lunes, 14 de julio de 2014

CÓMO SE CONSTRUYE UN NUEVO ORDEN MUNDIAL

Putin y Xi Jinping en Buenos Aires, una semana estratégica
Dr. Norberto Emmerich, Investigador Prometeo, IAEN, Ecuador.

El presidente ruso Vladimir Putin llegó en la madrugada del sábado 12 de  julio a la ciudad de Buenos Aires reuniéndose a las pocas horas con la presidente argentina, Cristina Fernández, para firmar distintos acuerdos, principalmente sobre commodities energéticos. Allí declaró que la Argentina es el principal socio estratégico de Rusia en América Latina.
Los acuerdos bilaterales firmados en materia nuclear con fines pacíficos servirían para "crear una base para una cooperación sólida en esta esfera", según su discurso en la Casa Rosada. 
Una delegación rusa se trasladó al megayacimiento petrolífero de Vaca Muerta, en el sur del país, para conocer "una de las mayores reservas de gas no convencional del mundo".
Más tarde los presidentes Evo Morales (Bolivia), José Mujica (Uruguay) y Nicolás Maduro (Venezuela) se sumaron a la cena en la casa de gobierno argentina.
Por su parte el presidente chino Xi Jinping también comienza una gira por América Latina, considerada “extremadamente importante, no es otro viaje de rutina más”. China ya es el segundo socio comercial de la región y uno de sus principales inversores.
En Brasil firmará varios acuerdos de cooperación, que incluirían exportaciones de la brasileña Embraer e inversiones chinas en infraestructura, especialmente en transporte.
Xi irá luego a la Argentina, con quien mantiene un intercambio por debajo del potencial, 14.800 millones de dólares en 2013. China busca reimpulsar la relación y planea reconocer a Argentina como “socio estratégico integral”. Al igual que su colega ruso, Xi hablará con la presidenta sobre el interés chino en el yacimiento de Vaca Muerta. Allí yacen las segundas reservas mundiales de gas de esquisto y las terceras de petróleo.
En los próximos días los líderes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS) celebrarán en Fortaleza y en Brasilia su sexta cumbre. Son las grandes economías emergentes, con el 42 % de la población y el 21% del PBI mundial.
En Fortaleza se anunciará la creación del Banco de los BRICS, que nacerá con un capital inicial de 50.000 millones de dólares, de los que cada país aportará una quinta parte.
Además se discutirá sobre un Acuerdo de Reservas de Contingencia (CRA), un fondo de estabilización económica por 100.000 millones de dólares para rescatar a países en crisis, con dificultades en su balanza de pagos o que sufran ataques especulativos.
En Brasilia mantendrán una reunión con los presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), donde los BRICS buscarán exponer las potencialidades del Banco, una alternativa al Banco Mundial dominado por las grandes potencias.
Esta Cumbre será la antesala de una cita entre China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac). En esa reunión se anunciará formalmente el Primer Foro de Cooperación entre China y los 33 países de la Celac en Pekín. Este foro representa “un éxito de las diplomacias tanto de China como del subcontinente: la República Popular logra sentarse a la mesa con todos los Estados de América Latina y el Caribe”.
Porque además de los numerosos y profundos acuerdos económicos, China y Rusia buscan aumentar los lazos políticos con la región.
¿Cómo deben comprenderse estos rápidos y numerosos movimientos de las potencias emergentes? ¿Por qué tienen interés en América Latina?
En el este de Ucrania el ejército y los aviones del golpismo fascista bombardean las ciudades industriales mientras en la franja de Gaza los bombardeos ya suman 157 palestinos muertos en seis días. Las grandes potencias y sus socios aplauden, incentivan, financian y hacen cálculos de probabilidades. En el fondo de esta desesperación bélica siguen operando las consecuencias de la crisis económica de 2008. La economía mundial languidece, los precios de los commodities no bajan, la recesión se convierte en depresión.
Esta debacle económica impide una gestión política exitosa de los asuntos mundiales, la intención de dictar nuevas reglas de juego en base a ordenanzas imperiales no está funcionando. La tradicional combinación de diplomacia y guerra, útil en los tiempos de normalidad estratégica, cede ante una ofensiva declarada de los halcones de la política exterior. Si el “Eje Asia” de Barack Obama promovió el surgimiento del Estado Islámico en Irak y un nuevo empantanamiento en Medio Oriente, Israel golpea a Gaza sin mucho sentido estratégico. Y si Estados Unidos jaquea a Rusia en su frontera vital, lo hace con socios impresentables y sin vocación de combate.

El capitalismo es un sistema de guerra permanente, a veces armado, siempre amenazante. Rusia y China se defienden atacando, en un mundo con liderazgos rudos pero vacilantes, rediseñando los términos del intercambio, y con ellos un nuevo orden mundial, en términos diplomáticos, económicos y políticos. Y allí donde residen los commodities es donde toda crisis económica global encontrará su salida. Tener acceso a insumos básicos baratos, esencialmente energéticos, sigue siendo la receta clásica de recuperación económica. Y se sabe que todo acuerdo es y debe ser siempre político con objetivos económicos. En Buenos Aires y Brasil se juega un campeonato mucho más importante que el que acaba de terminar.

sábado, 5 de julio de 2014

EL EJERCITO EN LAS CALLES DE MEXICO

Ingresa ejército mexicano a Cholula. Realizarán rondines
http://www.metropolitanopuebla.com/noticia.php?id=602

Un convoy con 12 tanquetas del Ejército Mexicano ingresó este miércoles a diversas comunidades de la región de las Cholulas, para realizar recorridos continuos y de forma indefinida confirmaron autoridades de San Pedro Cholula.
Sin embargo, el arribo de los vehículos causó alarma entre la población que la tarde de ayer circulaba por el zócalo cholulteca, donde se encontraban estacionados los vehículos blindados.
Hay que destacar que el Ejército Mexicano realiza este tipo de actividades en otros estados de la República, donde existen problemas de inseguridad y presencia del crimen organizado, para exhibir su poderío.
Los vehículos M11 tienen la capacidad de disparar proyectiles a más de 2 mil metros de distancia, y por igual realiza labores de transporte que de rescate, protección, adiestramiento y reconocimiento del terreno.
Uno de los uniformados aseveró el desfile de las unidades M11 ‘es para que haya una familiarización entre el Ejército con los pueblos’.
Otros militares respondieron que el recorrido será por un tiempo amplio y es para exhibir las nuevas unidades adquiridas por el gobierno federal.
El sexenio pasado, se creó el programa de acercamiento al público ‘La Gran Fuerza de México’, para promover una imagen positiva del Ejército Mexicano, el cual se vio obligado a salir a las calles debido a la ola de violencia que se desató en territorio nacional.
El convoy de vehículos militares con una treintena de agentes a bordo también recorrió comunidades deJuan C Bonilla, como San Lucas Nextetelco, donde esta acción fue vista como un acto represivo e intimidatorio contra los pueblos.

jueves, 3 de julio de 2014

DIFÍCIL AVANCE DEL GOBIERNO UCRANIANO

Mientras Ucrania combate a los separatistas, Rusia observa y espera
http://www.stratfor.com/analysis/ukraine-fights-separatists-russia-watches-and-waits # axzz36Pa2oX6T

Resumen
En la madrugada del 1° de julio, el presidente ucraniano Petro Poroshenko declaró el fin de los 10 días de alto el fuego en el país. La lucha que se produjo en las regiones orientales tras el anuncio resalta la estrategia militar de Ucrania de cercar y contener los bastiones separatistas, rompiendo sus cadenas de suministro y las rutas de refuerzo. Las significativas restricciones domésticas y militares continuarán limitando la capacidad del gobierno de Ucrania de recuperar plenamente el control de la región en los próximos meses, al igual que el apoyo tácito de Rusia a los separatistas.

Análisis
Con su renovada operación anti-separatista en las provincias de Donetsk y Lugansk, Ucrania aspira a recuperar el control de ciudades, pueblos e infraestructuras, y en última instancia eliminar al movimiento separatista armado en la región. La estrategia militar ha sido la de contener y aislar los bastiones separatistas. Las fuerzas de Ucrania también han trabajado para recuperar el control de los puestos fronterizos, en un esfuerzo por cortar las líneas de suministro separatistas.
Se dice que hay entre 10.000 y 20.000 efectivos ucranianos en las regiones del este, lo que comprende a las tropas militares, las tropas del Ministerio del Interior, las unidades de inteligencia y a miembros de la Guardia Nacional, de reciente creación. Según los informes los grupos separatistas que operan en la zona incluyen a varios cientos de miembros altamente capacitados, así como a unos pocos miles de simpatizantes locales. Actualmente hay dos vías de avance. Algunas fuerzas ucranianas se están moviendo hacia el este de la región de Dnipropetrovsk, hacia la ciudad de Donetsk, mientras que otras fuerzas ucranianas se están moviendo desde el norte hacia la ciudad de Luhansk, tratando de repartirse hacia el sur, a lo largo de la frontera con Rusia, en un esfuerzo por retomar el control de los puestos de control y perturbar las redes de abastecimiento de los separatistas.
Al mismo tiempo, las tropas ucranianas se están acumulando para rodear a Slovyansk y a la vecina Kramatorsk, donde se están llevando a cabo ataques aéreos y disparos de artillería contra objetivos rebeldes identificados. Utilizando inteligencia proporcionada por sus socios occidentales, Ucrania también ha llevado a cabo ataques contra objetivos estáticos donde se han identificado blindados y artillería suministrados por Rusia. El avance de las fuerzas ucranianas ha sido lento, sin embargo, marcado por los frecuentes enfrentamientos de bajo nivel con los grupos separatistas.

Limitaciones y desafíos
Hasta ahora el gobierno de Kiev se ha abstenido de dirigirse directamente contra cualquier potencial objetivo civil o entrar en las zonas urbanas densamente pobladas. Aunque las fuerzas ucranianas tienen la capacidad de entrar en ciudades como Slovyansk, se han negado a hacerlo, preocupadas por incurrir en bajas civiles a gran escala y negándose a convertir las poblaciones locales en partidarias de la causa separatista. Además, el ejército de Ucrania ya está experimentando serios problemas de moral entre sus tropas y está tratando de limitar las bajas militares y la pérdida de material.
La estrategia preferida es aquella que prioriza el aislamiento de los bastiones separatistas, evitando la confrontación directa con los grupos separatistas bien armados y mejor entrenados, en las zonas urbanas. Además de tener tiempo para fortificar sus posiciones, algunos separatistas también tienen acceso a armas portátiles de calidad, tales como misiles guiados anti-tanque y sistemas antiaéreos montados en el hombro. El Ejército ucraniano ha demostrado ser adverso al riesgo frente a un adversario dedicado, lo que ha dado lugar a límites autoimpuestos sobre la intensidad, el ritmo y el alcance de las operaciones en el este.




Las fuerzas ucranianas también se enfrentan a limitaciones tecnológicas. Mientras que Kiev tiene acceso a información de fuentes occidentales, los aviones militares de Ucrania tienen una capacidad limitada para llevar a cabo ataques de precisión y por lo tanto tienen que recurrir a objetivos en posiciones fijas en conjunto con operaciones en tierra. Los aviones militares ucranianos también son muy vulnerables a las defensas antiaéreas terrestres móviles. El 1° de julio, los separatistas en la región de Donetsk dispararon cuatro misiles portátiles de defensa aérea contra aviones de ataque Su-24 de Ucrania, el último de una serie de ataques contra la aviación de combate ucraniana, la mayoría concentrados en (aunque no limitado a) el área de Slovyansk. El Su-24 se las arregló para permanecer en el aire a pesar de estar dañado, pero los separatistas ya han tenido éxito antes en el derribo de medios aéreos ucranianos.
Aunque Rusia se ha opuesto verbalmente a las acciones de Kiev en el este de Ucrania, se ha mantenido públicamente fuera de la lucha. Detrás de escena, sin embargo, el Kremlin sigue limitando la capacidad del gobierno de Ucrania para derrotar al movimiento separatista. A pesar de los intensos esfuerzos para tomar el control de los puestos fronterizos, grandes porciones de la frontera de Ucrania, en la zona de Mariupol, en el sur de la región de Lugansk, permanecen sin garantía. Los tiroteos y emboscadas en estas tierras lejanas porosas continúan, al igual que el flujo incontrolado de armas, equipos y refuerzos de Rusia en el este de Ucrania.

Mientras el Kremlin apoye el movimiento de combatientes y pertrechos, Kiev será incapaz de recuperar plenamente el control de las regiones orientales. Las fuerzas ucranianas hacen progresos en la conquista de algunas partes de la frontera y en el aislamiento de los bastiones separatistas, pero entrar en las zonas urbanas como Donetsk y Lugansk será costoso. El movimiento separatista armado sólo se eliminará cuando el Kremlin decida que los separatistas ya no sean necesarios como una palanca contra el gobierno en Kiev. Para Rusia, la neutralización y la descentralización de Ucrania sigue siendo una prioridad. Por lo tanto, la toma de decisiones de Moscú en lo que respecta a su apoyo a los separatistas en el este de Ucrania estará atada a la voluntad que tenga el gobierno de Kiev de hacer concesiones.

UN CHIÍSMO ANTI IRANÍ APARECE EN IRAK

Surge en Irak un grupo radical chií escindido
http://www.stratfor.com/geopolitical-diary/radical-shiite-splinter-group-arises-iraq # axzz36Pa2oX6T
02 de julio 2014

Bagdad respondió a violentos enfrentamientos entre militantes armados y fuerzas armadas iraquíes en la provincia chiíta de Karbala. Los combates, que se produjeron cerca de la ciudad santa de Kerbala, requirieron eventualmente la respuesta del gobierno central con ataques de helicópteros y fuerzas adicionales. Esta respuesta a la actividad militante se ha vuelto casi un lugar común para el gobierno central del asediado primer ministro Nouri al-Maliki desde que los militantes sunitas encabezados por el Estado Islámico invadieron la norteña ciudad iraquí de Mosul. Los choques del 2 de julio pausan los enfrentamientos de las últimas semanas, que fueron entre las fuerzas progubernamentales y partidarios de la milicia del renegado clérigo chií radical Mahmoud al-Hasani al-Sarkhi.
Al-Sarkhi no es un problema nuevo para el liderazgo chiíta de Irak. Ha rechazado el liderazgo religioso y espiritual tradicional de la comunidad chiíta iraquí (y en todo el mundo) con sede en Najaf, dirigido por el gran ayatolá Ali al-Sistani. Los seguidores de Al-Sarkhi (que según él son entre 25.000 y 30.000) también se han enfrentado con las fuerzas estadounidenses, los líderes políticos y religiosos de Irán y el gobierno central en Bagdad. El grupo de Al-Sarkhi representa una combinación de creencias chiítas iraquíes e iraníes, que en última instancia rechazan la autoridad de las comunidades religiosas, tanto en Nayaf como en el centro iraní de estudio chiíta de Qom.
Los seguidores de Al-Sarkhi quieren un gobierno teocrático chiíta en Irak, que se atribuye el principio de "Velayat-e faqih", o gobierno de los clérigos, de forma similar al sistema en Irán. Este principio sigue siendo muy disputado por los teólogos chiítas fuera de Irán, pero sobre todo por al-Sistani. A pesar de creer en los principios del sistema iraní de gobierno, al-Sarkhi también recoge los claros puntos de vista nacionalistas árabes, que rechazan completamente lo que él y sus seguidores describen como una indebida influencia iraní sobre un Estado iraquí inherentemente árabe. De este modo, representa una forma más extrema de oposición a al-Maliki que otros más conocidos competidores chiítas iraquíes, como los clérigos Ammar al-Hakim y Muqtada al-Sadr.
Las divisiones dentro de la comunidad chiíta de Irak han plagado el sistema político en Bagdad desde la caída de Saddam Hussein. Estas divisiones también están animadas y mantenidas activamente por Irán, cuyo deseo de ver un gobierno chií en Bagdad sólo es comparable con su imperativo geopolítico de evitar que un poder demasiado fuerte -no importa su afiliación sectaria- eche raíces en Mesopotamia. El conflicto actual de Al-Sarkhi con Bagdad y Najaf, se centra en su oposición al llamado de al-Sistani a las poderosas milicias chiítas del sur de Irak a levantarse y ayudar al gobierno central en su ofensiva contra los grupos sunitas que operan en grandes franjas de territorio al oeste y al norte de Bagdad.
La respuesta del gobierno central a las protestas y bloqueos de carreteras de al-Sarkhi en Karbala ha sido, por necesidad, rápida e inequívoca. Karbala es un importante lugar de peregrinación, pero también marca la frontera entre las tribus sunitas de Irak y el núcleo chiíta del sur, donde se encuentran la mayor parte de las reservas de petróleo de Irak.
Más que poner en riesgo la producción de energía, al-Sarkhi apunta a ser uno de los desafíos más grandes que enfrenta Bagdad en el futuro. El gobierno de Al-Maliki y sus patrocinadores iraníes han permitido persistir la oposición dentro del sistema chiíta iraquí bajo una gestión cuidadosa, pero se han esforzado en asegurar que algunos fundamentos permanezcan en su lugar: una ideología nacionalista chiita, no exclusivamente árabe, (un sello particular del llamado de Muqtada al-Sadr a los votantes), fuertes vínculos financieros o religiosos con Irán y una posición en gran medida unificada contra las minorías árabes sunitas y kurdas de Irak. El movimiento de Al-Sarkhi está en gran medida fuera de estos parámetros. La mayor preocupación de Bagdad y Teherán es la capacidad que tengan los puntos de vista pro-árabes, anti-iraníes y anti-Sistani de al-Sarkhi para encontrar una causa común con las fuerzas minoritarias en Irak que actualmente están lidiando contra Bagdad en busca de una mayor autoridad.
Estas divisiones intracomunitarias también han sido uno de los instrumentos clave de al-Maliki -y por extensión de Irán y Bagdad- en la gestión de la oposición de las tribus árabes sunitas y kurdas iraquíes. Tanto Bagdad como Irán han demostrado que van a actuar rápidamente para evitar que estas divisiones chiitas internas beneficien también a sus oponentes.

Las fuerzas de Al-Sarkhi -el llamado Ejército Husayn- en gran parte han sido expulsadas de Karbala, y el clérigo y sus fuerzas han vuelto a reunirse en su bastión en Nasiriya, en la provincia meridional iraquí de Dhi Qar. El riesgo de una mayor dependencia de Bagdad del apoyo de la milicia chií del sur en su lucha contra el Estado islámico ha traído consigo mayores riesgos políticos, incluidos los opositores tradicionales de al-Maliki -al-Hakim y al-Sadr- que exigen una mayor cuota de poder. Pero, como lo demuestran las acciones de al-Sarkhi, las mayores amenazas para Bagdad desde el sur podrían venir por fuera de los poderes cuidadosamente manejados por Irán, lo que representa una amenaza no sólo para Irak, sino también para Irán.

¿ESTADOS UNIDOS RE-INTERVENDRÁ EN IRAK?

El Estado Islámico intenta protegerse de la intervención de Estados Unidos en Irak
02 de julio de 2014 
http://www.stratfor.com/analysis/islamic-state-tries-ward-us-intervention-iraq#axzz36Pa2oX6T 

Resumen
El Estado Islámico ha crecido y prosperado debido a la generosidad de los jeques sunitas y a la ausencia de presión de Estados Unidos sobre el grupo. A medida que Estados Unidos comenzó a ofrecer apoyo medido al gobierno iraquí, el grupo anteriormente conocido como el Estado Islámico en Irak y el Levante puso en marcha una campaña de propaganda que amenazaba a Estados Unidos con la violencia en el caso de intervenir. Si bien la capacidad del grupo para respaldar su amenaza es limitada, un ataque terrorista en territorio de Estados Unidos por el grupo o por un simpatizante de base podría hacer caer toda la ira de los Estados Unidos hacia los militantes, haciendo añicos cualquier delgada esperanza de restablecer el califato.

Análisis
Anticipándose a una implicancia profunda de Estados Unidos en Irak, el Estado Islámico y sus partidarios lanzaron una importante campaña en los medios sociales la semana pasada amenazando a Estados Unidos con ataques terroristas si intervenía en la crisis actual. Por cierto, la campaña de Twitter utiliza el torpe hashtag # CalamityWillBefallUS, un texto que, si uno no entiende que la "US" en el hashtag se refiere a Estados Unidos, hace parecer como si el grupo estuviera profetizando su propia destrucción. En lugar de analizar el uso que hace el Estado Islámico de los medios sociales -un tema que ya está bien cubierto por JM Berger y otros- estamos interesados en lo que la amenaza dice acerca de la susceptibilidad del grupo a la intervención extranjera y en la viabilidad de su amenaza.
Gran parte de la atención se ha centrado en la audaz afirmación del grupo de fundar un nuevo califato y la aparente impunidad con la que actúa en las áreas sunitas de Irak. Pero la intensidad del esfuerzo de relaciones públicas contra Estados Unidos de la organización demuestra cuánto teme la intervención de Estados Unidos.


Las respuestas anteriores de Estados Unidos a los insurgentes
Hasta la fecha, la respuesta de Estados Unidos a la ofensiva del Estado Islámico en Irak ha sido modesta. Estados Unidos estableció un centro de operaciones conjuntas en Bagdad el 25 de junio para coordinar los esfuerzos de recopilación de información. A continuación, entregó 75 misiles Hellfire para reforzar la ofensiva del ejército iraquí para recuperar Tikrit. Más recientemente, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó el envío el 30 de junio de 200 soldados más, además de unos 300 ya desplegados, a Irak para reforzar la Embajada de EE.UU. y para proporcionar seguridad adicional en el aeropuerto de Bagdad. Las deliberaciones sobre la posibilidad de llevar a cabo ataques aéreos -y la escala y el alcance de este tipo de operaciones- están en curso.
Aunque no ha habido una respuesta significativa, no es de extrañar que el Estado islámico tenga miedo de una nueva intervención de Estados Unidos en Irak. La historia reciente ha demostrado lo fuerte que los militares de Estados Unidos pueden combatir en una campaña contra una organización militante -o un gobierno para el caso- incluso aunque tengan una pequeña presencia en el terreno.
En 2003, el poder aéreo de Estados Unidos destrozó al ejército iraquí antes de la invasión terrestre a Irak. El Estado Islámico también recordará el ataque aéreo de junio de 2006 cuando Estados Unidos mató a Abu Musab al-Zarqawi, el fundador de su organización matriz, y el ataque aéreo de abril de 2010 que mató a Abu Omar al-Baghdadi, primer líder iraquí del grupo, y a su adjunto Abu Ayyub al-Masri.
El Estado Islámico también puede haber tomado nota de la superioridad militar de Estados Unidos en su exterior cercano. En 2001, el poder aéreo de EE.UU., junto con muy poco personal de la CIA y de operaciones especiales en el terreno, fue capaz de trabajar junto con la Alianza del Norte para eliminar a los talibanes del poder en Afganistán. En 2011, aviones de la OTAN, con participación sustancial de Estados Unidos, fueron capaces de cambiar totalmente el rumbo en la guerra civil en Libia. Ellos rescataron a las fuerzas rebeldes libias de la destrucción a manos de los militares libios y abrumaron la capacidad de Muhammar Gadafi de resistir la embestida de los rebeldes.
El poder aéreo no es la única cosa que Estados Unidos puede poner sobre la mesa. Los militares de Estados Unidos también tienen amplias capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento que ayudarían a un mejor conocimiento de la situación de los iraquíes y la comprensión del espacio de batalla. Por otra parte, una mayor participación directa de Estados Unidos es posible que presione a la administración del primer ministro iraquí Nouri al-Maliki, para dar cabida a la minoría sunita de Irak. La intransigencia de Al-Maliki ha alienado y enfurecido a los jeques tribales sunitas, que, o bien han ayudado o han ignorado las operaciones del Estado Islámico en sus áreas. Existía un patrón similar cuando los precursores del Estado Islámico estaban operando en las áreas sunitas de Irak después de la invasión de Estados Unidos y el derrocamiento de Saddam Hussein.

El uso de jeques tribales contra el Estado Islámico
Los jeques tribales utilizan básicamente a los yihadistas como una herramienta, y cuando Estados Unidos les hizo concesiones -y esencialmente los compró- rápidamente se volvieron contra los yihadistas, que fueron casi destruidos. En una evaluación de diciembre de 2013, señalamos que los jeques sunitas no destruyeron totalmente el Estado Islámico en Irak porque pensaron que podrían usar al grupo como una herramienta. Esta dinámica ha desempeñado un papel importante en la actual insurgencia. Muchos jeques sunitas estaban descontentos con el tratamiento de al-Maliki hacia ellos, lo que los llevó a permitir que los yihadistas crecieran con el fin de elevar su posición estratégica contra Bagdad.
A medida que Estados Unidos se va haciendo más re-contratado en Irak, probablemente renueve sus lazos con los jeques sunitas y coloque una fuerte presión sobre sus mecenas saudíes. Ya existe un descontento con las políticas draconianas del Estado islámico entre la población suní más moderada, y el dinero americano puede inclinar fácilmente el equilibrio. Los jeques podrían oponerse rápidamente en los jihadistas, provocando la segunda parte del Despertar de Anbar.
Ya están apareciendo fisuras entre el Estado islámico y otras facciones suníes iraquíes. Después de la neutralidad inicial, se sabe que varias facciones tribales sunitas, ayudaron al ejército iraquí en Tikrit. Es razonable imaginar un escenario en el que las redes de inteligencia locales de los jeques sunitas y el poder aéreo de Estados Unidos demuestren una vez más ser una poderosa combinación. Los yihadistas escondidos en ciudades densamente pobladas son difíciles de ubicar, pero con inteligencia superior y municiones de precisión se puede lograr.

Viabilidad de la amenaza: las bravatas pueden ser contraproducentes
El Estado Islámico tiene cuadros que poseen habilidades de terroristas avanzados. Sin embargo, ha luchado históricamente para proyectar su poder terrorista más allá de sus áreas centrales de operación.
En cuanto a los ataques terroristas fuera de Irak y Siria, el grupo es quizás mejor conocido por el ataque de noviembre de 2005 a tres hoteles en Ammán, Jordania. Los atentados fueron el primer ataque con víctimas en masa con éxito que el grupo llevó a cabo en Jordania después de varios intentos frustrados y fallidos. Sin embargo, un examen cuidadoso de ese ataque reveló que la mitad de los chalecos explosivos enviados no detonó tal como fueron diseñados. Si hubieran funcionado, el ataque habría sido mucho más devastador. En otro ataque en Ammán en octubre de 2002, el Estado Islámico disparó y mató a la empleada de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Laurence Foley.
A excepción de las bombas en los hoteles de Amman y el asesinato de Foley, los ataques del Estado Islámico han carecido de sofisticación y sólo dieron lugar a bajas leves o daños materiales. El grupo ha lanzado algunos ataques con cohetes ineficaces en Jordania, y los atentados yihadistas vistos hasta la fecha en el Líbano han sido bastante poco profesionales, incluyendo un intento de atentado suicida frustrado la semana pasada cuando las autoridades libanesas intentaron arrestar al terrorista en su hotel de Beirut.
La conclusión es que si bien el Estado islámico ha llevado a cabo ataques terroristas exitosos en lugares moderadamente hostiles como Arbil, Basora y Damasco, estos son lugares con fuerzas de seguridad ineptas o corruptas, relativamente cerca de los “bombmakers” del grupo y de sus comandantes de operaciones y donde el grupo cuenta con algunos redes de apoyo locales. Incluso si quisiera, la organización no parece tener el tipo de operadores cualificados que puedan realizar operaciones dentro de Estados Unidos o Europa.
Incluso en sus ataques en lugares como Bagdad, el Estado Islámico ha tenido problemas para atacar objetivos duros en los últimos años. La mayoría de sus ataques recientes se han centrado en objetivos fáciles en los barrios chiítas. Es cuestionable que tengan la capacidad de golpear la Embajada de Estados Unidos en Bagdad con un golpe significativo, por no hablar de la parte continental de Estados Unidos.
Quizás la mayor amenaza del Estado islámico es que puede enviar o inspirar a un yihadista con base extranjera como Mehdi Nemmouche para realizar un pequeño ataque. Hay muchos más yihadistas en Siria e Irak que poseen las habilidades de Nemmouche y que pueden orquestar ataques sofisticados, y el Estado islámico ha desarrollado un seguimiento internacional importante a través de sus campañas de difusión de medios sociales. Pero si bien este tipo de ataques simples pueden crear cierto pánico, no van a ser realmente eficaces a no ser que puedan llevarse a cabo con frecuencia.
Si el Estado Islámico fuera capaz de lanzar un ataque en Estados Unidos, o pudiera inspirar a los yihadistas de base para llevar a cabo ataques allí, el grupo podría enfrentar alguna represalia grave. Como Al Qaeda lo aprendió en la Península Arábiga después de inspirar los ataques de Little Rock, en Arkansas y del Fuerte Hood, en Texas, y después de intentar ataques con hombres-bomba en diciembre de 2009, los ataques dirigidos contra los Estados Unidos pueden ayudar a aumentar el perfil de un grupo, pero ese aumento de perfil tiene un alto precio. Al igual que los talibanes y Al Qaeda antes de ellos, al Qaeda en la Península Arábiga ha visto sus operaciones gravemente afectadas por las operaciones militares y de inteligencia estadounidenses.

Un gran ataque en Estados Unidos podría despertar lo que ha sido durante los últimos años un gigante desinteresado. De hecho, uno de los factores importantes en el crecimiento del Estado Islámico es que Estados Unidos no le ha prestado mucha atención. Es casi seguro que invocar la ira de Estados Unidos traiga una calamidad sobre el Estado Islámico, que provocará la desaparición de cualquier forma de gobierno islámico que pretenda crear.