Syriza promete un nuevo paquete de austeridad mientras las instituciones
europeas intensifican la presión sobre Grecia
Por Robert Stevens
20 de marzo 2015
20 de marzo 2015
El primer ministro griego Alexis Tsipras prometió presentar una nueva
lista de medidas de austeridad después de una cumbre de líderes europeos en
Bruselas realizada el jueves 12 de marzo.
En el comunicado emitido por las potencias europeas y Grecia se afirmó
que: "las autoridades griegas tienen la soberanía sobre las reformas y
presentarán una lista completa de reformas específicas en los próximos días".
Las reformas son parte del acuerdo que Grecia alcanzó con el Eurogrupo el mes
pasado.
El comunicado agregó que dentro de un espíritu de "confianza
mutua" todas las partes se habían "comprometido a acelerar el trabajo
y concluirlo lo más rápido posible".
La crisis griega no estaba en la agenda oficial de la cumbre del jueves. Sin
embargo un funcionario de la Unión Europea (UE) informó que la situación en
Atenas era el "elefante en la habitación".
Los representantes políticos de los bancos europeos ya le han tomado la
medida a Syriza, respondiendo a su abyecta capitulación del mes pasado, y presionan
cada vez por mayores compromisos de austeridad. Liderados por Alemania,
los gobiernos europeos insistieron en el período previo a la cumbre para que el
gobierno liderado por Syriza en Grecia comience con la imposición de medidas
concretas o se arriesgará a verse impedidos de acceder a los préstamos adicionales. Atenas
necesita miles de millones en préstamos adicionales para los próximos días y
semanas para evitar el impago de su deuda de € 320 mil millones.
Varias "conversaciones técnicas", estipuladas en el acuerdo de
febrero para definir las acciones que Grecia debía imponer, se han celebrado en
Bruselas, Atenas y París durante la última semana. Sin embargo no han
producido un acuerdo final. Esta fue la señal para que la UE, el Banco
Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional, conocidos como la
"troika", impongan aún más presión hacia la quiebra sobre el Estado
griego.
Tsipras solicitó una reunión al margen de la cumbre con las figuras
políticas líderes de Francia y Alemania, así como con representantes de las
principales instituciones de la UE. La reunión de tres horas, que se
celebró el jueves 12 por la noche, fue convocada por el presidente del Consejo
Europeo, Donald Tusk. Asistieron la canciller alemana, Angela Merkel, el
presidente francés, François Hollande, el presidente del BCE, Mario Draghi, el
presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker y el jefe del Eurogrupo,
Jeroen Dijsselbloem.
Merkel también invitó a Tsipras a Berlín para realizar nuevas
conversaciones el lunes. Sin embargo, ha dejado claro que ni las
conversaciones en la cumbre ni las conversaciones del lunes irían a cambiar
nada y que Grecia debía cumplir con el acuerdo de 20 de febrero.
Tras las reuniones del jueves Merkel dijo que "no hemos cambiado ni
un ápice. Usted puede haber oído algo de esto antes. Pero entonces no ha
sucedido mucho en las últimas semanas".
Hollande añadió: "estas reformas deben ser... compatibles con los
compromisos de Grecia... No hay tiempo que perder".
Las tensiones se desbordaron entre los líderes de la UE y Grecia en los
últimos días. Dijsselbloem dijo el martes que "la presión sobre
Grecia está creciendo. El monto de efectivo, de dinero, al menos esto es lo que
me dicen, está disminuyendo. Y sólo obtendrá un préstamo de emergencia si existen
en realidad medidas que se estén adoptando, si hay progreso en las reformas que
se necesitan en Grecia".
El miércoles, el Banco Central Europeo prestó a Grecia sólo € 400
millones de asistencia de los fondos para liquidez de emergencia (ELA), en
lugar de los € 900 millones que pidió el gobierno de Syriza. Los bancos
griegos sólo se mantienen a flote debido a su acceso temporal a los fondos de
ELA.
Reuters citó a una "persona familiarizada con el pensamiento del
BCE", quien dijo que no habría a corto plazo un seguro adicional sobre la
deuda. "Todo depende de si Grecia cumple sus compromisos con el fin
de obtener dinero de sus acreedores. El BCE no hace financiación puente".
Los temores de una salida de Grecia de la zona euro (Grexit) han puesto
en peligro el sistema bancario de la nación, mientras la financiación del ELA apenas
cubre el importe que sea retirado por los depositantes. El miércoles, los
depositantes retiraron entre € 300 y € 400 millones de los bancos, la mayor
salida de fondos desde la firma del acuerdo de febrero.
El mismo día el gobierno Tsipras aprobó en el Parlamento griego una
"ley humanitaria" a un costo de unos € 200 millones. El proyecto
de ley prevé electricidad gratis y cupones de alimentos para algunas familias
en extrema pobreza. Bajo la presión constante de sus acreedores, Syriza ya
había reducido drásticamente el programa humanitario que era de unos inadecuados
€ 1.8 mil millones de euros.
Incluso esto era inaceptable para la Comisión Europea que envió a Grecia
una nota advirtiendo que tal legislación podría ser vista como una acción
"unilateral" y por lo tanto una violación del acuerdo de febrero.
Tras la votación el viceprimer ministro de Grecia Giannis Dragasakis se arrastró
hasta la UE buscando dinero. "El país se enfrenta a problemas de
liquidez y necesita la cooperación de los socios europeos para cubrir sus
obligaciones", dijo. "No hemos recibido una sola cuota del
préstamo desde agosto de 2014, pero hemos estado pagando todas nuestras
obligaciones".
El tabloide Bild declaró que el apoyo del Parlamento
griego al proyecto de ley humanitaria era una "declaración de
guerra".
El viernes se supo que el BCE está considerando prohibir a los
prestamistas griegos añadir a sus carteras las tenencias de deuda pública. El Financial
Times escribió que esto sería "cortarle a Atenas una fuente clave de
financiación y empeorar la discordia con sus acreedores".
Juncker dijo a una emisora de radio francesa el jueves "voy a
repetir con él [Tsipras] lo que ya le he dicho dos veces: Grecia debe emprender
las reformas necesarias, Grecia debe garantizar los compromisos que asumió con
el Eurogrupo en 2012 y, que confirmó más recientemente".
Alex Brazier, directora ejecutiva del Banco de Inglaterra para la
estrategia de estabilidad financiera y riesgo, dijo que Grecia nunca será capaz
de deshacerse de su deuda. Le dijo al Comité Selecto del Tesoro del
Parlamento del Reino Unido: "creo que hay un monto de superávit primario que
podría funcionar para Grecia, en principio, que presentará algún horizonte para
el pago de la deuda". Pero luego hizo la pregunta: "¿Es tolerable el
dolor político que implica alcanzar este superávit primario? Me resulta
difícil de creer". Ningún gobierno electo podría hacerlo, sugirió.
El gobierno estadounidense también ha intensificado su intervención en
la crisis. El lugar de Grecia significa que juega un papel geoestratégico
clave en la alianza de la OTAN. Dado que Estados Unidos está construyendo
un provocador cerco de la OTAN sobre Rusia, el gobierno de Obama no puede
permitirse un escenario en el que Grecia se vea obligado a entrar en la órbita
de Rusia. Importantes figuras de Syriza, como Panos Kammenos, líder de la coalición
asociada de los Griegos Independientes, han sugerido que consideran que deben acercarse
a Rusia como una fuente alternativa de financiación, si fueran incapaces de
llegar a un acuerdo con Europa.
El martes, el secretario de Estado adjunto para Asuntos Europeos y de
Eurasia, Victoria Nuland, visitó Atenas para reunirse con Tsipras y otros altos
funcionarios gubernamentales. Su viaje fue motivado por el anuncio de que
Tsipras haría un viaje programado a Moscú en mayo que estaría siendo adelantado
un mes. De acuerdo con el diario griego Kathemerini adelantar
el viaje a Moscú fue solicitado "por iniciativa de Atenas".
Nuland dijo que Estados Unidos quiere ver que Grecia sea "capaz de
hacer un buen trato con las instituciones acreedoras".
Los informes de prensa señalaron que ella también se discutió sobre seguridad
y defensa, Ucrania, ISIS, Oriente Medio y cuestiones energéticas. En
Ucrania, Nuland dijo que Estados Unidos estaba "muy satisfecho de que haya
surgido la solidaridad entre la UE y Estados Unidos y de que Grecia haya
desempeñado su papel en ayudar a construir un consenso".