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sábado 13 de octubre de 2012
En un enfrentamiento entre elementos del Ejército Mexicano y gatilleros la madrugada de hoy, fue muerto el narcotráficante Manuel Torrres, conocido como el "ondeado" y el “M1”.No hay parte oficial ni periciales que nos confirmen que se trata de esta persona, dijo Higuera, me estoy basando en lo que nos ha dicho el propio Ejército, vamos a colaborar con la PGR para la identificación si nos solicitan el apoyo.
Manuel Torres Félix es hermano de Javier Torres Félix, alías “JT”, un cercano colaborador a Ismael “el Mayo” Zambada y de Joaquín “El Chapo” Guzmán, líderes del Cártel de Sinaloa.
El enfrentamiento ocurrió en la sindicatura de Quilá, muy cerca de Oso Viejo, entre la una y dos de la madrugada.
El procurador informó que al sujeto que cayó abatido se le aseguraron 9 mil 980 dólares y 23 mil 500 pesos, además de porciones de un polvo blanco, al parecer cocaína.
También se le aseguraron dos pistolas calibre .38 Súper y 7 cartuchos útiles calibre .22.
Informó que a las dos de la mañana de este sábado, recibieron un pedimiento del Ejército para que el Ministerio Público se presentara en Oso Viejo, sindicatura de Quilá, a identificar un cuerpo que posteriormente fue trasladado a las instalaciones del Semefo, donde se encuentra ahora para su plena identificación.
Familiares de Manuel Torres han acudido al Semefo a corroborar si se trata o no de esta persona.
Manuel Torres había sido incluido en los meses pasados en la lista de los buscados por la justicia norteamericana y era considerado desde hace años blanco de las fuerzas federales de México.
Desde que empezó la guerra al interior del cártel de Sinaloa se convirtió en uno de los operadores de Ismael Zambada más temidos y sanguinarios.
Manuel Torres Félix "El Ondeado" o el M-1, Este cuerpo no se lo roban
Desoladas estuvieron las calles de Culiacán, la madrugada del sábado 13 de octubre, como si todos hubieran sabido que la muerte andaba suelta y mejor no hacerle cosquillas.
A poco kilómetros de la ciudad, los militares acababan de matar a balazos a Manuel Torres Felix, el famoso "M-1", "El Ondeado".
No se sabe de nadie que haya visto el convoy que acarreó el cuerpo al semefo de Culiacán. Sí se sabe que a las seis de la mañana ya estaban los agentes del ministerio público practicando los periciales, y que aquello parecía un búnker: este cuerpo no se lo roban.
Imposible acercarse al semefo con tantos soldados y elementos de la policía ministerial vigilándolo todo. Lo mismo sucedió en Oso Nuevo, Quilá, donde ocurrieron los hechos. Nadie pudo acercarse, nadie vio el cuerpo.
A media mañana los familiares llegaron a reclamarlo, ellos no tenían dudas de qué se trataba de un familiar suyo, pero las autoridades van con toda la cautela por delante. Hay que esperar. "No tenemos la certeza", dicen. Pero no hay fuente más fidedigna que el boca a boca. La noticia nació en Quilá y corrió como reguero de polvora.
Los soldados mataron al M-1.
Apenas los de la compañía de teléfonos podrán medir todas las llamadas que se hicieron desde Quilá esta madrugada, pero seguro no fueron pocas.
El M-1 era extremadamente celoso de su privacidad, eso lo sabía cuidar muy bien, no por nada lo escogieron para estar a cargo de la seguridad del capo de capos, Ismael "el mayo" Zambada. Solo dos o tres imágenes suyas circulan en la web. En todas se le ve con un sombrero blanco, de esos que les dicen "tejanas", la barba de candado la lleva bien recortada, y usa una camiseta garabateada de marca, de esas que pusieron de moda entre él y su gente. Siempre traía puesta una gruesa cadena de oro, de la que a veces se colgaba un enorme crucifijo, también de oro, y en otras una estampa con el rostro de Jesús Malverde. Habrá que ver si sale en la lista de pertenencias, junto a los diez mil dolares y los treinta mil pesos que los militares aseguraron.
Y ya que hablamos de dinero, fue muy mencionado que el año pasado las autoridades de los Estados Unidos le dieron un buen baje a sus finanzas: le congelaron todos los bienes que tenía en ese país, por orden expresa, nada más y nada menos, que del presidente Barak Obama.
Con esa carta que Obama dirigió el primero de junio de 2011 al Deparmento del Tesoro de su país también quedaría asentado el poderío de "El Ondeado", pues en el cuerpo de la carta se le reconocía como un "capo" o cabecilla del narco, aunque la DEA nunca lo registró en su lista de fugitivos.
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