martes, 27 de marzo de 2012

COMMODITIES CRIMINALES: LA HEROÍNA NEGRA

Commodities criminales: la heroína negra
http://www.stratfor.com/analysis/criminal-commodities-series-black-tar-heroin~~V

México sigue siendo un canal importante para la producción de drogas ilícitas con destino a Estados Unidos. Gran parte de cualquier cobertura que se haga sobre México siempre tiende a concentrarse en las organizaciones criminales mexicanas y en la forma en que sus operaciones se relacionan con Estados Unidos. Es importante destacar que estas organizaciones criminales, como entidades ilegales, operan dentro de limitaciones geográficas, políticas y económicas, y del mismo modo los commodities de los que se benefician se ven limitados por una serie de factores.
Las organizaciones criminales mexicanas trafican cuatro principales drogas ilícitas: marihuana, cocaína, metanfetamina y heroína negra (black tar heroin). Examinaremos las limitaciones que implica la producción de cada droga y cómo esas limitaciones afectan los intereses comerciales de las organizaciones criminales mexicanas.
Cabe señalar que lógicamente el análisis de los commodities en el mercado negro es más difícil que el análisis de los commodities en el mercado legal. En el primer caso, los productores fabrican sus productos de manera ilegal, lo que los aísla de las regulaciones del mercado y de la rendición de cuentas. A diferencia del cultivo de productos lícitos -el trigo, el arroz y el maíz, por ejemplo- los productos en el mercado negro no acercan datos a los trabajos de campo o a las estadísticas de rendimiento de los cultivos. En consecuencia muchas figuras utilizadas en esta serie son estimaciones a partir de fuentes como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Por lo tanto, es más difícil ser precisos entre las mercancías del mercado negro que en las economías legítimas.

La heroína negra
En los últimos siete años, la producción mexicana de heroína ha aumentado de manera espectacular, pasando de un estimado de 8 toneladas métricas en 2005 a 50 toneladas métricas en 2009. La mayor parte mayoría de la heroína tiene como destino la exportación a los Estados Unidos y, en consecuencia, para el año 2010, el 58% de todas las incautaciones de heroína en los Estados Unidos se realizaron en la frontera suroeste con México.
Gran parte de este aumento se ha atribuido a la creciente prevalencia de la heroína negra, un derivado opiáceo menos refinado que su famoso primo, la heroína blanca. La mayor región productora de opio de México se encuentra a lo largo de la Sierra Madre Occidental y de la Sierra Madre del Sur, que se extiende desde Chihuahua en el norte hasta Oaxaca en el sur. Los carteles mexicanos que controlan este territorio, en particular la Federación de Sinaloa, lo utilizan para diversificar sus actividades de tráfico de drogas más allá de la marihuana, la cocaína y la metanfetamina y aumentar su producción de la variedad altamente rentable de heroína negra.

Los cultivos de opio
Originalmente nativa de Asia occidental, la amapola del opio se introdujo como cultivo en México en la década de 1930 para la producción de morfina y otras drogas farmacéuticas de base opiácea. Una de las ventajas de México en el cultivo de la amapola es su clima templado, lo que permite a muchos agricultores obtener dos cosechas de amapola por año en lugar de sólo una. Las amapolas crecen mejor en México a lo largo de la cordillera Sierra Madre Occidental, que incluye los estados de Chihuahua, Sinaloa, Durango, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero y Oaxaca. En la Sierra Madre Occidental las amapolas crecen a lo largo de los picos ubicados por encima de los 1.000 metros (3.300 pies) donde el aire es seco. Las amapolas son generalmente conocidas por ser plantas resistentes, pero no prosperan en condiciones muy húmedas, lo que hace que la costa este de México sea un escenario cada vez menos adecuado debido a las fuertes lluvias y el clima tropical.
Las amapolas exigen algún mantenimiento. Por lo general requieren de riego y dado que son plantas anuales es necesario volver a plantarlas en cada temporada. Sin embargo, al tratarse de cultivos anuales, esto también supone una ventaja para los productores, ya que es bastante fácil volver a plantar un campo y así obtener una cosecha en un tiempo predeterminado en el caso de que el cultivo inicial sea erradicado o se muera.
Las amapolas se plantan típicamente en la primavera temprana y tardan alrededor de tres meses para madurar. La "maduración" de la adormidera significa que nace una vaina en el extremo del vástago. Los agricultores cosechan la goma de opio de estas vainas mediante la punción de la superficie extrayendo el líquido que se filtra. Esta materia prima es la base del opio, a partir de los cuales se pueden procesar morfina, heroína blanca y heroína negra (entre otros productos opiáceos).

De la flor a la droga
Aunque la mayoría de la goma de opio de Afganistán, el sudeste asiático y Colombia se sintetiza en heroína blanca, los grupos en México han desarrollado un atajo en la fase de procesamiento que les permite producir la heroína negra, más barata pero aún así muy poderosa. La heroína blanca se hace mediante un previo aislamiento de la morfina del opio y la heroína se produce a continuación de la síntesis de la morfina. Este es un procedimiento complicado y caro en comparación con la producción de heroína negra, que se saltea el paso intermedio de aislamiento de la morfina y la heroína es sintetizada directamente del opio. Además de ser un procedimiento más rápido, parece que los productores mexicanos pueden sustituir el anhídrido acético, que es caro y está fuertemente regulado y que se requiere para procesar la droga, con ácido acético. El ácido acético diluido es esencialmente vinagre, por lo que es fácilmente accesible en grandes cantidades a bajo precio: se invierten unos 50 dólares en valor de anhídrido acético para hacer un kilogramo de heroína, pero sólo hacen falta $ 10 en valor de ácido acético. Como resultado, la heroína negra no es tan pura ni se ve tan limpia como la heroína blanca, pero tiene un efecto comparable. También puede consumirse inhalándole o fumándola, además de ser inyectada, que es el principal método de consumo de la heroína blanca.
El principal ingrediente de la heroína negra es el opio crudo. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito no cuenta con estadísticas sobre el precio del opio en bruto en México, sin embargo, la oficina ha obtenido el precio de la droga en Colombia, el país productor geográficamente más cercano. El precio del opio en bruto en Colombia es de $ 310 por kilogramo y es probable que el precio de México sea similar.
La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos estima que la heroína negra se vende en alrededor de $ 30 por gramo, frente a los $ 50 por gramo de la heroína blanca o frente a dosis equivalentes de otras drogas con efectos similares, como la oxicodona. Sin embargo, en algunas partes de Estados Unidos, la heroína negra puede costar $ 15 por 1/10 de gramo cuando se entrega en las residencias particulares que son destino de las redes de distribución, muchas de las cuales tienen vínculos en México. Las ventas en estas cantidades más pequeñas hacen de la droga un negocio extremadamente lucrativo.
Basados en estimaciones del Departamento de Estado del año 2009, los productores mexicanos de amapola tenían capacidad para producir 125 toneladas de heroína negra. Usando como parámetro los mismos $ 15 por 1/10 de gramo estimados antes, esto significaría que la cosecha total de México tiene un valor potencial en la calle de alrededor de $ 17 mil millones. Sin embargo, el margen de beneficio real es probablemente mucho menor debido a la diferenciación en los precios de venta y a los esfuerzos de erradicación e interdicción por parte del gobierno mexicano, así como a los costos del tráfico.

Explotación
En la actualidad, Afganistán es el mayor productor mundial de opio y es responsable de aproximadamente el 90% de la oferta de heroína del mundo. Sin embargo, México está incrementando su participación y se estima que es el segundo mayor productor mundial de heroína. A partir de 2009, se estima que México cultiva amapola suficiente para abastecer a alrededor de un 7% del mercado mundial de heroína. Asimismo, también la producción de opio en México tiene posibilidades de crecimiento. En 2009, los productores mexicanos de opio requerían 46 hectáreas para producir una tonelada de opio, por debajo de las 90 hectáreas requeridas en el año 2000. Los promedios internacionales han oscilado entre 20 y 40 hectáreas por tonelada métrica para los últimos 10 años, por lo que parece que los rendimientos del opio en México pueden aumentar, por no mencionar el potencial de crecimiento del área total de cultivo de la adormidera.
Sobre la base de la ubicación geográfica de las áreas de cultivo de amapola en México y las rutas de tráfico de heroína negra que tendrían que recorrerse para llegar a Estados Unidos, parece que la Federación de Sinaloa se beneficiaría más del comercio de heroína negra en México; de hecho muchos traficantes de heroína negra arrestados en Estados Unidos han tenido vínculos con la Federación de Sinaloa en México. Sin embargo, el principal rival de Sinaloa, Los Zetas, no están por completo fuera del mercado de la heroína, como lo demuestra la carretera Interestatal 35, un corredor que conduce al sur de Texas (un conocido territorio Zeta), donde se ve una gran cantidad de tráfico de heroína. También hay un bolsón de cultivo de adormidera en el suroeste de México, bajo control del cartel del Pacífico Sur, que está asociado a Los Zetas. Geográficamente, no parece que la Federación de Sinaloa cuente con el control total sobre el cultivo de adormidera (y por lo tanto, sobre la producción de heroína de alquitrán negro), pero el grupo parece tener una cierta ventaja.
El Departamento de Estado de Estados Unidos estima que el área de cultivo de la adormidera en México se multiplicó por siete desde 2002 hasta 2009, pasando de 2.700 hectáreas a 19.500 hectáreas haciendo posible el aumento de la producción mexicana de heroína negra de dos dígitos a tres dígitos en toneladas. No hay ninguna razón para creer que la producción haya caído desde esa época, y dada la tasa de crecimiento del cultivo de la adormidera, la producción real de heroína negra puede ser mucho mayor que las 50 toneladas métricas estimadas en 2009. Mientras tanto, las incautaciones de heroína en la frontera México-Estados Unidos casi se triplicaron, desde 228 kilogramos en 2005 a 642 kilogramos en 2009. Los datos de las incautaciones son siempre imperfectos, no sólo porque el incremento en los decomisos podría explicarse por otros factores tales como nuevas tácticas policiales o de inteligencia, sino porque este aumento va a la zaga del aumento de la producción; es probable que la producción de heroína mexicana esté en aumento, al igual que los beneficios derivados de su comercio.

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