sábado, 8 de octubre de 2011

LA CRISIS, UN MAL NECESARIO


La quiebra en Grecia y la nueva crisis son necesarias para curar la economía de Europa
http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20110920/150716152.html

Grecia está al borde de la quiebra. Esta semana los expertos de la Comisión Europea llegarán al país para, junto con el gobierno griego, elaborar medidas adicionales que permitan a Grecia cumplir con los requisitos de concesión del próximo tramo del crédito del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, pocos confían ya en que la ayuda financiera resuelva la situación. Las autoridades alemanas están estudiando varias variantes de suspensión de pagos en Grecia considerada por muchos expertos como algo inevitable. Es más, el secretario general del Partido Liberal Demócrata alemán, Christian Lindner, declaró el pasado 12 de septiembre que no descarta que Grecia tenga que abandonar la zona de euro.

Cada uno a lo suyo
Hace tan sólo medio año las declaraciones sobre la salida de alguno de los países miembros de la eurozona se consideraban tabú para los funcionarios europeos de alto rango. Al contrario, los representantes oficiales de la Unión Europea siempre han subrayado: la eurozona permanecerá cueste lo que cueste y las autoridades europeas brindarán la ayuda que sea necesaria a los países con problemas económicos.
Y realmente, la UE está ayudando mucho a Grecia. En mayo del año en curso el país recibió un paquete de rescate de 110 mil millones de euros del FEEF y FMI bajo la condición de reducción de gastos y subir los impuestos.
No obstante, esta ayuda fue desaprovechada. Los economistas señalan que actualmente no existen motores que garanticen el crecimiento de la economía griega. “Mientras Grecia se encuentre en la zona del euro, no podrá aumentar su competitividad, - opina el director de la inversora rusa Troika Dialog, Evgueni Gavrilenkov. – Los cálculos apuntan que es poco probable que Grecia, con la deuda que tiene, altos costos y empleo público excesivo, pueda tener algún crecimiento económico”.
En esta situación muchos expertos consideran que la salida del país de la eurozona será un paso lógico que beneficiará tanto a Grecia como a las economías europeas desarrolladas, en primer lugar a Alemania, que se ve obligada a “remolcar” a los países rezagados.
“Los que más lo necesitan son los propios griegos, - afirma el director del departamento analítico del Banco de Moscú, Kirill Tremásov, hablando de la posibilidad de la salida de Grecia de la eurozona. – La economía debilitada del país necesita una moneda más barata. El retorno al dracma con la consiguiente devaluación tendrán efectos muy negativos, pero darán una ventaja competitiva a las empresas nacionales”.

Economía vs política
Sin embargo, la salida de cualquier miembro de la UE de la zona del euro conllevaría todo un conjunto de graves problemas. Para empezar, hoy en día simplemente no existe mecanismo de la salida. ¿Qué harán las empresas y bancos europeos, tenedores de títulos griegos nominados en euros? Por ejemplo, el miércoles, 14 de septiembre, la rentabilidad de los bonos helenos a dos años alcanzó 62,19%. Esto significa que el mercado evalúa la probabilidad de la falta de pago como muy alta.
El total aproximado de las pérdidas, que son inevitables tanto en el caso del retorno al dracma como en el caso de la suspensión de pagos, podrá ascender a 1 billón de euros, según Kirill Tremásov.
Es una suma importante pero los países líderes de la UE son capaces de afrontar este gasto. Un dato para comparar: actualmente el Fondo de Estabilización (FEEF) asciende a 750 mil millones de euros.
Los funcionarios europeos ya están pensando en cómo ayudar a sus entidades financieras. El viernes, 9 de septiembre, se supo que el gobierno de Alemania está elaborando un plan de apoyo al sector bancario por si Grecia declara la suspensión de pagos.
“El problema puede ser solucionado. Tal vez permitiendo de forma provisional la participación estatal en los capitales sociales de los bancos que tienen bonos griegos inseguros, - piensa Evgueni Gavrilenkov de Troika Dialog. – La experiencia de Gran Bretaña y EEUU demuestra que el mercado acepta tales medidas”.
Además de los problemas técnicos, existe el temor de que la salida de Grecia de la eurozona se convierta en un precedente peligroso. “Si el problema se limitara a Grecia, pero en una situación similar están Italia, Portugal, España e Irlanda”, - recuerda Igor Nikoláev, analista de la empresa auditora FBK.
La salida de Grecia de la eurozona puede provocar el efecto dominó. Si esto llega a pasar, la zona de euro dejará de existir. “Permitirlo significa reconocer la inconsistencia de la política de los dos últimos decenios, - opina el experto. – Creo que las élites políticas actuales no se atreverán a hacerlo”.
Nikoláev considera improbable que próximamente lleguen al poder los políticos “desintegristas”. Por lo tanto, en contra de la lógica económica, Grecia, seguramente, permanecerá en la eurozona.
Una solución alternativa a la salida de Grecia de la zona de euro, según Evgueni Gavrilenkov, podría ser la venta masiva de los activos griegos a los inversores extranjeros, por ejemplo, los chinos. Las estructuras financieras de China muestran cierto interés por los países europeos con problemas de pago. El diario Financial Times informó que uno de los fondos soberanos chinos más importante, China Investment Corporation, está negociando con el gobierno de Italia la compra de un gran paquete de los bonos de deuda italianos. Aunque, confiesa Gavrilenko, en el caso de Grecia el asunto no acabaría con la venta de la deuda. Para levantar la economía el país hay que venderlo todo, incluidas sus playas.
“Es poco probable que las autoridades griegas lo admitan, - asegura el experto. – La privatización, el recorte del gasto público, problemas sociales son causa de constantes protestas por parte de los ciudadanos”.

La crisis salvadora
Entretanto, la bancarrota de Grecia es una cuestión zanjada. De hecho, el país se encuentra en la situación de suspensión de pagos. “Cuando hace un par de semanas la rentabilidad de los bonos griegos a un año superó los 60%, el mercado registró, de hecho, la suspensión de pagos por parte de Grecia”, - explica Igor Nikoláev. El problema está en que no se puede esperar nada positivo de esta situación: Grecia no tiene una moneda propia para poder devaluarla dando ventaja competitiva a sus empresas.
Al mismo tiempo, si el país heleno declara suspensión de pagos la economía mundial se verá seriamente afectada: por fuerza del efecto dominó Grecia podría arrastrar al abismo las economías de Italia, Portugal, España e Irlanda y dar comienzo, de esta manera, a una nueva crisis mundial.
“La situación de Grecia es clara –el país está a punto de quebrar- constata Kirill Tremásov. Pero si algo parecido pasa con los bonos de Italia y España será una catástrofe. Creo que las autoridades europeas no lo permitirán”.
El reciente pánico en los mercados de valores por la eventual quiebra de Grecia lo confirma. Los rumores sobre la próxima suspensión de pagos en el país heleno hicieron caer bruscamente los índices bursátiles europeos, rusos y asiáticos, el petróleo bajó por el debilitamiento de perspectivas económicas en Europa. El índice ruso RTS el lunes pasado, 12 de sepriembre, se situó por debajo de 5%, aunque cerró la jornada con una caída de 3,6%.
El miedo por la economía de la Unión Europea, según Kirill Tremásov, obligará a los funcionarios europeos a frenar el proceso en Grecia hasta quedarse seguros de que la suspensión de pagos se puede llevar a cabo con las pérdidas mínimas para la UE.
La palabra clave es “frenar” ya que el triste desenlace parece inevitable y postergarlo sólo significa acumular problemas económicos del Viejo Mundo.
Mientras tanto, según Igor Nikoláev, la quiebra de las economías con problemas y una nueva ola de la crisis mundial son unas medidas radicales pero necesarias para corregir las desproporciones que padece la economía moderna. “En vez de aplazar el final, es mejor provocar la segunda ola y elaborar medidas para minimizar las consecuencias de la crisis”, - afirma el experto.

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