La muerte del máximo líder de Los Zetas
10 de octubre de 2012
http://www.stratfor.com/analysis/mexico-security-memo-death-los-zetas-top-leader
El 8 de octubre, la Armada de México informó que el líder de Los Zetas Heriberto "El Lazca" Lazcano Lazcano era uno de los dos hombres muertos en un tiroteo el 7 de octubre en Progreso, Estado de Coahuila. Después de que los residentes de Progreso advirtieran la actividad del crimen organizado, elementos navales comenzaron a patrullar la zona y fueron atacados por hombres armados.
Menos de 24 horas más tarde, durante las horas de la mañana del 8 de octubre, el presunto cuerpo de Lazcano fue robado de una funeraria en Sabinas, Estado de Coahuila. Presuntamente las autoridades locales habían realizado pericias forenses preliminares, incluyendo la toma de fotografías y huellas dactilares. El hecho de que la Armada permitiera a las autoridades locales llevar a cabo la verificación y no protegieran el cuerpo es ciertamente anómala. Además, la biometría de Lazcano, según el Departamento de Justicia de EE.UU. no coincide con la del cadáver. El Departamento de Justicia informó que Lazcano mide 5 pies y 8 pulgadas de alto, pero la Armada de México dijo que el cuerpo medía 5 pies y 2 pulgadas de alto. Con discrepancias sobre la información y la desaparición del cuerpo, probablemente se produzcan especulaciones sobre si Lazcano está realmente muerto. Sin embargo, dado la resiliencia de Los Zetas tras las anteriores pérdidas de liderazgo y la transición del liderazgo superior de Lazcano a Miguel "Z-40" Treviño Morales, es probable que no haya contratiempos significativos en operaciones de Los Zetas, con independencia de que Lazcano haya sido o no asesinado.
Debido a que Los Zetas están conformados por ex militares, los miembros tienden a ascender en la jerarquía del grupo por méritos en lugar de hacerlo a través de conexiones familiares como en los otros carteles, y los miembros están preparados para ejercer el liderazgo cuando sea necesario. Esto contrasta fuertemente con la cultura de otros carteles, entre ellos la Federación de Sinaloa. Debido a su relativa meritocracia, Los Zetas están un poco más preparados para la pérdida de líderes significativos. La transición en el liderazgo de Lazcano a Treviño demuestra la eficiencia del grupo en la sustitución del liderazgo superior. Aunque todavía no se saber si Lazcano resistió el ascenso de Treviño al rol principal dentro de la organización, la transición no golpeó a la organización de manera significativa.
Si Lazcano murió durante el tiroteo con el Ejército mexicano, las operaciones de Los Zetas continuarán, tal como se ha observado en los últimos meses. El flujo de drogas ilícitas hacia Estados Unidos desde la región noreste de México continuará, especialmente en la plaza más valiosa de Los Zetas en Nuevo Laredo, en el Estado de Tamaulipas. Los Zetas siguen comprometidos en guerras territoriales violentas contra el cartel del Golfo y los restos de la red de Velázquez Caballero en el noreste y contra la Federación de Sinaloa, los Caballeros Templarios y el Cartel de Jalisco Nueva Generación en los Estados centrales, sobre todo en Guadalajara, Estado de Jalisco. La muerte de Lazcano podría producir una escalada de violencia en los territorios controlados por los Zetas, tales como el Estado de Coahuila, en caso de que decidan tomar represalias por la pérdida de una figura tan influyente o perciban una traición desde dentro de la organización.
Si las afirmaciones de la Armada de México son exactas, la muerte de Lazcano ayudaría a consolidar el liderazgo de Treviño dentro de Los Zetas. Sin embargo, es probable que la muerte de Lazcano aumente la presión policial y militar sobre Treviño. Después de haber eliminado a Lazcano, las autoridades tanto mexicanas como estadounidenses tendrán la oportunidad de aumentar su concentración en los principales líderes de Los Zetas, y Treviño es ahora el blanco de más alto perfil dentro de la organización.
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