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Las montañas del Himalaya mantienen separadas a China e India y previene eficazmente a los dos países de hacer cualquier avance militar significativo de uno contra otro. Sin embargo, esto no ha eliminado por completo las tensiones. Existen numerosos conflictos territoriales a lo largo de la montañosa frontera de India y China. China posee un extenso territorio en la región noroeste de la Cachemira india en tres áreas: el Valle del Shaksgam, Aksai Chin y Demchok. Beijing también reclama una considerable cantidad de territorio que forma el borde norte del estado noreste indio de Arunachal Pradesh. Desde la perspectiva de la India, Nepal y Bután son Estados de amortiguación situados entre las secciones noreste y noroeste de la frontera de India y China. El montañoso Estado de Sikkim fue un tercer tapón, que se encuentra entre los otros dos, y el gobierno de la ex primera ministra india Indira Gandhi trató de absorber ese Estado en la India. Durante las últimas seis décadas hubo reclamos frecuentes en la India acerca de las amenazas potenciales del Ejército Popular de Liberación (EPL) chino en diversas áreas a lo largo del flanco norte de la India. Los estados indios de Himachal Pradesh y Uttaranchal, situados entre Nepal y Cachemira a lo largo de la frontera con China, también se consideran vulnerables a las incursiones militares chinas. En los últimos años esta amenaza ha llevado a Nueva Delhi a reforzar sus defensas militares en relación con Beijing. Funcionarios del estado indio de Arunachal Pradesh, de vez en cuando afirman que los chinos están construyendo su ejército en su lado de la frontera, a lo que China responde con contra-acusaciones. Aparte de estas acusaciones y las medidas de preparación militar, la frontera de India y China se ha mantenido en calma durante los últimos 50 años - a excepción de incidentes raros y de menor importancia. No es probable que esto cambie en un futuro previsible.
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