Reflexiones Geopolíticas y Estratégicas desde Irán (I)
Dr. Miguel Angel Barrios
Acabo de llegar a la República
Islámica de Irán a una gira invitado por Universidades e Institutos Culturales
y centros de política internacional y de seguridad con el fin de dictar
seminarios académicos de Relaciones Internacionales, Ciencia Política, Geopolítica,
Seguridad integral y Sociología de las Religiones y la Cultura. Especialmente
esto último desde los factores religiosos culturales que acercan al islam y en
este caso el islam chiita con el cristianismo y en este caso con el catolicismo
que expresa nuestro Papa Francisco, el primer Papa jesuíta y latinoamericano.
Antes de emprender mis actividades, hoy
sábado 2 de Marzo, realizaré una serie de incompletas reflexiones pero
necesarias, en forma rápida que me parecen importantes puntualizar y lo haré en
forma de ideas fuerzas estratégicas. Por supuesto es un esbozo y ojalá se me
pueda modestamente entender.
El sistema mundo se dirige a un
"orden" multipolar desoccidental donde los Estados continentales
industriales son las únicas unidades territoriales que tendrán soberanía en un
sistema mundo de asimetría interdependiente. Nada más falso que la teoría de la
interdependencia simétrica.
Ellos son EEUU, Rusia, China, India.
Europa constituye un signo de interrogante y Nuestra América, una verdadera
preocupación ante la nueva Doctrina Monroe que pretende crear una doctrina de
la injerencia en Venezuela para ir por más, en una norteamericanización de la
seguridad de América del sur con el afán de apropiarse de los recursos
naturales.
El problema estratégico no es el
falso dilema Maduro-Antimaduro, sino un rechazo directo ante esta nueva
doctrina y su nueva OEA, el Grupo de Lima, porque se trata de una guerra
latinoamericana en el contexto mayor de la tercera guerra de "a
trozos" que denunció el Papa Francisco. Y hay que evitar sangre de
hermanos y que las Naciones Unidas apadrinen un real diálogo.
El Islamismo por su lado ha tomado
vigor e impulso a partir de la Revolución islámica que derrocó al Sha de la que
se cumplieron 40 años con el Imán Jomeini.
Una revolución religiosa del islam
chiita en Irán, la primera en la historia y en nuestra opinión de una dimensión
gigantesca geocultural, frente a la cual la revolución luterana quedó diminuta.
Y en estos últimos tiempos -para no
excedernos en estas sencillas reflexiones- hemos visto como el ISIS
"Estado islámico", cuya particularidad es que no era un Estado ni era
islámico, sino un engendro de terroristas financiados por EEUU y sus aliados,
tal como se desprende de Wikileaks y otras fuentes, han fracasado en Siria,
derrotados por el ejército sirio, la aviación rusa, la diplomacia multilateral
del Papa Francisco y por los voluntarios iraníes que pelearon cara a cara a
terrorismo por tierra. En el fondo el destino de las guerras la siguen
definiendo la infantería.
Siria era en verdad un paso hacia el
verdadero objetivo estratégico: la República Islámica de Irán, con la finalidad
de crear una nueva cartografía Geopolítica en Medio Oriente con "Estados
ficticios" como por ejemplo hoy la partición de Libia en el norte de
África, para el dominio absoluto de EEUU, Arabia Saudita e Israel de esa región
estratégica.
La República Islámica de Irán era el
objetivo y paradójicamente resultó ganadora, aumentando su área de influencia
en Irak, Líbano, Palestina, Yemen, etc.
Y hoy forman el bloque China, Rusia e
Irán, que con sus matices han evitado una nueva "Pax americana"
brindando una esperanza de "orden" multipolar.
El islam chiita a diferencia de lo
que se cree vulgarmente o por prejuicios, que representa una religión
oscurantista, encuentra a la República Islámica de Irán en un momento de
desarrollo integral sin igual en el campo de la nanotecnología, biotecnología,
desarrollo pacífico nuclear, ciberseguridad, ciberdefensa, seguridad integral; en
el campo cinematográfico y en el campo del desarrollo universitario. Repetimos
las palabras, sin igual.
Podemos afirmar sin dudar que la
República Islámica de Irán demuestra con hechos que modernidad no es sinónimo
de occidental, como pretendió hacernos creer el positivismo darwinista
spenceriano.
La fortaleza de la revolución
islámica reside en la esencia moral y espiritual de la cosmovisión religiosa
integral que pregonó el Profeta Muhammad y posteriormente el Imán Jomeini,
porque el islam chiita es una cosmovisión religiosa de la lucha por la justicia
en este mundo como preparación al otro y por lo tanto el campo de lo secular
está ausente dentro de la cosmovisión integral.
Esta cosmovisión religiosa, de la cual
derivan la dimensión jurídica, política, económica, social, cultural,
educativa, militar, tiene un objetivo: la justicia social y la liberación de
toda opresión externa.
Podemos hablar no de una teocracia, como
se piensa en muchos ámbitos como si se tratase de una monarquía divina al
estilo de la monarquía absoluta de Luis XIV, "el Estado soy yo". Nada
más alejado de la realidad. Hay una democracia que va mucho más allá de la
democracia electoral occidental o plutocracia hoy en crisis. Hay que comprenderla
en una alianza solo entendible desde la cultura política de
islamismo-democracia y pensar en una nomocracia, o sea una comunidad política
basada en la Ley de la Revelación divina.
Es muy importante estudiar la obra de
Jomeini "El gobierno islámico". En Irán se elige por el voto popular
desde el intendente y los gobernadores hasta el presidente.
El Imán Khamenei preside en Consejo
de Expertos de la Revolución guiando la Revolución.
Por eso hay que analizar desde la
cultura política o como se dice en Ciencia Política desde la política
comparada, pero no desde la anglosajonizacion de las ciencias sociales.
El islamismo como religión monoteísta
con tronco en Abraham reconoce en El Corán la figura del Profeta Jesús y el rol
central de nuestra Virgen María cómo madre de Jesús.
Esto profundiza al diálogo ecuménico
que impulsa el Papa Francisco, el cual no debemos obviar que tuvo encuentros en
el Vaticano con el presidente Rohani y la vicepresidenta.
El acercamiento religioso es un
puente, al decir del Papa, de civilizaciones en un mundo que no debe ser un
choque de civilizaciones, como planteó el estratega norteamericano Samuel Huntington.
Por último en nuestro amado país la
República Argentina, el General Juan Domingo Perón definió al Peronismo como
"una doctrina simple, humanista, popular y cristiana".
Y advirtió a su regreso del exilio y
en el Modelo Argentino en 1974 el peligro de vacío de espiritualidad del hombre
o ser argentino, invadido por un individualismo asocial que se convertía en el
principal enemigo de la comunidad organizada.
No habrá Estado continental
industrial sudamericano con anomia social, con el veneno neoliberal del
"sálvese quien pueda", es decir la supremacía del más fuerte en la
ley de la selva.
La gran tarea es la reconstrucción
del tejido social bajo las banderas de Tierra, Techo y Trabajo para avizorar
como horizonte la Comunidad Organizada.
Y aquí en este punto nodal, la
revolución islámica es una guía y puente con la Argentina y América Latina
invadida de neoliberalismo, porque ha sido y es, en mi opinión, la más
importante revolución nacional, social y antiimperialista que ha triunfado ante
el imperio norteamericano, como lo acaba de reconocer el Financial Times, basada
en la tríada de cultura política: moralidad, espiritualidad y justicia social y
liberación nacional.
Prof. Dr. Miguel Ángel Barrios, Argentina
Dr. en Educación
Dr. en Ciencia Política
Ha escrito más de quince obras de
política latinoamericana y mundial
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