lunes, 24 de septiembre de 2018

POLITICAS PUBLICAS URGENTES PARA LA MANO DE OBRA CALIFICADA

Políticas públicas para la mano de obra calificada
Yesenia Torres Curiel
http://revoluciontrespuntocero.mx/politicas-publicas-para-la-mano-de-obra-calificada/

En México tener una formación calificada no garantiza encontrar empleo, ya que por el bajo crecimiento de la economía la mayoría de los puestos de trabajo no requieren de una alta calificación. La importancia que el gobierno mexicano otorga a la capacitación de la mano de obra del país tuvo origen a finales de los años 80 tras la firma del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio - GATT en 1986 y la necesidad de ser competitivos en la apertura comercial. Dicha importancia se ha mantenido hasta el presente y forma parte de las preocupaciones del próximo gobierno.
Las políticas implementadas desde entonces se han centrado en el ámbito educativo, particularmente en el diseño de programas, la modernización, el planteamiento de reformas educativas y la creación de infraestructura mediante nuevas universidades o planteles. También se crearon organismos certificadores tales como el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencia Laboral (CONOCER), nacido en el año 2009 y se buscó consolidar la vinculación entre la Academia y las empresas demandantes de mano de obra. 
En el sexenio de Vicente Fox uno de los objetivos anunciados en el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 fue elevar y extender la competitividad, tomando como una de sus estrategias la formación de recursos humanos calificados y la generación de una nueva cultura empresarial basada en la capacitación. Dentro del PND se pensó en la formación de conocimientos, destrezas, competencias, valores y habilidades. El siguiente gobierno del presidente Felipe Calderón impulsó la creación de centros de capacitación vinculados con instituciones de nivel superior(universidades) mientras que Enrique Peña Nieto fortaleció la formación de mano de obra de calidad en una perspectiva más acorde con mejores estándares internacionales y propusoel nuevo Modelo Educativo para la Educación Obligatoria. 
A pesar de los esfuerzos persistentes y sostenidos de los distintos gobiernos, México cayó cuatro lugares en el ranking del Índice Global de Capital Humano- GHCR 2017, en parte por la velocidad de los cambios y por la falta de alineación entre la oferta y la demanda de habilidades. El Índice es elaborado por el World Economic Forum y se compone de cuatro subcategorías: capacidad (nivel de logros adquiridos en la educación formal), desarrollo(de la educación formal para la actual generación y las futuras), despliegue (acumulación de habilidades a través del trabajo) y el know-how (amplitud y profundidad de las habilidades especializadas en el trabajo). De acuerdo con el análisis, México se ubicó en la posición 69 entre 130 países, con una puntuación de 61.25, en la mitad inferior de la tabla. 
El Informe indicó que “México (y Brasil) albergan entornos de trabajos diversificados y complejos. Sin embargo, su desempeño es insuficiente en lo que respecta a la conversión de éstas en oportunidades de empleo intensivo en competencias para su población y en el desarrollo del potencial de capital humano de su próxima generación en términos de calidad educativa, diversidad de habilidades y capacitación del personal”. 
El número de certificados de competencia emitidos por CONOCER ha pasado de 10,000 en el año 2007 a 752,000 en 2016. A pesar del crecimiento en la cantidad de certificaciones, un porcentaje muy bajo de los trabajadores registrados fue validado por CONOCER, o sea se certificó que se cuenta con habilidades y aptitudes necesarias para desarrollar determinado trabajo. 
Los actores estratégicos del mercado laboral (gobierno, instituciones educativas, empresas, individuos) adjudican valor y significado a la Mano de Obra Calificada - MOC según la posición que ocupan en el mercado siguiendo diferentes lógicas, sin participar de una estrategia unificada de creación y puesta en valor de un contingente determinado de la MOC. 
En la lógica del gobierno es importante crear y fortalecer la mano de obra a través de la adopción de modelos educativos de calidad. Establece apoyos para programas de posgrado, becas y certificaciones; prioriza la pertinencia educativa y fomenta el desarrollo de sectores económicos estratégicos. Sus decisiones se establecen en un entorno donde la formación de MOC es parte de un modelo educativo amplio y estable, con poca rotabilidad y lentitud en los procesos de aprobación de la renovación curricular. 
Las instituciones educativas persiguen la excelencia y la calidad, la pertinencia de sus programas para el mercado laboral y la inserción de sus graduados. Se mueven en una dialéctica incierta entre las necesidades educativas del mercado y la demanda real de alumnos, con pocas oportunidades de invertir en estrategias proactivas generales de formación de MOC. 
Las empresas satisfacen requerimientos concretos en procesos industriales o de servicios enfocados en el mejor de los casos en el valor del cliente. El decisor empresario considera los costos de formar MOC siempre que ésta sea de valor para su organización y no disminuyan la jornada laboral, sobre todo en las Pymes mexicanas dominadas por la baja productividad y competitividad. 
En el entorno del individuo es importante el impacto social de su formación, el reconocimiento familiar a los esfuerzos realizados, los incentivos económicos recibidos en un contexto de precariedad y la probable percepción de beneficios intangibles en un circuito meritocrático. Ellos también esperan el reconocimiento de los miembros de la organización donde trabajan. 
No hay vinculación estratégica de las instituciones educativas con las fuentes de trabajo, más allá de las rutinas burocráticas de bolsas de trabajo o pasantías precarias. Son escasos los programas que insertan con claridad a los egresados en un mercado laboral concreto, donde el perfil académico y los requisitos laborales se retroalimenten. La poca gobernabilidad del mercado de trabajo, entendida como un retraimiento del rol al mismo tiempo liberalizador y coordinador del gobierno, favorece la desconexión de las 4 lógicas mencionadas, obligando a que cada actor decida por cuenta propia sin posibilidad de integrarse a una estrategia de provisión de MOC a un mercado global en el cual el vector de demanda está cambiando y la mano de obra barata ya no es un factor diferencial. 
Mientras un ingeniero se forma en 5 años de carrera, entre los 18 y 23 años, el mercado global de trabajo se mueve hacia la automatización y la Industria 4.0. Las currículas de estudio se estancan en revisiones gubernamentales no consensuadas con las necesidades empresarias y los formatos de la MOC profundizan la brecha entre oferta y demanda.

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