viernes, 18 de enero de 2019

"HAY QUE HACER ALGO". NACE LA GUARDIA NACIONAL


La Guardia Nacional ¿Estrategia de seguridad o militarización del país?
Alejandro Campuzano Álvarez

México, país caracterizado por los altos índices de violencia e inseguridad, enfrenta hoy en día un debate en torno a la creación de nuevas instituciones e instrumentos jurídicos y operativos para resarcir y revertir los resultados de una estrategia fallida en materia de seguridad pública.
Como resultado de una decisión político-electoral en aras de legitimar el mandato presidencial, la declaración de combate frontal impulsada por el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa en el año 2006 tuvo como consecuencia la muerte de más de 120 mil personas, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Aunado a los decesos anteriormente mencionados, Guillermo Valdés Castellanos, ex director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), explica en su obra “Historia del narcotráfico en México” que los índices de violencia y criminalidad también aumentaron de forma exponencial una vez que se emitió la declaratoria de combate frontal, situación que vislumbra una necesidad de replantear la estrategia legal y operativa en el combate al crimen organizado.
Por otra parte especialistas como Luis Astorga defienden y argumentan la estrategia del ex presidente Calderón. En su obra “¿Qué quería que hiciera?” expone diversos motivos por los cuales era necesaria la intervención del Estado ante la problemática creciente de inseguridad en el país. Astorga señala que las fuerzas armadas fungieron como brazo armado del gobierno federal en la “guerra contra las drogas” en virtud de que policías municipales y estatales se encontraban —y se encuentran— al servicio del crimen organizado, vulnerando con ello el estado de derecho. Por lo anterior, era imperativo que el ex presidente Calderón, ordenara el despliegue de efectivos militares en diversas entidades federativas del país para combatir los delitos de alto impacto efectuados por el crimen organizado. Sin embargo, más allá de obtener algunos resultados positivos, las cifras denotaron un fracaso en la estrategia, además de un debilitamiento institucional de militares, marinos y policías federales.
Como consecuencia de lo anterior, en el año 2012, regresó al poder el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a través de su candidato Enrique Peña Nieto, quien mantuvo la estrategia de combate frontal en contra del crimen organizado a pesar de los resultados negativos que ésta había tenido en el sexenio anterior. Como era de esperarse, los resultados confirmaron de nueva cuenta el fracaso de la estrategia.
Acto seguido, el 1° de julio del año 2018, el voto de las y los mexicanos se inclinó por el tres veces candidato y hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mediante un voto de castigo y hartazgo social contra el PRI y el Partido Acción Nacional (PAN), particularmente por el fracaso institucional en el combate al crimen organizado.
Como parte de las propuestas en materia de seguridad, Andrés Manuel López Obrador planteó una estrategia integral que visualiza la solución al problema de violencia y criminalidaden la educación y el desarrollo social. Sin embargo, es importante mencionar que la educación y el desarrollo social, son solo posibles soluciones a mediano y largo plazo. El problema de la violencia e impunidad son una constante en el país que requiere de tácticas inmediatas que debiliten y eliminen al crimen organizado.
Con base en lo anterior, el presidente López Obrador envió una iniciativa al Congreso para crear la “Guardia Nacional”, la cual se define como una institución policial de carácter civil, responsable de las tareas de seguridad pública, para la salvaguarda de la vida, la libertad, la integridad y el patrimonio de las personas, así como de la preservación de la paz pública, el orden, los bienes y recursos de la Nación.
En el mismo orden de ideas, se señala que la formación y el desempeño de las y los integrantes de la Guardia Nacional se regirán por una doctrina policial fundada en la disciplina, el acatamiento a las órdenes superiores y el respeto a los derechos humanos. No obstante el proyecto ha sido criticado severamente por diversos especialistas en temas de seguridad pública y de derechos humanos, ya que en un principio la Guardia Nacional tendría un mando militar, situación que dio origen a diversas ideas sobre una posible militarización del país.
Como consecuencia de dichas críticas, el presidente López Obrador, a través del Secretario de la Defensa Nacional, el General Luis Cresencio Sandoval González, anunció en la Cámara de Diputados que el mando de la Guardia Nacional sería de carácter civil y no militar, como se había planteado en un principio.
A pesar de ello, la idea sobre la militarización del país era una constante en la opinión pública, esto derivado de diversos ejercicios comparativos en los cuales otorgar facultades y atribuciones de seguridad pública a cuerpos militares es —en casos excepcionales— el inicio de regímenes dictatoriales y gobiernos autoritarios.
Por otra parte, es importante destacar que la problemática en México no radica en el qué, sino en el cómo. La mayoría de los mexicanos son conscientes de la problemática de inseguridad en la que están inmersos; sin embargo, no se han logrado conciliar respuestas y soluciones que encaminen hacia un bien común.
Si bien es cierto que la Guardia Nacional tendrá un mando civil, el adiestramiento y operatividad será de corte militar. No obstante ¿qué opciones restan cuando los cuerpos policíacos han sido rebasados y en algunos casos cooptados por el crimen organizado? Por supuesto que la educación y el desarrollo social son una alternativa, pero a largo plazo. A corto plazo se requieren medidas que garanticen la labor fundamental del Estado, misma que se traduce en otorgar protección a las y los ciudadanos.
Militarizar el país es una frase que alude a un desconocimiento total del contexto de México. Si por militarizar el país se refiere a que militares y marinos efectúen labores de seguridad pública, estas ya han sido llevadas a cabo por casi 12 años continuos. Por ello, el objetivo de la Ley de la Guardia Nacional será precisamente regular y formalizar lo que por dos sexenios se ha implementado, pero no regulado.
Es así que 362 de 500 diputados se manifestaron a favor del proyecto de reforma constitucional que da origen a la Guardia Nacional, a efecto de combatir el crimen organizado y disminuir la problemática de inseguridad en el país.
En conclusión, resulta fundamental blindar a través de preceptos jurídicos y en este caso constitucionales el actuar de la Guardia Nacional. Sin embargo, es menester señalar que aunado al actuar de la Guardia Nacional se requiere de políticas integrales como el análisis sobre la posible regulación y despenalización del consumo de drogas, así como un combate financiero que ataque a través de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, las finanzas de los grupos criminales y delictivos en México en aras de recuperar la paz social.

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