Por Joseph Santolan
29 de mayo 2013
http://www.wsws.org/en/articles/2013/05/29/phil-m29.html
Un tenso enfrentamiento se está desarrollando en el Mar Meridional de China entre un grupo de infantes de marina de Filipinas y varios buques de guerra chinos. El enfrentamiento se produce en torno a un banco de arena, que ha sido ocupado por las Filipinas, en las disputadas Islas Spratly. Este enfrentamiento en el Mar del Sur de China se desarrolla mientras las tensiones continúan cocinándose a fuego lento entre Taiwán y Filipinas sobre la muerte de un pescador taiwanés.
Los infantes de marina de Filipinas están ocupando un antiguo buque-tanque de desembarco estadounidense, el BRP Sierra Madre, que fue hundido deliberadamente por la Armada de Filipinas en el banco de arena en 1999 en un intento de construir un pequeño destacamento naval. El bajío, alternativamente conocido como Ayungin, Segundo Thomas o Ren'ai en China, se encuentra a 105 millas náuticas de la isla más cercana de Filipinas, Palawan.
Las Islas Spratly, de las que el banco de Ayungin es parte, son reclamadas por China, Taiwán, Vietnam y Filipinas. Las Spratly son el centro de una de las más concurridas y vitales rutas marítimas más importantes del mundo.
El casco oxidado del Sierra Madre ha sido ocupado por los marines filipinos por más de una década. En promedio, 10 soldados armados con ametralladoras están estacionados en la base improvisada, rotando de vez en cuando. La estación existe con el único propósito de replantear la afirmación de Filipinas sobre las aguas circundantes, ricas en petróleo y estratégicamente vitales.
A lo largo de diez años, el Sierra Madre se ha estado hundiendo poco a poco y si no es apuntalado se hundirá en el mar del sur de China. Las Fuerzas Armadas de Filipinas, por instrucciones del Presidente Aquino, han comenzado a llevar materiales de construcción frescos al lugar, para la construcción de una plataforma nueva sobre el marco decrépito.
El 9 de mayo, la Armada de Filipinas anunció que había descubierto barcos chinos en las cercanías del banco de Ayungin y envió a sus propios barcos para investigar. El 18 de mayo anunciaron que estaban enviando tres naves patrulla a la zona para evitar que los barcos chinos regresaran. Informes posteriores indicaron que buques de guerra chinos habían rodeado el banco.
La Armada de Filipinas no pudo abastecer al pequeño grupo de infantes de marina en el bajío de Ayungin durante la última semana. La visita exitosa de algún buque de Filipinas no ha sido aún reportada en la prensa.
Esto podría convertirse en otra fuerte disputa entre Pekín y Manila, tras el caso del año pasado en el Scarborough Shoal, al que China afirmó haber cobijado bajo su "control efectivo", desplegando buques policiales para mantener el gobierno y a los barcos pesqueros de Filipinas fuera de los arrecifes. Beijing está empleando la misma táctica para "retomar" el Segundo Thomas.
El presidente Aquino emitió una declaración afirmando que esta lengua de coral en las Islas Spratly era una "parte integral" de Filipinas. Hong Lei, portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, respondió declarando que Beijing tiene "soberanía indiscutible" sobre el banco. Agregó que "los buques chinos tienen derecho a patrullar regularmente allí".
Washington entró con mucha fuerza en el tenso enfrentamiento armado con el envío del USS Nimitz, un portaaviones de propulsión nuclear al Mar del Sur de China, navegando desde Corea del Sur hasta Phuket en Tailandia. La intervención de Washington fue una provocación calculada, una exhibición de poderío militar deliberadamente dirigido a China.
La intervención de Estados Unidos pone de relieve el hecho de que Filipinas, sólo tiene capacidad de participar en estas confrontaciones peligrosas con Beijing a causa del respaldo y estímulo de Washington. Durante el enfrentamiento del año pasado en el Scarborough Shoal, la administración Obama indicó su apoyo a Manila bajo el paraguas del Tratado Estados Unidos-Filipinas de defensa mutua de 1951.
El apoyo a Filipinas contra China es parte del "eje" de Obama sobre Asia destinado a contener a China por las vías diplomática, económica y estratégica. El sudeste asiático es un componente vital de los planes de guerra del Pentágono, que incluyen un bloqueo potencial a China, cortando las principales rutas de navegación de materias primas y petróleo desde Oriente Medio y África.
China respondió a la presencia de la Marina estadounidense con su propio despliegue de fuerza. El Ejército Popular de Liberación de China (EPL) ha anunciado un ejercicio conjunto de sus tres flotas navales -Norte, Este y Sur-. El simulacro se realizó en el Mar del Sur de China e incluyó buques de guerra, submarinos y aviones de guerra. El coronel retirado PLA Yue Gang, dijo al periódico de estatal de línea dura, Global Times, que "el ejercicio militar conjunto también pretende decir a Filipinas que la dura postura de Beijing hacia ellos va a continuar".
El gobierno filipino respondió con bravatas. El portavoz del Departamento de Asuntos Exteriores, Raúl Hernández, anunció que China estaba "violando el derecho internacional". El secretario de Defensa de Filipinas, Voltaire Gazmin, declaró: "hasta el último soldado de pie, vamos a luchar por lo que es nuestro".
El presidente Aquino anunció que Filipinas gastaría $ US 1.820 millones de dólares para modernizar sus fuerzas armadas y para defender a Filipinas contra lo que llamó "matones que entran en nuestro patio trasero". Este comentario hace referencia directamente a China, y en menor grado, a Taiwán.
El enfrentamiento armado en las Islas Spratly entre Filipinas y China se produce al mismo tiempo que las tensiones en curso entre Filipinas y Taiwán. Taiwán ha impuesto un embargo sobre la concesión de visados a los trabajadores filipinos que tratan de entrar en el país, en respuesta al pescador taiwanés que fue muerto a tiros en las aguas en disputa por la Guardia Costera de Filipinas a principios de este mes.
Las relaciones entre las Filipinas y Taiwán se han deteriorado en gran medida como resultado de estos eventos y Beijing ve en este distanciamiento una oportunidad para establecer vínculos más estrechos con Taipei. Washington no quería un deterioro de las relaciones entre Taiwán y Filipinas, porque fortalecería la posición de China en el Mar Meridional de China.
Con las llamadas del Departamento de Estado de Estados Unidos y de miembros del Congreso para que los dos aliados de Estados Unidos resuelvan sus disputas, ambos países están investigando el asunto. Equipos oficiales de investigación de Taipei y Manila han intercambiado visitas, y se informa que el gobierno filipino ha suministrado material de los disparos al gobierno de Taiwán.
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