“… Donde quiera que estén, cualquiera sea su forma de lucha, sus compromisos particulares y ámbitos vitales, les pedimos que ayuden a cuidar la Revolución Bolivariana. Cuiden a esta Revolución que es de todos. Pongan en tensión su ánimo para comprenderla. No la utilicen de manera poco solidaria. No la sometan a riesgos innecesarios. El enemigo es brutalmente poderoso, tiene muchas dobles caras y juega siempre con cartas marcadas. Está aquí y allá, donde no se sospecha. Piensen que, en épocas imperiales, una revolución triunfante es un maravilloso, pero frágil, milagro de los pueblos. Su camino es complejo. Hagamos lo posible por tenerlo en cuenta…”
Como diría el Diego, "me la dejaron servida", así que contestar es un placer.
En ningún momento los "intelectuales en defensa de la humanidad" hablan de los derechos humanos de Joaquín Pérez Becerra ni de los más de 30 combatientes de las FARC y del ELN entregados por el gobierno venezolano a la democracia genocida de Colombia.
La única manera de cuidar una revolución es volverla más revolucionaria, suponiendo muy inocentemente que el régimen bolivariano sea una revolución, cosa que no es.
Y solo seremos solidarios con Venezuela cuando sea atacada por el imperialismo, cosa que no sucede en todas las circunstancias, por supuesto. El encarcelamiento de Pérez Becerra no fue resultado de la presión imperialista, sino una decisión autónoma de la variante contrainsurgente del régimen bolivariano.
Si la revolución bolivariana es de todos, Pérez Becerra acaba de perder su parte.
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