del Ministerio de Transporte el 12 de junio para exigir que el ministro los designe en forma permanente, de acuerdo con un informe del diario Al Masry Al-Youm. Los funcionarios del Ministerio llamaron a la policía militar.
En El Cairo los controladores de tráfico aéreo del Aeropuerto Internacional amenazaron con ir a la huelga durante varias horas el 9 de junio, provocando el cierre del espacio aéreo a los vuelos de llegada, a excepción de ambulancias aéreas y aviones presidenciales. La amenaza de huelga fue motivada por la intención del Ministerio de Aviación Civil de reducir los salarios después de que fuera incorporado un nuevo grupo de agentes de control de tráfico. El aeropuerto también fue testigo de las protestas de la semana pasada de las azafatas y el personal de seguridad que exigen mejores condiciones de trabajo.
En un comunicado de prensa del 6 de junio, el ministro egipcio de Aviación Civil, Ibrahim Maná, amenazó: "esta es una decisión que impide las huelgas en los servicios públicos, los oficiales de control de tráfico aéreo no tienen derecho a organizar una huelga".
El 7 de junio un trabajador fue atropellado y muerto durante una protesta en el conflicto laboral de larga duración en la empresa Mansoura-España Garments Company, en Talkha, por salarios impagos.
Más de 100 trabajadores se habían reunido fuera del Bank United, dueño de la empresa, exigiendo se les paguen sus salarios de mayo. Los trabajadores habían bloqueado la carretera. Un camión se estrelló contra Mariam Abdel Ghaffar, madre de tres hijos, y otras dos mujeres. Abdel Ghaffar murió más tarde a causa de las heridas recibidas.
"Otra mujer, Samah Abdel Aziz, fue arrastrada unos 300 metros hasta que los manifestantes fueron capaces de hacer que el conductor frene", según informes de Al Masry Al-Youm. Ella quedó en estado crítico en cuidados intensivos después de someterse a una operación de cinco horas.
Los trabajadores de Mansoura-España se han negado a recibir una indemnización por despido ofrecida el mes pasado. Mohsen al-Shaer, que fue despedido por su participación en las huelgas y las protestas del pasado, dijo a Al Masry Al-Youm: "nada ha cambiado desde la revolución. Es el mismo sistema. Nada ha cambiado".
El 12 de junio los trabajadores de las centrales eléctricas realizaron reiteradas protestas para exigir un aumento salarial y el despido de Mohamed Awad, presidente de la compañía de electricidad. Los trabajadores han dicho que intensificarán la huelga.
El 13 de junio un plantón de más de 1.000 trabajadores del complejo industrial de Naga Hammadi, en el Alto Egipto, la fábrica de aluminio más grande del país, entró en su tercer día. Según Ahram Online los trabajadores presentaron varias demandas, incluyendo un aumento salarial, un aumento en los pagos de bonos, una reestructuración de asignaciones financieras, puestos de trabajo para sus hijos y la renuncia del director administrativo de gestión, Abdel-Razak Morsy. El año pasado, alrededor de 6000 trabajadores de la industria de aluminio en Egipto, sobre una fuerza de trabajo total de 8000 en todo el país, llevaron a cabo una sentada por las mismas demandas.
The Egyptian Gazette informó que la Asociación de Médicos celebró una reunión en asamblea general la semana pasada para discutir "una escalada de movimientos contra el gobierno, al que acusan de ignorar los pedidos de aumento salarial y de mejores condiciones de trabajo".
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