China refuerza posiciones en el Caribe, zona de influencia de EEUU y Europa
En
condiciones de política exterior desfavorables para Estados Unidos y la Unión
Europea (UE), China continúa reforzando su influencia en la cuenca del Caribe,
zona estratégica para Washington por su vecindad, y clave para muchas capitales
europeas por sus lazos económicos y financieros con las que fueron antiguas
colonias.
Según
expertos rusos, el III Foro de Cooperación China-Caribe, celebrado a mediados
del pasado mes en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago confirmó la
paulatina pero imparable irrupción de China en el Caribe.Pekín adelanta esta ofensiva de política exterior con ayuda de Cuba, su principal aliado político, para reforzar relaciones con Jamaica, Guayana, Barbados, Surinam y Trinidad y Tobago.
Y allanar el diálogo con otros países más cautelosos con el gigante asiático como Belice, República Dominicana, Haití, Santa Lucia, Saint Kitts & Nevis y Saint Vincent & the Grenadines.
Y mientras que Europa busca recetas para evitar el colapso de la zona del euro y EEUU mecanismos para sanar su economía, China apuntala su presencia en las antillas con al menos mil millones de dólares en créditos para que los países caribeños desarrollen programas financieros y proyectos de infraestructura y turísticos, según declaraciones finales adoptadas en Puerto España.
Durante su intervención en el foro, el viceprimer ministro chino Wang Qishan confirmó la voluntad de su país de profundizar y ampliar la cooperación con todos sin excepción, los países antillanos.
Y los resultados son notables, pues en los seis años que funciona el foro de cooperación China-Caribe, el intercambio comercial entre Pekin y esos países creció en promedio un 24 por ciento anual, y en 2010 alcanzó un monto de 7.200 millones de dólares.
Las inversiones directas chinas ascienden a 400 millones de dólares a demás de decenas de millones en donaciones para la construcción de vías, hospitales y centros de prevención de catástrofes naturales como terremotos y maremotos.
Wang Qishan anunció que en 2012, China donará 1 millón de dólares al fondo de desarrollo social del Caribe y que financiará la preparación de al menos 2.500 estudiantes caribeños en las universidades chinas.
El comercio es el principal motor de las relaciones de China con los países antillanos, ya que Pekín importa azúcar, níquel, óxido de aluminio, madera y asfalto y exporta básicamente electrodomésticos, equipo electrónico, maquinarias, productos textiles, embarcaciones y productos de consumo popular.
El principal socio comercial de China en la región es Cuba con 1.830 millones de dólares de intercambio comercial en 2010, sigue Bahamas (600 millones); Trinidad y Tobago (400 millones) y Jamaica(239)millones.
Esto se debe más que todo a que China tiene suscritos convenios de comercio, promoción y protección de inversiones y exención de doble tributación con Cuba, Jamaica, Barbados y Trinidad y Tobago.
Según expertos rusos, la estrategia de cooperación de China es pragmática más que todo porque tiene en cuenta las condiciones específicas de los países caribeños.
Así, Pekín está dispuesto a financiar y profundizar la cooperación en la agricultura, la pesca, el transporte y el turismo.
Especialmente después de los resultados favorables obtenidos en proyectos bilaterales para el cultivo de arroz en la provincia cubana de Granma y en perspectiva, el desarrollo del cultivo de peces de aguadulce.
Otro proyecto importante en el que China tiene interés de participar con capital y buques será la creación de una red de ferrys para el transporte de carga y pasajeros entre las islas de las antillas mayores y menores.
El gigante chino Hutchison-Whampoa, con puertos a ambos lados del canal de Panamá ha puesto sus ojos en las antillas y en una primera fase de expansión, emprendió la construcción de un puerto en las islas Bahamas, al norte de Cuba, por un monto de 2,6 millones de dólares.
La posibilidad de controlar nuevos puertos en la zona de las antillas tiene relación directa con la necesidad de China de tener rutas de trasporte fiable para el petróleo que compra a Venezuela y Ecuador.
En consonancia con esos planes, para China es indispensable tener en las antillas refinerías de petróleo y entre los países candidatos figura Trinidad y Tobago.
Paralelamente a la cooperación comercial, China fortalece la cooperación técnico-militar el término que utilizan los diplomáticos y funcionarios para describir la donación de equipos militares, la cooperación entre entidades castrenses e incluso la venta de armamento.
Entre los pocos ejemplos que se logran filtrar en la prensa, figura la donación hecha por China a Jamaica de equipos de uso militar (excepto armamento) por un monto de 3,5 millones de dólares.
La política de China en las antillas y el caribe ha permitido a Pekín solucionar a su favor el peliagudo asunto de Taiwán.
De esta forma, Dominica reconoció una “sola china” después de recibir de Pekín un préstamo de 112 millones de dólares.
Y para obtener el mismo resultado, China pagó a Granada seis millones de dólares en compensaciones por contratos emprendidos por empresa tailandesa en la isla.
En este sentido el país más complicado es San Lucia, donde la simpatía por Taiwán y China depende el gobierno de turno.
Si hasta 1997 en la isla dominó la influencia de Pekín que concedió una importante ayuda, trascurridos varios años en 2006 la situación cambio radicalmente y ahora la preferencia la tiene Taiwán.
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