viernes, 26 de octubre de 2018

VISIÓN JURÍDICA DE LA CARAVANA MIGRANTE


La caravana migrante. Una perspectiva desde el ámbito legal
Alejandro Campuzano Álvarez, Investigador Jurídico del CEEYPP

La caravana migrante encabezada por hondureños y salvadoreños ha puesto en jaque la política exterior e interior de México y Estados Unidos. Particularmente en el caso mexicano la problemática generó interés social a partir de diversas opiniones que dividieron el pensar y sentir de los mexicanos sobre el ingreso de inmigrantes al país.
Por una parte se encuentran los defensores de un sistema legal (aunque no de justicia), los mediante el cual se argumenta que el ingreso abrupto de inmigrantes violenta la normatividad jurídica y la institucionalidad del Estado mexicano, ya que al ingresar al país por la fuerza (tal y como se pudo apreciar en diversas imágenes y videos) sin sufrir consecuencias legales se legitiman conductas que más adelante serán difíciles de controlar.
Por otra parte, encontramos a diversos grupos sociales que se han solidarizado con la causa migratoria debido al sentimiento de empatía motivado en gran medida por el discurso racista del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, contra los mexicanos. Más allá de las cuestiones meramente legales, estos grupos sociales se identifican con el movimiento en virtud de que la búsqueda de mejores oportunidades (American dream) no es distintivo de una sola nación.
La opinión pública se ha dividido. Mientras unos pugnan por el respeto al estado de derecho, otros se enfocan en un estudio global de la problemática que va más allá de los instrumentos jurídicos, analizando y enfatizando en los diversos cambios de fondo que se tienen que realizar no solo en México sino en Latinoamérica.
Resulta importante enfatizar que una persona al emigrar lo hace como último recurso al no encontrar oportunidades laborales, de seguridad, educación o salud en su país de origen, evitando así asociarse con grupos delictivos. Es precisamente allí en donde se encuentra la problemática y el descontento social, ya que quienes no comulgan con el ingreso de los inmigrantes al país argumentan la falta de oportunidades en México para los mexicanos, resultando imposible que inmigrantes se puedan colocar en el mercado laboral, situación ante la cual el crimen organizado, a través de redes delictivas, puede cooptarlos tal y como sucedió en años pasados con el cártel de Los Zetas.
No obstante hay que cuestionarse ¿qué es lo que realmente molesta a miles de mexicanos, el ingreso ilegal de inmigrantes al país o que los inmigrantes sean centroamericanos? La respuesta parece hallarse en esta segunda interrogante. El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en una encuesta intercensal efectuada en el año 2015, destacó que casi un millón de estadounidenses viven y trabajan de forma ilegal en México. Sin embargo el fenómeno llamó la atención porque se trata de inmigrantes norteamericanos. Lo contrario ocurre en la frontera sur donde los parámetros de revisión y criterios de deportación tienen un distintivo discriminatorio. Ahí radica la doble moral del discurso mexicano; mientras un millón de estadounidenses “ocupa” espacios laborales “destinados” a mexicanos, la molestia y el enojo aparecen cuando un grupo aproximado de siete a ocho mil hondureños y salvadoreños ingresan al país.
Es incongruente y racista el pensamiento de la mayoría de los mexicanos, ya que si en verdad buscamos un cumplimiento cabal de la normatividad jurídica en materia migratoria habría que empezar por los que se asientan en territorio nacional, que en su mayoría son prófugos de la justicia de Estados Unidos. Resulta cuestionable el quehacer jurídico que criminaliza a personas que sólo buscan mejores oportunidades de vida. Por lo tanto requerimos de una política migratoria humanitaria sustentada en derechos humanos.
Hablando de derechos humanos, el gobierno mexicano ha reiterado su descontento con la forma de ingreso de miles de inmigrantes al país. No obstante el presidente Enrique Peña Nieto ha señalado en distintas ocasiones que el actuar de la Policía Federal deberá ser conforme a derecho siguiendo los diversos protocolos que buscan salvaguardar los derechos humanos.
No olvidemos que el objetivo primordial de la caravana no es asentar ciudadanos hondureños o salvadoreños en México, ya que el país es sólo un punto de enlace. Por lo tanto el gobierno mexicano debe acompañarla para evitar problemáticas sociales tales como violación a los derechos humanos por parte de distintas autoridades estatales o municipales a inmigrantes, agresiones por parte de ciudadanos mexicanos a inmigrantes o viceversa y evitar la inmersión de los cárteles de la droga en el recorrido de la caravana.
Enfatizando el último punto la situación puede tornarse complicada si los cárteles de la droga suman a sus filas a cientos de migrantes. Por una parte se acrecentaría la problemática del narcotráfico en el país y por otra se desvirtuarían los movimientos sociales, tales como la caravana, cuyo objetivo principal es la búsqueda de mejores oportunidades para vivir una vida digna.
Culturalmente los inmigrantes centroamericanos han sido estigmatizados como delincuentes, situación por la cual carecen de derechos humanos frente a las autoridades migratorias policiales y es allí donde el crimen organizado encuentra la oportunidad para cooptar y explotar a hombres y mujeres cuyo único delito fue emigrar para hallar mejores oportunidad y elevar su calidad de vida.
Debemos recordar que ante la ausencia del Estado hay presencia del crimen organizado. Si México algo ha aprendido es que ante la ceguera del Estado siempre surgen problemáticas (corrupción y narcotráfico) que al enfrentarlas resultan ser estructuras difíciles de doblegar.

jueves, 25 de octubre de 2018

NUEVA DOCTRINA MONROE

Nuestra América en peligro sin precedentes por la nueva geopolítica de la Doctrina Monroe
Miguel Angel Barrios
https://www.geopolitica.ru/es/article/nuestra-america-en-peligro-sin-precedentes-por-la-nueva-geopolitica-de-la-doctrina-monroe

Hemos venido sosteniendo que la mal llamada doctrina Monroe- en verdad una declaración unilateral del presidente de Estados Unidos, James Monroe- ha dado un nuevo giro de tuerca que pone en grave peligro la supervivencia misma de los Estados de Nuestra América, hoy sin un rumbo geopolítico.
La causa central es la lucha por la supremacía mundial en la isla mundial euroasiática-lo que el geopolítico inglés Mackinder denominó el corazón decisivo de la tierra-. Allí como sabemos EEUU, China y Rusia y otras potencias regionales como Turquía, Arabia Saudita e Irán se hallan disputando verdaderas guerras de a trozos en la visión del Papa Francisco. Por citar los ejemplos de Irak, Afganistán, Siria, Yemen, Ucrania, etc. El mar meridional de la China es un epicentro geoeconómico y geopolítico de vital importancia. Y por otro lado, una Conferencia económica de Asia y Europa acuerdan acciones y críticas a la política norteamericana en la región, toda una novedad geopolítica, de la que todavía no tomamos dimensión.
En ese contexto, Estados Unidos viene avisando, lo hizo Trump -y también Obama- una reactualización de la "doctrina Monroe" consistente en crear escenarios de agresión a Nuestra América, porque por necesidad estratégica necesitan que "el patio trasero" no genere ningún tipo de turbulencia. Nos llama la atención, el silencio absoluto de nuestros gobiernos, lo que nos hace pensar que no hay nada de inocencia sino complicidades en este tablero geopolítico peligrosísimo.
Estados Unidos en su doctrina Monroe con nuevo rostro, la asentó en tres pilares:
Una guerra comercial con China, con la finalidad de que el gigante asiático no le saque mercados tradicionales, como está ocurriendo.
Una guerra judicial extraterritorial direccionada, novedosa, cuyo arquetipo es el juez Moro, del Brasil. Con un currículum frondoso, como lo demostró Luis Alberto Moniz Bandeira formado en el Pentágono a pesar de su juventud. Y que llevó a la prisión a Lula. Esto, no nos habilita, a la negación como hace el progresismo -variante del social-liberalismo- de la epidemia de inseguridad y corrupción que existe en Nuestra América y que debemos enfrentarla, pero desde nosotros, no desde una agenda direccionada. Negarla sería ser lo más funcional al imperialismo.
La policialización de las FFAA y la transformación de las policías en guardias nacionales, con la finalidad de enfrentar a los nuevos enemigos: el narcotráfico y el terrorismo, pero cuya finalidad es la apropiación de nuestros recursos naturales. Este escenario lo hemos desarrollado con abultada documentación en el lejano 2008 con el Diccionario Latinoamericano de Seguridad y Geopolítica y más recientemente en Geopolítica de la Seguridad en América Latina. 
Ahora, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, acaba de anunciar que designaron a cinco grupos, cuatro de ellos latinoamericanos, como organizaciones criminales transnacionales que serán objeto de investigaciones y procesamientos más duros. Entre las organizaciones que serán objetivo de la ofensiva puesta en marcha por una disposición especial destacan la Mara Salvatrucha (MS-13), el cartel de Sinaloa y el cartel de Jalisco Nueva Generación, ambas mejicanas y el clan de Golfo (colombiana). Además de estos grupos con lazos en Latinoamérica, la lista del Fiscal general destaca a Hezbolá, cuya actividad está centrada en el Líbano.
El "equipo de experimentados fiscales contra el tráfico internacional de narcóticos, terrorismo, crimen organizado y lavado de dinero", investigará los individuos y redes que prestan apoyo "al grupo chií libanés", dijo Sessions. En 90 días tendrán los integrantes de este grupo las directivas específicas para "perseguir a estos grupos, con el objetivo final de sacarlo de las calles".
Esta directiva, en nuestra opinión se torna muy peligrosa principalmente por tres puntos:
No se define con precisión el concepto estratégico de terrorismo. Y está indefinición terminológica puede llevar a confusiones peligrosas, porque todo puede ser "terrorismo". Para nosotros, terrorismo es una táctica de la violencia con fines políticos, que lo puede realizar desde un actor individual, una organización de cualquier índole o un Estado.
Más aún, desde este punto de vista Estados Unidos ha sido el Estado más terrorista del mundo con su doctrina de la guerra preventiva. Como así también, como lo dijo el Papa Francisco, debemos tener la prudencia de no asociar automáticamente terrorismo con islamismo.
El crimen organizado es un actor político territorial que a partir del núcleo de narcotráfico contiene más de 23 tipos de delitos y tiene como finalidad la fragmentación de los Estados. Esto es así, porque el narcotráfico tiene los mismos atributos del Estado: territorialidad, monopolio de la fuerza, regulación y sustentabilidad. Y por eso, por primera vez en la historia en América Latina se puede volver peligroso el nacimiento de Estados criminales o narco-democráticos. Porque Estados Unidos no dice una obviedad: no existe crimen organizado sin connivencia de sectores de la política, de la justicia, de la policía y del "empresariado". Pero sobre todo solo funciona con la complicidad en el lavado de activos de las "guaridas fiscales" y en los grandes bancos del sistema financiero global, que forman parte de su territorio. Con el agravante de ser los Estados Unidos el principal mercado consumidor del mundo.
En este punto, consideramos demasiado simple la definición que realizó la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional en Palermo (Italia) en el 2000, al definirla en su Artículo 2: "Se entenderá por un Grupo Delictivo Organizado, un grupo estructurado de tres o más personas que existe durante un cierto tiempo y que actúe concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados con arreglo a la presente Convención con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico u otro beneficio de orden material". En este punto, la omisión es grave porque no se logra identificar el identikit, del crimen organizado, porque se lo caracteriza en el nivel delictual micro o macro pero se omite detectarlo como un actor político económico que no funcionaría sin la alianza mafiosa del casino financiero global conformado repetimos, por los grandes bancos y los paraísos fiscales.
El último punto, se refiere al terrorismo islámico y al concepto geopolítico de Triple Frontera -categoría geopolítica nacida en la CIA, como fuente del financiamiento de los atentados a la Embajada y AMIA-. En verdad siempre fue el hito de las tres fronteras que unen Iguazú (Argentina), Foz de Iguazú (Brasil) y Ciudad del Este (Paraguay).
Son verdaderos puntos de integración con las cataratas, Itaipú, la Universidad Latinoamérica de Integración-UNILA- (casa de altos estudios con alumnos de toda América del sur, fundada por Lula en su último acto de gobierno) y la Universidad Internacional Tres Fronteras UNINTER, en ciudad del Este, modelo de universidad integracionista, de la cuál tengo el honor de ser Profesor.
La realidad supera a todas las difamaciones que allí actúan células terroristas, nunca se comprobó nada, a pesar de los infinitos informes de Israel y EEUU. El récord de turismo es incesante año a año, para tomar un mero dato. Lo que ocurre en la mal llamada triple frontera, es el problema del contrabando, y así como cayó un miembro de la familia Barakat, también el ex-presidente del Paraguay Horacio Cartes, ha sido acusado de falsificación de cigarrillos, al ser propietario de la mayor fábrica. Esto, no quiere decir, que se descarte de antemano, pero advertimos que cuando Estados Unidos invadió Afganistán en el 2001, el subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Douglas Feith propuso invadir la mal llamada triple frontera y fue rechazada en la comisión de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano.
No nos olvidemos, que las futuras guerras -que ya están- son las guerras cibernéticas y la guerra por los recursos -y allí se encuentran un verdadero océano de agua potable, que es el acuífero guaraní-. Nuevamente estamos, en una nueva fase de la guerra de la independencia y la lucha no pasa por "la derecha o el progresismo", nada más afín al imperialismo, sino por Estado Continental o Narco-democráticos, y si queremos ser Patria el ovillo es únicamente volver a San Martín, Bolívar y Perón -el verdadero, no los que quieren hacer una caricatura del conductor-. Y si no lo logramos por no distinguir el camino principal del secundario, tendrá razón Jaguaribe, cuando dijo "nos merecíamos ser el cementerio de la historia", si no tenemos el coraje de SER.

miércoles, 24 de octubre de 2018

EL "PATIO TRASERO" GOLPEA LA MURALLA DEL IMPERIO


La caravana migrante en la filosofía de la historia
Norberto Emmerich
http://revoluciontrespuntocero.mx/la-caravana-migrante-en-la-filosofia-de-la-historia/ 

Arnold Toynbee, el notable historiador británico, reflexionó en su obra "Estudio de la historia" sobre los problemas centrales de la humanidad y adjudicó un rol central a dos procesos civilizatorios a los que denominó "la embriaguez de la victoria" y la "migración de pueblos", un doble mecanismo que lleva a la caída de los imperios y de las civilizaciones a partir del estudio del Imperio Romano.
Las civilizaciones atraviesan su mayor momento de peligro en el preciso instante en que experimentan su mejor posición, en el punto más alto de su desarrollo, cuando el mundo parece re-crearse a su imagen y semejanza. En ese momento los imperios se ven sin enemigos a su alrededor, exportan el "american way of life" y dominan sin oprimir. A partir de allí comienza su irrefrenable decadencia, crisis y desaparición, la victoria produce una embriaguez imposible de evadir, cuando los frutos del esfuerzo le son otorgados al vencedor, que se retira a disfrutar del ocio y la riqueza merecidos.
El aspecto característico en el proceso de desintegración de una civilización ocurre en el ámbito social y se manifiesta en una descomposición interna que tiene por protagonista a una minoría dominante creadora de un Estado universal legitimado casi siempre por la fuerza. Desde las primeras experiencias americanas en la guerra contra España por la independencia de Cuba en 1898 hasta el desarrollo obtenido tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, se fue cimentando y construyendo paulatinamente el poderío externo de Estados Unidos.
La acción combinada del proletariado interno (la América profunda) y del proletariado externo (las corrientes migratorias) amenaza desde adentro y desde fuera al Imperio, hasta que llega su extinción. El ciclo vital de una civilización concluye en el momento en el que empieza a nacer el que dará lugar a una nueva civilización. Este proceso genético, alumbrado por la irremediable decadencia de la minoría dominante desde adentro y las sucesivas oleadas migratorias (Volkerwanderungen) desde afuera, da paso a un “interregno”, un tiempo caótico previo a la posterior época estable de formación y desarrollo. Ese "interregno" parece ser la característica dominante del momento actual.
En el Imperio Romano el proletariado externo llegó como una inundación desde más allá de las fronteras de la antigua sociedad: germanos y eslavos de Europa Septentrional, sármatas y hunos de la estepa euroasiática, sarracenos de la península arábiga, bereberes del Atlas y del Sahara se fueron agolpando contra las murallas del Imperio triunfante. Ya no pretendían participar de los beneficios imitando la cultura del vencedor, estaban alistándose para un asalto final a la fortaleza debilitada. Durante largas décadas Estados Unidos fue, y en gran medida sigue siendo, un lugar de inmigración de ciudadanos de todos los países. Pero las oleadas migratorias hispanas, la mexicana en primer lugar, fueron perforando su identidad. Con mucha razón Samuel Huntington se preguntó ¿Quiénes somos?, luego de haber escrito El choque de las civilizaciones.
Cuando la civilización está en crecimiento, el territorio nativo donde se asienta su fuerza está resguardado del impacto de la barbarie externa por un amplio umbral o zona amortiguadora a través de la cual la civilización fluctúa en varias capas de distintos salvajismos. Desde el avanzado norte mexicano hasta la decadencia salvadoreña, la barbarie externa se despedaza en una innumerable cantidad de capas y variantes de pobreza, crimen y corrupción.
Pero cuando una civilización entra en colapso y las hostilidades entre el interior y el exterior van creciendo, esta zona amortiguadora desaparece. El umbral es sustituido por una frontera militar, una línea que no tiene ancho, un muro, una alambrada, una cerca. A lo largo de esa línea, una minoría dominante frustrada y un proletariado externo furioso se miran frente a frente bajo el ojo de las armas. Este frente militar ya no deja irradiar cultura ni imitación, sólo la técnica militar da las respuestas, un artículo de cambio social que trae guerra. Brillantemente Toynbee afirma que "este equilibrio temporal y precario de fuerzas, inevitablemente se inclina con el paso del tiempo, a favor de los bárbaros".
La carava migratoria centroamericana, sumando simpatías y apoyos a su paso, es el principal dilema global del momento. En medio del último tramo de la larga transición presidencial en México y la cercanía de las elecciones de medio término en Estados Unidos, los "bárbaros" están obligando a la militarización de la frontera americana y a respuestas tan improvisadas como encendidas del presidente Donald Trump.
La guerra comercial con China y la Unión Europea son pálidas escaramuzas frente al dilema civilizatorio que nuevamente se coloca a empujones en el centro de las preocupaciones estratégicas. Ahora no es Medio Oriente, es el "patio trasero" golpeando la puerta.

PRESENTACIÓN PÚBLICA DEL CEEYPP - CENTRO DE ESTUDIOS EN ESTRATEGIA Y POLÍTICAS PÚBLICAS

1º JORNADA INTERNACIONAL.
UN MUNDO EN TRANSFORMACION
Entrada libre con inscripción previa AQUI


CREAR VALOR PÚBLICO MEDIANTE POLÍTICAS PÚBLICAS

Crear valor público mediante políticas públicas, el gran desafío del Estado
Yesenia Torres Curiel
http://revoluciontrespuntocero.mx/crear-valor-publico-mediante-politicas-publicas-el-gran-desafio-del-estado/?fbclid=IwAR2bGdsg5mVFh55wLjKjzdfTDmZ-VP3zJp__bc9cxb3mPYf5fFRJ_ab4k6I

La creación de valor público es un enfoque que surge de un nuevo concepto de gestión pública en la que se considera a los gestores públicos como gerentes y no como simples administradores. Este valor público vincula y valida el accionar del aparato gubernamental en conexión con las aspiraciones y necesidades de la ciudadanía.
Según afirman los estudiosos y especialistas del tema, el valor público nace mediante el debate, la sanción y el efectivo cumplimiento de distintos servicios, leyes y regulaciones que el Estado aporta a la población. Mecanismos ligados a derechos permiten además la creación de valor público a través de transacciones individuales con los ciudadanos, garantizando sus derechos, satisfaciendo sus demandas y prestando servicios de calidad.
Se crea valor cuando se da respuesta a un problema relevante, cuando se abren nuevas oportunidades a las generaciones actuales y futuras y se fomentan procesos que construyen comunidad, ciudadanía, democracia y capital social.
La existencia de valor público es el resultado de las interpretaciones que hace el ciudadano respecto a la utilidad, deseo, importancia o interés que le despiertan la implementación concreta de las políticas públicas enunciadas por el gobierno. Las políticas públicas no tiene valor por sí mismas sino que se cualifican en virtud del impacto que producen en la ciudadanía. Por lo tanto hay una serie de insumos de comunicación política que son de imprescindible utilización en los mecanismos de ida y vuelta entre gobierno y ciudadanía a fin de conducir y "gobernar" la creación de valor público.
Es importante hacerse algunas preguntas en relación a la problemática del valor público en un contexto de cambios profundos en la forma de tomar decisiones y diseñar políticas públicas:
·     ¿ Cómo se puede generar valor público cuando conviven generaciones con visiones e intereses tan divergentes como la como la generación X, la Y o la Z? Para ellas la idea general de valor es divergente, incluso contrapuesta y el interés tiende más a ser particular que colectivo. La responsabilidad y el compromiso tiene menos importancia que los productos y la acción instantánea.
¿Qué tipo de consultas públicas o formatos de consulta sobre asuntos públicos deberían realizarse para identificar las necesidades que son relevantes para los ciudadanos y lograr que éstas tengan significancia y estén incluidas dentro de la respuesta del Estado? ¿Cómo se ejercerá la influencia de la ciudadanía en la toma de decisiones públicas en entornos donde la participación política es menos "física" y se vehiculiza mediante formatos virtuales?
¿Cómo entender la relevancia de un asunto que surge desde la agenda pública y que puede o no ser relevante en  el ámbito personal de los ciudadanos?, ¿Con qué medios de información contará la ciudadanía y de qué forma se construirá esa agenda pública?
Las dudas y debates son muchos, más todavía cuando se acepta que las políticas públicas diseñadas e implementadas en contextos de estabilidad económica, participación política institucionalizada y ciudadanía responsable arrojaron resultados aceptables pero alejados de sus objetivos iniciales.
Reconducir la acción de gobierno, volver a tomar el timón de los acontecimientos y guiar a la nación hacia nuevos objetivos supone mejorar los mecanismos de toma de decisiones y poner al día el diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas adoptadas por la administración para la resolución de los problemas del país: el desarrollo económico, la corrupción y la inseguridad.

domingo, 21 de octubre de 2018

CARAVANA MIGRANTE. por Juan Pablo Calderón Patiño, diario Reforma


Deuda con Centroamérica
Juan Pablo Calderón Patiño

Mil 234 kilómetros tiene la frontera de México con Centroamérica. La selva, el caudal del Suchiate que divide a mexicanos y guatemaltecos, además del Río Hondo como división con el joven Estado de Belice, son más que una división política. En estas fronteras cobra debate una de las distintas miradas subjetivas; México: ¿América del Norte o Centroamérica? Sin una verdad suprema, el territorio mexicano comparte en la línea divisoria mesoamericana su permanencia dual a los espacios de Norte y Centroamérica.
Una de las etimologías del náhuatl de la palabra Nicaragua es la conocida: "hasta aquí llega el Anáhuac". Lo que fue un imperio antes del encuentro con los conquistadores ibéricos no lo puede volver a ser, como tampoco añorar el naufragio de la República Federal de Centroamérica que comandó el "caudillo liberal", Francisco Morazán. Eso no desmarca que a pesar de la frágil presencia de México en Centroamérica, existen dos responsabilidades del Estado mexicano: la gobernabilidad y el desarrollo de los centroamericanos lo son para los mexicanos, en especial del sureste, donde las carencias, quizá no sea exagerado advertir, son mayores que con los vecinos del Sur.
Cuando el sentido estratégico de la política exterior rebasaba la administración de la diplomacia per se, México jugó un papel histórico en buscar la pacificación de Centroamérica. La acción del Grupo Contadora logró convencer que en la región el enfrentamiento no era otra sede para la Guerra Fría, sino consecuencia de la desigualdad social y la exclusión política. Hoy, después de los procesos de paz, América Central y México son la zona más violenta del mundo con el agravante de que las amenazas las "exporta" México en cárteles y delincuencia organizada. Pese a muchos esfuerzos por acompañar el desarrollo de los procesos de paz, se dejó casi todo a la oratoria de las cumbres presidenciales. El resultado, más pobres y una crisis humanitaria migratoria por más que México sea uno de los primeros cinco socios comerciales del mercado centroamericano, que alguna vez fue uno de los mayores intentos de integración. La tecnocracia creyó que los tratados de libre comercio eran suficientes. Aumentó los montos comerciales, pero la presencia empresarial mexicana aún tiene mucho que explorar en América Central. Los casos de éxito de empresas globales mexicanas iniciaron por su paso en Centroamérica su escuela para incursionar con éxito a ultramar. Diversos nichos como la aviación comercial, la banca o los agronegocios en los que México podría tener más presencia han sido aprovechados por capitales colombianos y brasileños. Ni sorprende que después de lo que constituyó la extracción en el Istmo al estilo United Fruit Company, hoy, Estados Unidos, en orfandad y sin otra "Alianza para el Progreso", critique la presencia china.
La violencia en territorio mexicano ha creado desplazados internos, tema que muchos no quieren tocar. Los piñeros en el Papaloapan como los cafetaleros en Chiapas, por ejemplo, han cubierto parte de la mano de obra con centroamericanos. Revisar los programas migratorios en la materia y ordenarlos con seguridad, para que el gobierno mexicano tenga presencia y no los grupos delincuenciales, no puede tener prórrogas. Los desastres naturales son una afrenta directa a la región como ha ocurrido en diversos momentos. La cooperación en la materia es vital y México deberá cuestionarse si el presupuesto de menos de 300 millones de dólares en su cooperación internacional al desarrollo es correlativa a ser un miembro del G20.
México ha quedado debiéndole a América Central. Sus intereses estratégicos se juegan en su desarrollo y gobernabilidad gran parte de su destino, no en la penosa tarea de convertirse en el sur en la frontera policiaca de Trump. Tampoco en fingir ceguera ante la patética crisis nicaragüense, de la que urge tomar una decisión contundente como cuando cayó el somocismo. Centroamérica plantea a México compromiso y congruencia. Sergio Ramírez, nicaragüense universal, escribió que "la poesía es inevitable en la sustancia de la prosa", que sea inevitable para México, compromiso y congruencia.
Mil 234 kilómetros tiene la frontera de México con Centroamérica. La selva, el caudal del Suchiate que divide a mexicanos y guatemaltecos, además del Río Hondo como división con el joven Estado de Belice, son más que una división política. En estas fronteras cobra debate una de las distintas miradas subjetivas; México: ¿América del Norte o Centroamérica? Sin una verdad suprema, el territorio mexicano comparte en la línea divisoria mesoamericana su permanencia dual a los espacios de Norte y Centroamérica.
Una de las etimologías del náhuatl de la palabra Nicaragua es la conocida: "hasta aquí llega el Anáhuac". Lo que fue un imperio antes del encuentro con los conquistadores ibéricos no lo puede volver a ser, como tampoco añorar el naufragio de la República Federal de Centroamérica que comandó el "caudillo liberal", Francisco Morazán. Eso no desmarca que a pesar de la frágil presencia de México en Centroamérica, existen dos responsabilidades del Estado mexicano: la gobernabilidad y el desarrollo de los centroamericanos lo son para los mexicanos, en especial del sureste, donde las carencias, quizá no sea exagerado advertir, son mayores que con los vecinos del Sur.
Cuando el sentido estratégico de la política exterior rebasaba la administración de la diplomacia per se, México jugó un papel histórico en buscar la pacificación de Centroamérica. La acción del Grupo Contadora logró convencer que en la región el enfrentamiento no era otra sede para la Guerra Fría, sino consecuencia de la desigualdad social y la exclusión política. Hoy, después de los procesos de paz, América Central y México son la zona más violenta del mundo con el agravante de que las amenazas las "exporta" México en cárteles y delincuencia organizada. Pese a muchos esfuerzos por acompañar el desarrollo de los procesos de paz, se dejó casi todo a la oratoria de las cumbres presidenciales. El resultado, más pobres y una crisis humanitaria migratoria por más que México sea uno de los primeros cinco socios comerciales del mercado centroamericano, que alguna vez fue uno de los mayores intentos de integración. La tecnocracia creyó que los tratados de libre comercio eran suficientes. Aumentó los montos comerciales, pero la presencia empresarial mexicana aún tiene mucho que explorar en América Central. Los casos de éxito de empresas globales mexicanas iniciaron por su paso en Centroamérica su escuela para incursionar con éxito a ultramar. Diversos nichos como la aviación comercial, la banca o los agronegocios en los que México podría tener más presencia han sido aprovechados por capitales colombianos y brasileños. Ni sorprende que después de lo que constituyó la extracción en el Istmo al estilo United Fruit Company, hoy, Estados Unidos, en orfandad y sin otra "Alianza para el Progreso", critique la presencia china.
La violencia en territorio mexicano ha creado desplazados internos, tema que muchos no quieren tocar. Los piñeros en el Papaloapan como los cafetaleros en Chiapas, por ejemplo, han cubierto parte de la mano de obra con centroamericanos. Revisar los programas migratorios en la materia y ordenarlos con seguridad, para que el gobierno mexicano tenga presencia y no los grupos delincuenciales, no puede tener prórrogas. Los desastres naturales son una afrenta directa a la región como ha ocurrido en diversos momentos. La cooperación en la materia es vital y México deberá cuestionarse si el presupuesto de menos de 300 millones de dólares en su cooperación internacional al desarrollo es correlativa a ser un miembro del G20.
México ha quedado debiéndole a América Central. Sus intereses estratégicos se juegan en su desarrollo y gobernabilidad gran parte de su destino, no en la penosa tarea de convertirse en el sur en la frontera policiaca de Trump. Tampoco en fingir ceguera ante la patética crisis nicaragüense, de la que urge tomar una decisión contundente como cuando cayó el somocismo. Centroamérica plantea a México compromiso y congruencia. Sergio Ramírez, nicaragüense universal, escribió que "la poesía es inevitable en la sustancia de la prosa", que sea inevitable para México, compromiso y congruencia.

sábado, 13 de octubre de 2018

NACIONES UNIDAS Y TRUMP EN GUERRA CONTRA LAS DROGAS


Una sesión fallida en Nueva York. Naciones Unidas y Trump mantienen el prohibicionismo 
Alejandro Campuzano Álvarez, Investigador Jurídico del CEEYPP

El pasado 24 de septiembre en Nueva York, Estados Unidos, se llevó a cabo la celebración de la sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, la que fue presidida por el actual mandatario estadounidense, Donald Trump.
Uno de los puntos a tratar fue el referente a la problemática local e internacional que representa el mundo de las drogas; sin embargo más allá de dialogar y debatir el tema, la postura del presidente norteamericano se centró en impulsar la política de combate frontal en contra de los cárteles de la droga, situación que permite apreciar la incongruencia de Trump ante una realidad internacional y  nacional en donde la regulación está ganando espacio frente al prohibicionismo.
Al hacer uso de la palabra, Trump, a través de diversos señalamientos (al igual que Nixon en épocas anteriores) hizo hincapié en que los esfuerzos efectuados por los diferentes países donde se producen drogas han sido un rotundo fracaso, enfatizando en la necesidad de mejorar las estrategias para “desmantelar la producción de drogas en el mundo”.
Señalado lo anterior resulta importante contrastar el dicho de Trump contra los postulados que sustenta en su obra “Drogas. Su legalización” el doctor Eduardo Betancourt, donde se visualiza el problema desde una perspectiva completamente diferente. Para Betancourt el problema de fondo no son las drogas en sí mismas, el problema es el tráfico ilícito, la violencia, los daños que se generan no como consecuencia de las sustancias, sino del contexto ilícito en que una decisión política obtusa los colocó. Es decir el poder legislativo a través de normas jurídicas que penalizan pero no inhiben el consumo de diversas sustancias consideradas nocivas para la salud.
A su vez destaca que el lema “guerra contra las drogas” y su objetivo último de acabar por completo con ellas es una completa aberración. Basta recordar que en México durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón Hinojosa la política antidrogas se inició bajo el distintivo “guerra contra las drogas”. Sin embargo se modificó a “guerra contra el narcotráfico” y concluyó en “combate al crimen organizado”. A pesar de la errónea visión de Calderón, éste a diferencia de Trump era consciente de que el lema aislado de “guerra contra las drogas” era un absurdo y con el apoyo de diversos medios de comunicación a través de campañas publicitarias masivas se modificó a “guerra contra el narcotráfico”, situación criticable pero algo más coherente.
Como es apreciable, Betancourt se diferencia de Trump y opta por una regulación de las drogas evitando con ello empoderar al narcotráfico. Señalado esto, parece ser que el presidente Trump desconoce no sólo la historia sino el contexto internacional en donde la regulación es la mejor arma que el gobierno tiene para disminuir de forma efectiva los índices de consumo de dichas sustancias. No obstante es importante recordar que detrás de ese discurso de protección y “preocupación” por la salud de los estadounidenses se encuentran diversos intereses políticos y económicos que han permitido a Estados Unidos inmiscuirse en distintos países de Latinoamérica bajo el pretexto de combatir la producción de drogas a través de la Drug Enforcement Administration (DEA) y diversos planes como el Plan Colombia o la Iniciativa Mérida, los que le permiten mantener un control político a cambio de apoyo económico, que para el caso de México ha sido alrededor de los 1600 millones de dólares en especie y 2300 millones de dólares en capacitación y tecnología durante poco más de 10 años, dejando como resultado mayores índices de violencia y criminalidad sin mencionar el aumento en el consumo de drogas en el país.
Durante su intervención en la Asamblea, Donald Trump señaló que Estados Unidos plantea una nueva estrategia la cual se enfoca en tres ejes fundamentales: a) orientar esfuerzos para disminuir el consumo, b) cortar los expendios clandestinos, y c) enfocarse en el tratamiento a los adictos. Como es visible la estrategia no aporta nada que no hayamos visto anteriormente ya que se mantienen las premisas de clandestinidad e ilegalidad en el mundo de las drogas pero es curioso que la política de la Casa Blanca sí distingue que las drogas son un problema del sector salud, mientras que el narcotráfico es un problema de seguridad pública. Es decir contrastando lo anteriormente señalado con las premisas a y c, Estados Unidos envía el mensaje de que su problema se fundamenta en los daños y excesos en el consumo de drogas ilegales, las que al no ser reguladas por el Estado se desconoce su procedencia y por consecuencia se pierde el control y conocimiento sobre el tipo de sustancias que consumen los estadounidenses. Por su parte, en la premisa b, al hablar de expendios clandestinos parece ser que Trump se refiere a México y a la ineficacia que ha tenido el gobierno para controlar la frontera norte, situación que en tiempos electorales generó un conflicto diplomático entre México y Estados Unidos por la posible construcción de un muro fronterizo que, desde la óptica de Trump, detendría el enorme flujo de drogas que día tras día ingresan a la nación norteamericana.
Si bien es cierto que Estados Unidos distingue drogas de narcotráfico, la política implementada por diversas administraciones norteamericanas se ha centrado en el combate a la producción, transporte, compra y venta (narcotrafico) y no en el consumo de drogas, es decir que busca “erradicar” el consumo a través de una política de combate frontal al narcotráfico en los países productores y de acceso a la frontera estadounidense, como es México.
Por supuesto esto ha generado que la violencia se traslade a diversos estados como Chihuahua, Nuevo León o Tamaulipas, ya que la disputa por el control territorial para mantener las plazas e incrementar el dominio en sus territorios son una constante  de los cárteles de la droga en México.
Por otra parte, Trump señaló textualmente lo siguiente: “las drogas ilícitas están vinculadas al crimen organizado, la corrupción y el terrorismo”, afirmación que convalida la necesidad de legislar y despenalizar las diversas actividades (producción, distribución, compra, venta y consumo) de las hoy llamadas drogas ilegales. Es decir, la propia frase distingue la existencia de drogas legales y drogas ilegales, pero al ser ilegales (más allá del impacto que éstas puedan tener sobre la salud de quien las consuma), la problemática radica en que al ser ilícitas o ilegales se crea un vínculo con el crimen organizado, generando corrupción en diversos países y en casos extremos actos terroristas como lo era en Colombia.
La sesión concluyó con un consenso general en donde 130 países firmaron su compromiso para mantener una continua lucha contra las drogas. Habrá que analizar qué entienden los mandatarios por drogas, si las drogas per se o bien drogas como un sinónimo (erróneo) de narcotrafico. ¿Será acaso que los resultados de esta “nueva” estrategia de los años setenta por fin llegarán? La historia argumenta que no.

jueves, 11 de octubre de 2018

AMERICA LATINA EN CRISIS


América Latina en crisis se vuelca a Estados Unidos
Norberto Emmerich

El economista Nouriel Roubini sostiene que la economía mundial atravesó desde la crisis de 2008 varios años de crecimiento lento e inconsisten­te y ahora se encuentra en una etapa de cre­cimiento por la combinación de estímulos fis­cales en Estados Unidos y China y estímulos monetarios en Japón, Europa y China, aunque predice el reingreso a un panorama de crisis mundial en 2020.
México, así lo afirma el Banco Mundial, crecerá 2.2% en 2018 y un porcentaje similar en 2019 aunque sin la fortaleza suficiente para traccionar a otras economías de la región con expectativas menores. La perspectiva de crecimiento tiende a la baja respecto al anterior pronóstico de 2.5% e impactará en el primer año de gobierno del nuevo presidente López Obrador.
En el período inmediato los actores mantendrán su cautela respecto al USMCA (ex TLCAN) porque la incertidumbre en materia comercial se alimenta de la aprobación del acuerdo por parte de los poderes le­gislativos, lo que depende de la incierta homogeneidad de la bancada de Morena.
Si Andrés Manuel López Obrador no impulsa una reforma tribu­taria ni incentiva una mayor producción de petróleo se verá obligado a gobernar con el menor nivel de ingresos pú­blicos desde el año 2009, con apenas el 21.7% del PIB. Sin embargo operan a su favor los nuevos hallazgos petroleros, la delimitación de dos previos y el inicio del desarrollo de dos depósitos más. Con ello Pemex sumará 210,000 barriles diarios de petróleo en los próximos dos años.
El próximo gobierno enfrenta al menos tres retos: sustentar la solidez macroeco­nómica, garantizar una política fiscal robusta y reducir la corrupción e inseguridad. Sí cumplirá los dos primeros, pero ya podemos afirmar que no podrá con el tercer requisito, lo que traerá desconfianza de los inversores. Aunque la actividad mexicana seguirá sostenida en la demanda de Estados Unidos, que se expande de ma­nera consistente, el crecimiento mexicano ha sido históricamente modesto en comparación con su potencial. “El performance no corresponde a su calibre” dice Gian Maria Milesi, subdirector de Investigación Económica del FMI.Es aceptado que México tiene una gestión macroeconómica sólida, pero puede hacer más que eso. Uno de los factores que ex­plica la lentitud "es la prevalencia de la corrup­ción y la inseguridad”.
Todos estos factores explican el retraimiento de la política exterior mexicana en el próximo sexenio, más apegado a Estados Unidos de lo que sus electores pudieran prever, incluso en sus estrategias de seguridad.
Las finanzas mundiales se endurecieron por el alza de las tasas de interés de Es­tados Unidos desencadenando una presión sobre los mercados emergentes localizada en Turquía, Argentina y Brasil donde los desequilibrios fiscales y políti­cos motivaron un catastrófico ajuste de carteras.
Mientras el crecimiento mundial se estima en 3.7% en 2018 y 2019, liderado por India y China, el crecimiento conjunto del PIB en América Latina será apenas del 0.6% con Sudamérica en una clara recesión que pronostica apenas el 0.1%, en el umbral de la parálisis. Las economías de Venezuela, Brasil y Argentina serán las de peor crecimiento en la región.
Venezuela sufrirá una caída del 8.4%, Brasil crecerá 1.4% en 2018 y 2.2% en 2019; Argentina caerá un 2.6% en 2018 y 1.6% en 2019. Paraguay experimentará el mayor crecimiento sudamericano en 2018 con 4.4% en 2018, lo siguen Bolivia y Chile. Fuera de Venezuela, Argentina es el único país de la región cuya economía caerá en 2018 y en 2019. Sin embargo el FMI justifica la pendiente porque “se necesita un ajuste fiscal inicial significativo para disminuir la carga de financiamiento y colocar a la deuda pública en una trayectoria descendente". La duda es política y radica en la capacidad del gobierno para aplicar exitosamente el ajuste y sobrevivir a la experiencia.
Algunos saben nadar donde no hay agua. Justamente gracias a la crisis el mercado argentino es el de más rápido crecimiento en el mundo para la empresa de transporte Uber. El deterioro laboral, la ausencia de regulaciones y los bajos precios hacen crecer este mercado alternativo de transporte de pasajeros.
Las amenazas del proteccio­nismo y la tensión fi­nanciera por el endurecimiento de las condiciones monetarias de Estados Unidos son factores de riesgo en un escenario de escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, lo que ensom­brece las expectativas económicas de los países latinoamericanos y puede empujarlos a alineamientos desesperados. Conviven un orden político multipolar con un orden comercial bipolar, un proceso incipiente que está sucediendo ante nuestros ojos y se torna crecientemente violento.
Mientras tanto la tasa de desempleo en Estados Unidos cayó a su nivel más bajo en 49 años hasta un 3.7%, lo que convoca a una mejoría de las condiciones laborales. En agosto los salarios subieron un 2.9%, el nivel más alto en los últimos 9 años; en setiembre subieron un 2.8%. Sabiendo que la economía estadounidense debe absorber 120.000 empleos mensuales para sustentar el rit­mo de incorporación de la población al mercado laboral, el dato no es menor.
El Acuerdo México-Estados Uni­dos-Canadá (USMCA) es parte de la guerra comercial con China, transformada en el pivote de la política exterior americana. El USCMA podría ser un modelo de acuerdo mediante el cual la adminis­tración Trump incluye cláusulas especiales para presionar la apertura china, tal como afirmó el secretario de Comercio Wilbur Ross.
Estados Unidos está en las etapas iniciales de negociación con Japón y la Unión Europea para reducir aran­celes y barreras regulatorias, con las que busca reducir su déficit en el comercio de autos y otros bienes. Si la UE y Japón adhieren a dispo­siciones similares a la incluida en el USMCA, sería una señal de que es­tán alineados con Wash­ington en sus intentos de aumentar la presión sobre China, la segunda economía del mundo, para obligarlo a producir cambios en su política económica que desdibujen su perfil en la competencia comercial global.
Por su lado Brasil está recuperándose de una de las recesiones más severas de su historia. Siendo la primera economía de Latinoamé­rica y la octava potencia mundial cuenta con un gran caudal de recuperación, pero lo hará a costa de los ciudadanos brasileños y con un cierto grado de “desobediencia” hacia Estados Unidos, si la administración Trump insiste con la cláusula “USMCA”. Los lazos que vinculan a Brasil con China están cimentados en una larga relación de tres décadas y en acuerdos estratégicos formales muy ambiciosos (BRICs).
El resultado electoral que consagra una abultada victoria para Jair Bolsonaro en primera vuelta alegró mucho a los inversionistas de San Pablo y también a los inversionistas chilenos y españoles en Brasil. El partido de Bolsonaro pasó de 8 a 52 diputados en la Cámara baja (el PT queda con 56 diputados) y logró 4 escaños en el Senado.
Aunque el gobierno argentino sostiene un perfil geopolítico desajustado y cambiante, le interesa la consolidación de la institucionalidad brasileña y de su desarrollo económico; prefiere que cualquiera sea el gobierno nada cambie demasiado. Sin capacidad de velar por sí mismo el país está a merced de sus vecinos, los que no son tan ricos pero están comportándose como más poderosos. Eso supone tomar decisiones en su nombre y sin consultas, dejando a la Argentina en un eterna pelea contra molinos de viento.
Entre la guerra comercial, el endurecimiento monetario y las incertidumbres locales (p.e. Italia) se pueden detonar nuevos episodios de aversión al riesgo, como el sucedido con Turquía, incrementando los retos a mercados emergentes como Brasil y Argentina.

lunes, 8 de octubre de 2018

INVESTIGADOR DEL CEEYPP PARTICIPA EN JORNADA INTERNACIONAL

2da Jornada sobre la Reinserción de la Argentina en el Mundo


Juan Pablo Calderón Patiño, investigador senior del CEEYPP, fue invitado a participar en la 2º Jornada sobre la Reinserción de la Argentina en el mundo.
La misma es organizada por la Universidad Austral y se realizará el martes 9 de octubre en el Congreso de la Nación Argentina.



La Escuela de Política, Gobierno y Relaciones Internacionales organiza nuevamente La 2da Jornada sobre la Reinserción de la Argentina en el Mundo ” Los Desafíos de una Inserción Inteligente” .

Entre los ejes centrales que abordará la Jornada se encuentran:
  • Presidencia Argentina del G20
  • Estado Actual de la Política Exterior Argentina
  • Panorama Latinoamericano
  • Relaciones Comerciales con Asia
La Jornada se desarrollará el martes 9 de octubre de 9:00 a 18:00 h. en el Congreso de la Nación Argentina, Av. Rivadavia 1864, CABA

La inscripción es no arancelada, pero requiere de inscripción previa ya que los cupos son limitados.

Puede ir reservando su vacante haciendo clic acá.

Organiza:
Escuela de Gobierno

Lugar del evento:
Congreso de la Nación Argentina | Av. Rivadavia 1864, CABA

Contacto:
Admisiones Escuela de Gobierno - informesfd@austral.edu.ar

jueves, 4 de octubre de 2018

GUERRA TERRITORIAL DE NARCOS ARGENTINOS


Guerra territorial en Rosario y un ministro de seguridad que dice que “no es una pelea narco”
Miguel Angel Barrios y Norberto Emmerich

Desde los megaoperativos de Sergio Berni en 2014 hasta las disputas territoriales de la actualidad, poco ha cambiado en Rosario, donde se han cometido 148 homicidios en lo que va del año 2018. En medio de esta escalada "la Iglesia sale a disputarle territorio a la violencia", dice el título del diario La Capital del 2 de octubre de 2018, una afirmación que sólo obedece a la creatividad entusiasta del periodista. La parroquia Reina María del barrio Larrea, donde funcionaba un Centro de Vida, fue atacada a balazos el 23 de septiembre. El amenazado cura Juan Pablo Núñez recibió el apoyo del barrio en una misa oficiada por el arzobispo de Rosario, Eduardo Martín, mientras dos patrulleros de Gendarmería custodiaban la entrada junto con un móvil de la policía provincial.
Si bien ese centro de vida no se reabrió y no está por hacerlo, la Iglesia abrirá otros cuatro a los siete que la Comunidad Padre Misericordioso tiene en la ciudad.
Fabián Belay, referente de la Pastoral de Drogadependencia de la arquidiócesis de Rosario, sostuvo que la Iglesia trabaja en conjunto con distintas agrupaciones buscando que los niños y niñas no caigan en adicciones. Lógicamente la Iglesia entiende que institucionalmente no tiene capacidad ni incumbencia en disputas territoriales con las bandas narcos y su énfasis está puesto en alejar a los jóvenes del consumo de drogas, no en "disputar territorio". Entre esas agrupaciones están el Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Movimiento Dignidad, agrupaciones políticas con intencionalidad social en una doble aproximación apreciable pero débil. Uno de estos espacios funcionaba en la órbita de la parroquia María Reina y cerró por la presión de las bandas narco del barrio.
Por el lado del gobierno se instaló en el barrio Municipal un Centro Territorial de Denuncias. En su inauguración estuvieron presentes la intendenta Mónica Fein y el ministro provincial de Seguridad, Maximiliano Pullaro. "Ocupamos un territorio donde la violencia impedía que el Estado estuviera presente. Es una manifestación de las bandas que no quieren que el Estado esté ahí", dijo la intendenta Mónica Fein. A los dos días el Centro fue baleado, explicando en palabras de plomo que el Estado ya se retiró hace tres décadas sin que nadie lo expulsara.
Sobre la muy compleja situación que vive la ciudad de Rosario el ministro Pullaro manifestó que "lo que está sucediendo en Rosario no es una pelea narco... Lo que sucede en esta ciudad dista de ser una pelea entre bandas de narcotraficantes. Acá hay dos grupos no muy numerosos que arrastran problemas interpersonales de vieja data y que los dirimen con una violencia letal". El gobierno y los funcionarios no quieren hacerse cargo de la cuestión territorial, ni siquiera la asumen.
Las bandas en disputa están integradas por miembros de dos familias, Funes y Caminos, que arrastran viejas rencillas. "Estamos hablando de dos grupos criminales que se financian, entre otras actividades, con lo que recaudan por el narcomenudeo. Pero se trata de grupos de marginales con escasa organización y cuyos líderes se legitiman con violencia, que sin dudas es muy letal", comparándolos con la banda de Los Monos "que sí tenía una organización". Ni territorio, ni narcos, ni bandas organizadas; para el gobierno el problema literalmente no existe.
El problema del narcotráfico en Rosario no es de carteles sino de grupos familiares de narcomenudeo, muy violentos pero poco organizados, lo cual vuelve aún más preocupante la desidia oficial prolongada cuando se piensa en el mediano plazo. Además la institucionalización judicial coloca al narcomenudeo en el ámbito de la justicia local, desfederalizando el mercado de consumo, como si fueran pequeños actos individuales de escasa organicidad. Es llamativo que un problema considerado tan "simple" no encuentre solución año tras año.
Al igual que muchos de los funcionarios con cargos en el área de seguridad, el ministro Pullaro subrayó que "siempre es bienvenida la llegada de más gendarmes" y destacó que una mayor presencia de fuerzas federales "permite trabajar sobre más puntos conflictivos y con mayor efectividad". Sin precisar las características, desmereciendo las dimensiones y desfederalizando el narcomenudeo, la solución siempre es la misma: mayor presencia armada aunque se ignore para qué.
"Más mujeres presas, una robustecida facultad policial para detener a pibes pobres y estadísticas montadas sobre el eslabón más débil de la cadena del narcotráfico" son los efectos de la desfederalización del narcomenudeo según el especialista Mariano Fusero.
Algunos actores (la Iglesia y los grupos militantes) hacen lo que pueden; otros actores (gobierno municipal, gobierno provincial) no hacen lo que deben. En ningún caso se aborda la problemática territorial del narcotráfico.
Sin organizaciones de la sociedad civil que hagan de contrapeso, el narcotráfico puede pactar acuerdos de reparto territorial (y de ganancias) con los detentores legitimados del control territorial (la policía); por eso persigue en primer lugar a las organizaciones de la sociedad civil que pueden dificultar ese control y el poder simbólico que éste otorga. Las amenazas o persecución de militantes sociales o políticos no es un error en términos de la geopolítica del narcotráfico, sino una tarea de amesetamiento social.
El tráfico de drogas por la Hidrovía, los puertos privados, la exportación de soja por las terminales rosarinas, el capital líquido derivado, el apoyo en las barras bravas, la cooptación de sicarios, la desfederalización del narcomenudeo y finalmente el gerenciamiento de la seguridad son elementos que construyen una territorialidad criminal por más que la “realidad” apenas muestre un enfrentamiento no organizado entre familias. En los barrios pobres donde el Estado ha desaparecido hace mucho, las escasas y débiles organizaciones de la sociedad civil se enfrentan solitariamente a un conflicto al que van con razón pero sin armas. El narcotráfico advierte esa soledad y festeja la transformación de una sociedad cuyas políticas públicas obligan a luchar por recursos y no por derechos.
Cuando las policías entran en la dinámica de control local de los grupos delincuenciales, lo que habitualmente se llama “gerenciamiento de la seguridad”, la impunidad y la corrupción se vuelven el principal insumo de supervivencia de las organizaciones del crimen organizado. La generación de economías de escala crea cadenas productivas que le dan valor agregado a las drogas y la ilegalidad se vuelve el velo perfecto para la constante producción y reproducción de la corrupción y la negligencia de las autoridades encargadas de hacer valer el Estado de Derecho.
¿Cuál es la conexión real entre la corrupción y la política en un contexto de expansión del narcotráfico? En aquellas geografías donde el narcotráfico se asienta con fuerza, trabaja como si fuera una institución y la sociedad, para poder subsistir, se adapta a las condiciones impuestas por él.
El origen del narcotráfico se encuentra en la debilidad del Estado de Derecho, no al revés como afirma Mónica Fein. A partir de allí las características perniciosas del tráfico de drogas echan raíces y comienzan a transformar las instituciones en favor de sus objetivos organizacionales. Estos “vacíos” de estatalidad o de territorialidad estatal son ocupados por el crimen organizado.
Siempre la reacción de los gobiernos es ignorar al narcotráfico para que no se evidencie la relación siamesa de corrupción entre las grandes esferas de la política y las sucias esferas del crimen organizado.