Los derrames de petróleo de ExxonMobil contaminan el río Yellowstone
Por Naomi Spencer
07 de julio 2011
Decenas de miles de galones de petróleo crudo se han vertido en el río Yellowstone, al sur de Billings, Montana, desde un gasoducto propiedad de ExxonMobil que se abrió el 1° de julio. La empresa, que está a cargo de las operaciones de limpieza, se ha concentrado en minimizar el impacto del derrame.
141 residentes de la localidad de Laurel, cercana al río, fueron evacuados debido a los gases tóxicos y el riesgo de explosión.
ExxonMobil ha dicho que aún no tiene un plan de reparación o una explicación de la causa de la ruptura, que libera entre 750 y 1.000 barriles (32.000 a 42.000 galones) de petróleo.
La línea de 69 kilómetros de largo traslada 40.000 barriles de petróleo por día desde Wyoming y Alberta, en Canadá, para abastecer la refinería de ExxonMobil en Billings y a otra refinería en Laurel. El gasoducto, llamado la línea Silvertip, se compone de secciones que tienen entre 20 y más de 60 años de antigüedad.
El río Yellowstone es un área vulnerable de gran riqueza ecológica, ubicada al norte del Parque Nacional de Yellowstone. El río es el hábitat de la trucha, la nutria, el águila pescadora y especies en peligro de extinción como las águilas calvas. También es el río norteamericano más largo cuyo trayecto no está interrumpido por una represa y de él depende ampliamente la irrigación en el estado.
Al igual que gran parte de la cuenca del Mississippi y del Missouri, de las que se alimenta el Yellowstone, el río está crecido y las aguas se mueven con rapidez y por lo tanto es probable que traslade el derrame de petróleo muy lejos en el sistema fluvial. La inundación ha impedido que los equipos operen en barco, lo que retrasa los trabajos de limpieza. El fin de semana, el nivel del río en Billings estuvo casi un pie por encima del nivel de inundación.
ExxonMobil inicialmente insistió en que el petróleo estaba contenido en un tramo del río de diez kilómetros cercano a la línea Silvertip. La Agencia federal de Protección del Medio Ambiente se hizo eco de esta estimación. El Departamento de Transporte (DOT), sin embargo, informó que a partir del martes el petróleo ya había sido observado en Terry, Montana, un pueblo a 240 millas de distancia.
En una conferencia de prensa el lunes, funcionarios de la compañía reconocieron que el área afectada podría ser mayor, pero insistieron en que no se había visto petróleo a más de 25 kilómetros de distancia. El presidente de la compañía, Gary Pruessing, afirmó que el petróleo está concentrado "en parches muy pequeños" y las pruebas de calidad del aire no han encontrado "cantidades mensurables que puedan causar problemas desde el punto de vista de la salud".
Esta afirmación fue seguida de una entrega de documentos federales que revela que Exxon Mobil dejó pasar mucho tiempo antes de sellar la tubería después de que se rajó. La compañía informó de que había comenzado a cerrar el tubo de 12 pulgadas de diámetro apenas siete minutos después de la ruptura. Pruessing dijo a los funcionarios del gobierno y al gobernador de Montana, Brian Schweitzer, que el oleoducto fue cerrado por completo a los 30 minutos. El Departamento de Transporte y la Administración de Seguridad de Materiales Peligrosos informaron que la tubería de petróleo estuvo drenando libremente durante 56 minutos.
Estas discrepancias, que recuerdan las estimaciones iniciales de los daños producidos por el derrame de petróleo de BP el año pasado, sugieren que la extensión del derrame puede ser mucho mayor de lo que se piensa actualmente.
La fauna, la pesca y el medio ambiente son propensos a sufrir consecuencias a largo plazo. "Podría tomar años entender realmente el impacto del derrame", dijo el ecólogo y biólogo conservacionista Charles Preston del Museo de Historia Natural de Draper en una entrevista con la CNN. Preston señaló que además de la muerte de los peces, las aves acuáticas y las aves de rapiña son particularmente vulnerables debido a que su dieta depende de la pesca. Las toxinas también pueden matar a los insectos que son fuente importante de alimentos para los peces.
Los residentes a lo largo del río han expresado su desconfianza y enojo hacia ExxonMobil. "Siento que ahora el equipo de limpieza está aquí y hay cámaras por todas partes", dijo un residente a la CNN, "pero sólo en los lugares públicos. Los propietarios no tienen los equipos de limpieza en su lugar. No hemos encontrado a nadie que nos llame y nos diga: 'Hey, Exxon está cuidando de ti' ". Comentó que a los residentes del Condado de Yellowstone no se les permitió registrar las respuestas de Gary Pruessing a sus preguntas durante una reunión de gestión con la compañía el domingo.
Los funcionarios locales de la ciudad de Laurel expresaron su preocupación en octubre de 2010 sobre la integridad estructural de la línea que cruza el río Yellowstone. En respuesta, la empresa realizó una evaluación de la línea en diciembre y afirmó que estaba intacta y segura, a cinco metros bajo tierra. Los funcionarios expresaron su preocupación de nuevo en mayo, después de que las inundaciones aumentaron el caudal del río. En respuesta ExxonMobil afirmó que la tubería estaba de 12 metros bajo la superficie, cerca del cruce del río.
El gigante de la energía, cuyos ejecutivos ganan sumas enormes, ha sido responsable de una contaminación muy extendida en las últimas décadas, sobre todo el derrame petrolero del Exxon Valdez en 1989 en la costa de Alaska, arruinando el estrecho Príncipe William con un vertido de 750.000 barriles de petróleo. En Montana los oleoductos de la compañía han filtrado cientos de miles de galones de petróleo en los ríos y el suelo en los últimos años, según el Natural Resources Defense Council. Un oleoducto que atraviesa la Reserva India Flathead se ha abierto en 71 ocasiones diferentes, desde mediados de 1950, incluyendo tres derrames importantes entre 1986 y 1991. Una ruptura llegó a liberar 163.000 galones de crudo en un arroyo.
ExxonMobil no es el único en este registro del medio ambiente. Además de la catástrofe petrolera de BP, el año 2010 fue testigo de la ruptura de dos tuberías similares al derrame de la línea Silvertip. En julio de 2010, un oleoducto en ejecución, propiedad de Enbridge, se rompió en Michigan, lanzando por lo menos 800.000 galones de petróleo en Talmadge Creek y el río Kalamazoo. En junio de 2010, un oleoducto de Chevron en Salt Lake City, Utah, se rompió vertiendo miles de galones a un afluente del Gran Lago Salado.
141 residentes de la localidad de Laurel, cercana al río, fueron evacuados debido a los gases tóxicos y el riesgo de explosión.
ExxonMobil ha dicho que aún no tiene un plan de reparación o una explicación de la causa de la ruptura, que libera entre 750 y 1.000 barriles (32.000 a 42.000 galones) de petróleo.
La línea de 69 kilómetros de largo traslada 40.000 barriles de petróleo por día desde Wyoming y Alberta, en Canadá, para abastecer la refinería de ExxonMobil en Billings y a otra refinería en Laurel. El gasoducto, llamado la línea Silvertip, se compone de secciones que tienen entre 20 y más de 60 años de antigüedad.
El río Yellowstone es un área vulnerable de gran riqueza ecológica, ubicada al norte del Parque Nacional de Yellowstone. El río es el hábitat de la trucha, la nutria, el águila pescadora y especies en peligro de extinción como las águilas calvas. También es el río norteamericano más largo cuyo trayecto no está interrumpido por una represa y de él depende ampliamente la irrigación en el estado.
Al igual que gran parte de la cuenca del Mississippi y del Missouri, de las que se alimenta el Yellowstone, el río está crecido y las aguas se mueven con rapidez y por lo tanto es probable que traslade el derrame de petróleo muy lejos en el sistema fluvial. La inundación ha impedido que los equipos operen en barco, lo que retrasa los trabajos de limpieza. El fin de semana, el nivel del río en Billings estuvo casi un pie por encima del nivel de inundación.
ExxonMobil inicialmente insistió en que el petróleo estaba contenido en un tramo del río de diez kilómetros cercano a la línea Silvertip. La Agencia federal de Protección del Medio Ambiente se hizo eco de esta estimación. El Departamento de Transporte (DOT), sin embargo, informó que a partir del martes el petróleo ya había sido observado en Terry, Montana, un pueblo a 240 millas de distancia.
En una conferencia de prensa el lunes, funcionarios de la compañía reconocieron que el área afectada podría ser mayor, pero insistieron en que no se había visto petróleo a más de 25 kilómetros de distancia. El presidente de la compañía, Gary Pruessing, afirmó que el petróleo está concentrado "en parches muy pequeños" y las pruebas de calidad del aire no han encontrado "cantidades mensurables que puedan causar problemas desde el punto de vista de la salud".
Esta afirmación fue seguida de una entrega de documentos federales que revela que Exxon Mobil dejó pasar mucho tiempo antes de sellar la tubería después de que se rajó. La compañía informó de que había comenzado a cerrar el tubo de 12 pulgadas de diámetro apenas siete minutos después de la ruptura. Pruessing dijo a los funcionarios del gobierno y al gobernador de Montana, Brian Schweitzer, que el oleoducto fue cerrado por completo a los 30 minutos. El Departamento de Transporte y la Administración de Seguridad de Materiales Peligrosos informaron que la tubería de petróleo estuvo drenando libremente durante 56 minutos.
Estas discrepancias, que recuerdan las estimaciones iniciales de los daños producidos por el derrame de petróleo de BP el año pasado, sugieren que la extensión del derrame puede ser mucho mayor de lo que se piensa actualmente.
La fauna, la pesca y el medio ambiente son propensos a sufrir consecuencias a largo plazo. "Podría tomar años entender realmente el impacto del derrame", dijo el ecólogo y biólogo conservacionista Charles Preston del Museo de Historia Natural de Draper en una entrevista con la CNN. Preston señaló que además de la muerte de los peces, las aves acuáticas y las aves de rapiña son particularmente vulnerables debido a que su dieta depende de la pesca. Las toxinas también pueden matar a los insectos que son fuente importante de alimentos para los peces.
Los residentes a lo largo del río han expresado su desconfianza y enojo hacia ExxonMobil. "Siento que ahora el equipo de limpieza está aquí y hay cámaras por todas partes", dijo un residente a la CNN, "pero sólo en los lugares públicos. Los propietarios no tienen los equipos de limpieza en su lugar. No hemos encontrado a nadie que nos llame y nos diga: 'Hey, Exxon está cuidando de ti' ". Comentó que a los residentes del Condado de Yellowstone no se les permitió registrar las respuestas de Gary Pruessing a sus preguntas durante una reunión de gestión con la compañía el domingo.
Los funcionarios locales de la ciudad de Laurel expresaron su preocupación en octubre de 2010 sobre la integridad estructural de la línea que cruza el río Yellowstone. En respuesta, la empresa realizó una evaluación de la línea en diciembre y afirmó que estaba intacta y segura, a cinco metros bajo tierra. Los funcionarios expresaron su preocupación de nuevo en mayo, después de que las inundaciones aumentaron el caudal del río. En respuesta ExxonMobil afirmó que la tubería estaba de 12 metros bajo la superficie, cerca del cruce del río.
El gigante de la energía, cuyos ejecutivos ganan sumas enormes, ha sido responsable de una contaminación muy extendida en las últimas décadas, sobre todo el derrame petrolero del Exxon Valdez en 1989 en la costa de Alaska, arruinando el estrecho Príncipe William con un vertido de 750.000 barriles de petróleo. En Montana los oleoductos de la compañía han filtrado cientos de miles de galones de petróleo en los ríos y el suelo en los últimos años, según el Natural Resources Defense Council. Un oleoducto que atraviesa la Reserva India Flathead se ha abierto en 71 ocasiones diferentes, desde mediados de 1950, incluyendo tres derrames importantes entre 1986 y 1991. Una ruptura llegó a liberar 163.000 galones de crudo en un arroyo.
ExxonMobil no es el único en este registro del medio ambiente. Además de la catástrofe petrolera de BP, el año 2010 fue testigo de la ruptura de dos tuberías similares al derrame de la línea Silvertip. En julio de 2010, un oleoducto en ejecución, propiedad de Enbridge, se rompió en Michigan, lanzando por lo menos 800.000 galones de petróleo en Talmadge Creek y el río Kalamazoo. En junio de 2010, un oleoducto de Chevron en Salt Lake City, Utah, se rompió vertiendo miles de galones a un afluente del Gran Lago Salado.
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