viernes, 14 de septiembre de 2018

MÁS PROHIBICIONISMO, MÁS NARCOTRÁFICO

El prohibicionismo de la legislación mexicana como incentivador del narcotráfico
Alejandro Campuzano Alvarez
Licenciado en Derecho por la UAEM (México). Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM. Maestro en Estudios Jurídicos por la UAEM.

Tal parece que la importancia de la ciencia jurídica ha sido reducida al estudio y aplicación de ordenamientos legales, como constituciones, leyes y reglamentos, omitiendo por completo el análisis del impacto político, económico, social y cultural que conlleva la creación de un sistema jurídico. Todo ordenamiento jurídico en México debe ser creado a través de un procedimiento legislativo, mismo que en la ciencia del derecho se conforma de la siguiente manera: iniciativa, discusión, aprobación, sanción, publicación e iniciación de la vigencia del ordenamiento.
Señalado lo anterior, resulta visible que el conflicto del narcotráfico nace a partir de una equivocada y limitada discusión en los recintos legislativos de México. En la Cámara de Diputados y en el Senado de la República continúa vigente el sistema presidencialista que impera en el país, siendo su actuar una legitimación de órdenes provenientes desde Los Pinos, omitiendo el análisis y discusión de las problemáticas sociales, situación que limita y vulnera la división de poderes que en México continúa siendo solo un elemento teórico muy lejano de la práctica.
Es así que el narcotráfico nace en México y en el mundo como consecuencia de la prohibición a diversas drogas desde los recintos legislativos, ya que es menester mencionar que el narcotráfico no es más que la consecuencia de la prohibición del consumo de dichas sustancias y las políticas de interdicción de cultivos y guerra contra el narcotráfico.
He ahí la importancia del derecho, ya que el mismo es estudiado y criticado únicamente desde el quehacer del Poder Judicial. Sin embargo, dentro de la teoría de la división de poderes, es fundamental el trabajo en conjunto del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, siendo este último quien aplica las normas jurídicas (creadas por el Poder Legislativo y avaladas por el Ejecutivo), a un caso concreto a través de sentencias.
Parece ser que la posible solución al conflicto del narcotráfico y la paulatina disminución de la violencia en México deberá partir desde el Poder Legislativo, modificando tanto la Ley General de Salud como el Código Penal. No obstante, y a pesar de los diversos cambios que se han presentado en el mundo respecto a la despenalización en el consumo de diversas drogas (particularmente de la marihuana), México ha mantenido firme su postura prohibicionista, de tal suerte que el mundo del narcotráfico continúa fortaleciéndose alimentado por esa “ignorancia” legislativa que lo empodera a través de dos rubros: el primero por el apoyo y contubernio político obtenido a través de la corrupción en los diversos niveles y órdenes de gobierno, y el segundo por las finanzas estables y ascendientes al seguir siendo un mercado negro en donde el precio es regulado por los cárteles de la droga ante la omisión y ceguera del Estado mexicano.
Lo anterior ha generado que México se haya convertido en un país en donde la violencia y la notoria presencia de los cárteles dentro de los gobiernos locales e inclusive en el gobierno federal sea una constante. Es así que entidades federativas como Guerrero, Michoacán, Veracruz y Tamaulipas, han sido consideradas por diversos especialistas en materia de seguridad pública como narcogobiernos, teniendo esto tres causas principales: a) intereses económicos en común entre el gobierno y los cárteles de la droga; b) apoyo a candidatos y candidatas en campaña para mantener los privilegios y acuerdos una vez que éstos lleguen al puesto de elección popular; y c) la imposición en la toma de decisiones a través de la frase “plata o plomo”.
Si en algo se caracterizó el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto fue por el rotundo fracaso que tuvo en el combate al crimen organizado, elevando las cifras de muertes y violencia en el territorio nacional a un nivel inaudito. Aunado a lo anterior, la evidente corrupción en el actuar del mandatario tuvo como consecuencia la derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones presidenciales, resultado triunfador el actual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
MORENA no sólo obtuvo la mayoría de los votos en la elección presidencial, sino que también tendrá un control absoluto en las Cámaras, teniendo AMLO (en el contexto del presidencialismo mexicano), un poder absoluto en la toma de decisiones, al menos por los siguientes tres años.
AMLO, en su figura de presidente electo, ha señalado que un objetivo de su gobierno será recuperar la paz social, situación por la cual las drogas y el narcotráfico formarán parte esencial de la agenda de gobierno. Señalado lo anterior, y manteniendo la línea de su discurso, ha hecho público que la próxima Secretaria de Gobernación, será la ex ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Olga Sánchez Cordero, misma que ha expresado en reiteradas ocasiones su descontento ante la política prohibicionista y de combate frontal contra el narcotráfico, señalando que la violencia no se combate con violencia y mucho menos criminalizando al consumidor.
Parece ser que México se aproxima a una posible regulación (legalización) no sólo de la marihuana sino de diversas drogas, ya que el debate (jurídicamente hablando), no se centra en la sustancia ni en el daño a la salud del consumidor, sino en el respeto al derecho humano del libre desarrollo de la personalidad, generando con esto políticas públicas preventivas y un combate legal al narcotráfico.
 “La ley puede más que las armas, siempre y cuando la ley no implique el uso de armas”.




No hay comentarios: