lunes, 17 de septiembre de 2018

POLITICAS PUBLICAS DE GENERO, MÁS ALLÁ DEL DISCURSO


Políticas públicas con transversalidad de género. Más allá del discurso
Yesenia Torres Curiel

Las políticas públicas de transversalidad de género han logrado en México ciertos avances en la búsqueda de la igualdad de derechos de las mujeres y la igualdad de género, principalmente en tres áreas: el fortalecimiento del derecho interno, la institucionalidad de género y el aumento de los recursos públicos destinados a políticas de igualdad de género.
El presupuesto federal con destino a la igualdad entre mujeres y hombres alcanzó 27,424 millones de pesos en 2017, creciendo en el período 2008-2017 a una tasa promedio anual del 12.5%. En 2018 el presupuesto se incrementó un 75%, sin que ello implique un mayor impacto efectivo sobre las mujeres luego de medir la inflación, la asignación por rubros (incremento del 300% para adultos mayores, sin perspectiva de género) y el costo de la corrupción institucional. En proporción al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) este gasto representa entre un 0.5% (2008-2017) y un 0.9% (2018), un porcentaje menor si se busca un avance concreto en términos de resultados.
La reforma política de 2014 elevó a rango constitucional la garantía de la paridad de género en las candidaturas al Congreso federal y los estatales, avance que se consolidó al año siguiente al establecerse la obligatoriedad de cumplir con la paridad en el registro de candidaturas.
El presidente electo Andrés Manuel López Obrador afirmó en el Foro Forbes Mujeres Poderosas de junio pasado que "las mujeres son una fuerza decisiva para el desarrollo económico y social, así como las protagonistas en el camino para lograr la paz y la reconciliación. Sin embargo, por años se ha limitado su empoderamiento".
El nuevo gobierno buscará un Estado “más igualitario, inclusivo, diverso y garante de los derechos de toda la ciudadanía, un gobierno que velará por una perspectiva de género transversal en todas las políticas económicas, sociales y culturales”.
La tarea será difícil. ONU Mujeres reconoce avances, pero el logro de la igualdad de género en México enfrenta desafíos estructurales por la brecha persistente entre la igualdad formal y la igualdad sustantiva en todas las áreas del desarrollo. Existe una gran distancia entre lo estipulado en leyes, planes, programas y presupuestos sobre derechos de las mujeres y el grado de cumplimiento efectivo de esos derechos en la práctica cotidiana. Se avanzó en armonizar las leyes y políticas con los compromisos internacionales asumidos, en particular con la CEDAW, pero es una sincronización parcial, atraso más notable en el nivel estatal y municipal.
La rendición de cuentas para el logro de la igualdad de género es deficiente cargando con un escaso financiamiento y predictibilidad para la agenda de igualdad de género, tanto en términos de recursos nacionales como internacionales.
Llama la atención un caso particular de política pública para el empoderamiento de la mujer. Se trata del Programa Nacional de Financiamiento al Microempresariado (Pronafim) que opera desde el año 2001 en la órbita de la Secretaría de Economía. Tiene como objetivo contribuir a la creación de unidades económicas y al incremento de la productividad de las que ya existen, otorgando servicios de microfinanzas. La proporción de mujeres apoyadas muestra resultados alentadores en el intervalo 2012-2017.
En dicho período se canalizaron $ 12,283.00 millones de pesos, alcanzando con microcréditos a 3,761,057 mujeres (92%) y capacitando a más de 189,000 (89%). El apoyo promedio por microcrédito fue de $ 7,811 ($ 10,240 en 2018).
El monto del microcrédito es muy bajo respecto al nivel mínimo necesario para el empoderamiento económico de las mujeres, pero el programa tiene cobertura en regiones de alta vulnerabilidad. En consecuencia los microcréditos son convirtieron en un alivio para economías de subsistencia más que políticas de igualdad de derechos o de género.
Además la inversión federal tiene una constante decreciente en los intervalos interanuales de mediciones de largo plazo. La Secretaría de Economía informa que el presupuesto original 2018 del Pronafim se ha reducido en un 99.8% respecto a 2004 y aclara que en 2018 se operaría apenas con los recursos patrimoniales de los dos fideicomisos con los que cuenta. “Este último año podríamos decir que no tuvimos nada de presupuesto… se puede decir que el presupuesto está en cero”, explicó la Coordinadora General de Pronafim, Cynthia Villarreal Muraira.
En el diseño de las políticas públicas las disposiciones presupuestarias deben ser congruentes con la transversalización de género y debe existir una lógica de sustentabilidad en la intervención gubernamental. Está en juego el alcance de las políticas que benefician a las mujeres, su impacto, dimensión y perdurabilidad. Es el desafío del próximo gobierno, más allá del discurso.

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