viernes, 25 de abril de 2014

LA DEFENSA DE INTERNET Y LA FÁBULA DE LA ZANAHORIA

La defensa de Internet y la fábula de la zanahoria
Dr. Norberto Emmerich, Investigador Prometeo, IAEN, Quito, Ecuador
Joanna Rubio, Universidad de Guadalajara, Departamento de Estudios Políticos y Gobierno

El periodista Jenaro Villamil afirmó en la revista Proceso del 23 de abril que “un día después del fallido intento por darle fast track al predictamen elaborado por el panista Javier Lozano y después de la marcha de cientos de jóvenes contra la censura en Internet, el coordinador de la bancada del PRI, Emilio Gamboa Patrón, y el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, afirmaron que “la iniciativa de telecomunicaciones modificará los elementos de posible censura a internet”[1].
Y detrás del prestigio de Villamil se reprodujeron las afirmaciones triunfalistas: “Cibernautas doblan al PRI”, tituló El Mañana, de Nuevo Laredo. “Dieron marcha atrás a Ley Mordaza en Internet”, dijo El Mexicano, de Tijuana. “Dan marcha atrás en censura a Internet”, afirmó El Siglo, de Durango. Todos ellos repitiendo el artículo publicado en Proceso.
John Ackerman decía que “el pasado sábado 19 de abril se venció el plazo para la aprobación de las leyes secundarias en materia energética mandatadas por la reforma constitucional del 20 de diciembre de 2013. Son excelentes noticias para la movilización social en contra de la consumación de esta vulgar traición a la patria. Habría que luchar para dejar en letra muerta a todos y cada uno de los otros oscuros artículos “transitorios” de la reforma para que jamás se concrete este histórico atraco al patrimonio nacional”[2].
Parece sospechoso que en un país donde los gobiernos nunca retroceden y la población nunca avanza, un día de movilizaciones y mucha agitación en las redes sociales hayan “doblado al PRI”.
Al día siguiente, el mismo Villamil daba cuenta de su error. “Sin embargo, en contra de lo declarado por el senador Javier Lozano, presidente de la Comisión de Comunicaciones, su proyecto de dictamen de ley de telecomunicaciones y radiodifusión no elimina por completo las medidas restrictivas a los contenidos a internet, el bloqueo de señales y la geolocalización de dispositivos móviles. Más bien las matiza y las envía a otras leyes secundarias”[3].
Javier Corral declaró al sitio Revolución 3.0 que “la legislación secundaria en materia de telecomunicaciones privilegia abiertamente los intereses mercantiles de Televisa, incluso por encima de los de otros actores económicos”[4]. La afirmación de Javier Lozano de que se había corregido en “mucho la iniciativa del presidente (…) Fundamentalmente el tema de Internet, de la neutralidad que debe haber no sólo tecnológica, sino operativa, la censura previa. Todo eso lo estamos eliminando por completo”, no fue más que un ardid político para hacer parecer que se estaban escuchando las demandas de la ciudadanía que se opone a esta legislación[5].
Virgilio Caballero argumentó que “lo que posiblemente ha hecho (Lozano) es trasladarlo a otras áreas de la iniciativa, con el tipo de palabrería que suelen acostumbrar para tratar estas cosas. Pero evidentemente era una de las cosas que prometieron como trampa, como argucia para que, eliminándolas, hacer parecer que escuchan a la gente”[6].
Y los líderes políticos, oponiéndose al proyecto de Ley, ayudaron a su consolidación. Marcelo Ebrard Casaubón, el destacado priísta del PRD, afirmó que “la ley de telecomunicaciones propuesta por el gobierno federal… parte de un principio de desconfianza. El gobierno le tiene miedo al ciudadano, al honesto y al deshonesto, porque no conoce la dinámica de las redes sociales. Éstas no se pueden controlar, sino participar en ellas. No sólo sirven para difundir, sino para responder y escuchar. Las redes sociales y en general el Internet son un espacio de colaboración y creación, de interacción entre pares, donde la información está en constante flujo y donde se ha demostrado que el conocimiento impulsa el crecimiento de la economía. Internet es el vehículo que ha permitido el nacimiento de la sociedad de la información y el conocimiento”[7].
¿Qué dice Ebrard sobre la Ley de Telecomunicaciones? Nada. Pero al oponerse a la censura de Internet nos cambia el foco de atención, como si la web fuera una especie de socialismo mediático y el PRI no pudiera comprenderlo. Corremos tras la zanahoria y nos olvidamos del carro que nos subyuga.
Las leyes secundarias, como su nombre lo indica, no son el núcleo duro de la legislación de Telecomunicaciones propuesta por el presidente Peña Nieto. Y la “derrota” de Lozano solo fue una ilusión mediática prontamente descubierta.
¿Quiere decir que la “trampa” quedó expuesta?, ¿que el PRI quiso burlar a la movilización popular y fue burlado por ella?, ¿que las leyes secundarias siguen estando pero ahora heridas de muerte?, ¿acaso la Ley de Telecomunicaciones de Peña Nieto es una ley sobre Internet? Nada de eso.
Hasta ahora hubo especial interés en la regulación de internet y la intervención de las comunicaciones. Pero también:
1. Se debe modificar la ley a fin acabar con el dominio de Televisa
2. Se deben fortalecer las facultades del Instituto Federal de Telecomunicaciones. 
3. Se debe evitar que la Secretaría de Gobernación vigile los contenidos en los medios de difusión 
4. Se debe dar certeza de subsistencia a las radios comunitarias. 
5. Y por supuesto, el tema de género ha brillado por su ausencia[8].
En el periodo post electoral y en el primer año de gobierno abundaron las propuestas legislativas para ahogar la disidencia en las calles. La reforma al artículo 362 del Código Penal en el DF, la ley antiprotesta y el Código Nacional de Procedimientos Penales en el Congreso Federal, la ley sobre Manifestaciones en Jalisco, la ley Borge en Quintana Roo y la ley de Manifestaciones Públicas en San Luis Potosí.
Esta estrategia priísta tuvo y tiene una cara digital: la detención y tortura de tres activistas digitales en Puebla, la censura al blog de Maritza Díaz (ex pareja de Peña Nieto), el escándalo por el uso del spyware finfisher, el intento de castigar “la difamación” a políticos en las redes sociales de Nuevo Léon, la prisión del bloguero Gustavo Maldonado, las amenazas a Alberto Escorcia, colaborador de @YoSoyRed, el ataque al portal de Sin Embargo.mx, el acoso a las cuentas de correo de Lydia Cacho [9].
Pero el proyecto de Ley Federal de Telecomunicaciones y Difusión de México no tiene objetivos represivos. Preocupados por la propiedad de los medios de comunicación y no por su uso, los funcionarios buscan que la ley garantice privilegios capitalistas en crisis. Y en el capitalismo contemporáneo el derecho a la propiedad es derecho a la concentración y condena de la competencia. El eje actual de la cuestión no es la concentración material de la propiedad sino la obtención de la rúbrica legal constitucional de lo obtenido. Hace tiempo que el príncipe ganó la batalla, ahora dicta las leyes que escrituran esa victoria.

[1] El PRI afirma que dará marcha atrás en censura a Internet, Jenaro Villamil, revista Proceso, 23 de abril de 2014, http://www.proceso.com.mx/?p=370395 
[2] “La dictadura del ‘mayoriteo’”: John Ackerman, 24 de abril de 2014, Revolución 3.0, http://revoluciontrespuntocero.com/la-dictadura-del-mayoriteo-john-ackerman/ 
[3] Persisten restricciones a internet y bloqueo de señales en documento de Lozano, Jenaro Villamil, Revista Proceso, 24 de abril de 2014, http://www.proceso.com.mx/?p=370469 
[4] Reformulación tramposa de Telecom, un engaño vil de Lozano: Corral, Revolución 3.0, 24 de abril de 2014, http://revoluciontrespuntocero.com/reformulacion-tramposa-de-telecom-un-engano-vil-de-lozano-corral/ 
[5] idem 
[6] Cadena humana contra ley Peña Televisa, Erika Paz, Revolución 3.0, 23 de abril de 2014, http://revoluciontrespuntocero.com/cadena-humana-contra-leypenatelevisa/
[7] Internet es para escuchar y colaborar, Marcelo Ebrard Casaubón, Animal Político, 24 de abril de 2014, http://www.animalpolitico.com/blogueros-blog-invitado/2014/04/24/internet-es-para-escuchar-y-colaborar/#axzz2zrilM4LI
[8] Se estanca debate de Telecom mientras aumentan protestas, Cimac Noticias, publicado en Revolución 3.0, 23 de abril de 2014, http://revoluciontrespuntocero.com/se-estanca-debate-de-telecom-mientras-aumentan-protestas/
[9] La guerra abierta de Enrique Peña Nieto contra internet, Jesús Robles Maloof, Rebelión.org, 2 de abril de 2014, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=182826&titular=la-guerra-abierta-de-enrique-pe%F1a-nieto-contra-internet-

martes, 1 de abril de 2014

LA CRISIS EN UCRANIA Y LA POLÍTICA EXTERIOR DE ESTADOS UNIDOS

La crisis en Ucrania y las consecuencias históricas de la disolución de la Unión Soviética
Por Peter Schwartz and David North
31 Marzo 2014

Cada día que pasa es más claro que Estados Unidos y Alemania instigaron la crisis en Ucrania, la instalación de un régimen de derecha nacionalista completamente servil a Washington y la OTAN, con la intención de provocar una confrontación con Rusia.
El jueves pasado, el gobierno de Obama descartó hablar sobre una posible conciliación con el presidente ruso, Vladimir Putin. En su lugar anunció una primera ronda de sanciones, presionando a la Unión Europea (UE) a anunciar sus propias sanciones más tarde ese mismo el día. Mientras tanto, aviones de guerra estadounidenses han sido enviados a los Países Bálticos y buques de guerra han entrado en el Mar Negro.
En respuesta a una votación unánime del Parlamento de Crimea a favor de la secesión de Ucrania y de unirse a la Federación de Rusia y al anuncio de un referéndum sobre la secesión para el 16 de marzo, el presidente Obama declaró que, de ocurrir, ese ballotage sería una violación de la Constitución de Ucrania y la ley internacional.
Como ha sido el caso a lo largo de esta crisis, en las declaraciones del gobierno de EE. UU. domina la hipocresía. En 1992 tras la disolución de la Unión Soviética, Estados Unidos presionó por la desintegración de Yugoslavia. En 1999 se fue a la guerra contra Serbia para asegurar la secesión de la provincia de Kosovo. La posición de Washington sobre una u otra cuestión no está determinada por los principios del derecho internacional sino por el cálculo de sus intereses geopolíticos y económicos.
La pregunta ahora es ¿hasta qué punto está dispuesto EE. UU. a llegar a fin de asegurarse de la victoria sobre Rusia en esta confrontación? En una entrevista televisada Samantha Power, embajadora de EE. UU. ante las Naciones Unidas (ONU), reiteró el ultimátum de Washington que Rusia reconozca el régimen apoyado por Estados Unidos en Kiev, advirtiendo que la situación de Ucrania podría "terminar mal".
Tan imprudente es la agresividad de EE. UU. que incluso alarmó al ex secretario de Estado Henry Kissinger, el ejecutor más despiadado de la política de poder imperialista. Comenzó un artículo de opinión en el Washington Post del jueves pasado diciendo: "la discusión política sobre Ucrania se trata totalmente de confrontación. Pero, ¿sabemos hacia donde nos dirigimos?".
El plan estratégico de Washington es muy claro: utilizar "manifestantes" fascistas ucranianos para derrocar al gobierno electo del Presidente Viktor Yanukovich y adquirir el control irrestricto sobre el país. El gobierno de Obama piensa que Putin sólo ofrecería una mínima resistencia, para salvar la cara.
Sin embargo, EE. UU. no busca un compromiso con Rusia. Quiere humillarla por lo menos parcialmente, y se arriesga a que se dé inicio a un proceso que acabe en una guerra nuclear. Los Estados Unidos está exigiendo nada menos que la aceptación de una Ucrania hostil que servirá como una puesto de avanzada para las fuerzas militares de Estados Unidos y la OTAN e identificar las operaciones destinadas a desmembrar Rusia.
En parte, la postura adoptada por Washington refleja su ira por los acontecimientos recientes, especialmente el apoyo de Rusia al régimen de Assad en Siria y la decisión de Putin de proporcionar asilo al denunciante de la Agencia de Seguridad Nacional, Edward Snowden. Ambos casos son vistos como una expresión de la negativa de Rusia a aceptar incondicionalmente la hegemonía global de los Estados Unidos. Washington quiere un cambio drástico y permanente en la relación de fuerzas entre sí y Moscú.
El gobierno de Obama parece estar contando con la voluntad de Putin de dar marcha atrás frente a la combinada fuerza militar y financiera del imperialismo de EE. UU. y Europa. Pero el hecho es que ha provocado una crisis que podría espiralar hacia un choque militar con consecuencias catastróficas. Incluso si la guerra nuclear se evita en este caso, los acontecimientos de la semana pasada han demostrado que una nueva guerra mundial, con la utilización de armas nucleares, no es sólo un peligro. Es algo inevitable.
Esta situación, y la posición en la que Rusia se encuentra, confirman plenamente las consecuencias catastróficas de la disolución de la Unión Soviética. En diciembre de 1991 el anuncio por el presidente ruso Boris Yeltsin y sus homólogos de Ucrania y Belarús, Leonid Kravchuk y Stanislav Shushkevich, de la disolución de la URSS fue el último acto de traición en las décadas de traiciones por parte de la burocracia estalinista de la revolución de Octubre de 1917, que creó un estado obrero y el programa socialista e internacionalista en el que se basó la revolución.
La propaganda bélica en los medios occidentales sobre el "expansionismo" de Rusia es absurda. Desde la desintegración de la URSS, vastas porciones de la antigua Unión Soviética y de todos sus aliados del bloque oriental han pasado a la órbita del imperialismo de EE. UU. y Europa. El destino de Rusia ha confirmado las advertencias del movimiento trotskista de que la disolución de la Unión Soviética tendría como resultado la transformación de la Rusia postsoviética en una empobrecida y despótica semicolonia del imperialismo occidental.
Antes de la desintegración de la URSS, la pieza clave de la política exterior de Stalin era la "coexistencia pacífica" con el imperialismo. El Kremlin utilizó toda su influencia para reprimir la lucha de clases internacional contra el capitalismo, a cambio de un acomodo imperialista con la URSS.
En los últimos años de su gobierno, mientras desarmaba lo que quedaba de la herencia de la Revolución de Octubre, la burocracia del Kremlin bajo Gorbachov actuaba como si el imperialismo fuera una ficción marxista. A medida que desmantelaban la Unión Soviética, los burócratas vendían la ilusión de que una Rusia capitalista sería permitida a vivir en paz con los Estados Unidos y sus aliados europeos de la OTAN, ya que los nuevos biznismen (hombres de negocio) rusos se hicieron cada vez más ricos en base al saqueo de la antigua URSS.
Pero el imperialismo no es una ficción. Es una realidad brutal, y en intereses geopolíticos y económicos no hay cabida para la coexistencia pacífica con Rusia. La oposición de Estados Unidos a la Unión Soviética no se basaba sólo en la estructura no capitalista de la URSS. Estados Unidos nunca pudo reconciliarse con el hecho de que la Unión Soviética, el triunfo de la Revolución de Octubre, privó al imperialismo norteamericano del control directo sobre los vastos recursos naturales y humanos de ese país tan inmenso. A pesar de que la Unión Soviética ya no existe, se mantienen los apetitos imperialistas de EE. UU. y Europa.
En Los sonámbulos, un libro recientemente publicado sobre la crisis de julio de 1914 que condujo al estallido de la Primera Guerra Mundial, el historiador Christopher Clark llama la atención hacia la imprudencia de los diplomáticos europeos cuyos errores de cálculo produjeron un desastre. ¡Pero comparados con Obama y sus aliados europeos, los actores de la crisis de 1914 son ejemplos de moderación!

Aún si se encontrara alguna forma de salir de este "callejón sin salida", sólo será de corta duración. Otra crisis no tardará en llegar. La crisis de febrero y marzo de 2014 no debe dejar duda de que el sistema imperialista inevitablemente conducirá a la guerra. 

PARA PEÑA NIETO ES VITAL RESOLVER LA SITUACIÓN EN MICHOACÁN (Y GUERRERO)

Las batallas entre carteles de drogas y grupos vigilantes desestabilizan a México
Por Don Knowland
31 Marzo 2014

El primer trimestre del 2014 ha traído batallas entre los "autodefensas", o grupos vigilantes, y el cartel de drogas Caballeros Templarios en el estado occidental mexicano de Michoacán, desestabilizando la región.
El cartel de los Caballeros Templarios sustituyó a otra organización criminal: La Familia Michoacana. Al igual que los grupos de autodefensa actuales, La Familia comenzó en la década de 1980 como un grupo armado, con el propósito declarado de imponer orden en el estado de Michoacán, en la lucha contra secuestradores y traficantes de drogas, haciendo hincapié en la ayuda y protección para los pobres.
En la década de 1990 La Familia se transforma en un grupo paramilitar, parte del Cartel del Golfo (de México), para quitarle el control del tráfico ilegal de drogas en Michoacán a los carteles de drogas rivales. En el 2006, el grupo se convierte en una operación independiente de tráfico de drogas que actualmente se especializa en la fabricación y la exportación de metanfetamina.
La Familia tenía una ideología extraña, casi religiosa. Sus líderes se refieren a sus asesinatos y decapitaciones como "justicia divina". Su capo original, Nazario Moreno González, publicó su propia "Biblia", una combinación de estilo evangélico de autoayuda mezclado con consignas campesinas insurgentes. Enfatizaba la religión y los valores familiares en el reclutamiento de nuevos miembros, proclamando no tolerar el abuso de sustancias o la explotación de mujeres y niños.
El cartel incluso prestaba dinero a los agricultores, empresas, escuelas e iglesias con la intención de fundamentar su popularidad y emprendía proyectos de obras públicas. Pero al igual que los notoriamente brutales Zetas, La Familia empleaba la violencia extrema, recurriendo al asesinato y a la tortura generalizada. Los pequeños empresarios hasta al nivel de vendedores callejeros tenían que pagar "impuestos". Aquellos que se resistían eran cerrados, secuestrados o víctimas de amenazas y de violencia.
La Familia asesinaba a políticos locales y sobornaba a otros. Del contrabando y de la venta de drogas se transformó en una organización criminal mucho más ambiciosa, que actuó en última instancia como un Estado paralelo en la mitad occidental de Michoacán, centrada en un valle conocido como Tierra Caliente donde se cultivan limas, aguacates, mangos y marihuana.
Al igual que en otros estados como Sinaloa, la parte de Chihuahua cercana a la frontera con EE.UU. y el noroeste estado de Tamaulipas, el gobierno mexicano ha perdido su monopolio del uso de la violencia.
En julio del 2009 La Familia ataca las instalaciones de la policía federal en Michoacán, y notoriamente, tortura y asesina 12 agentes de la policía federal, dejando sus cuerpos a lo largo de la carretera de una montaña.
El ex presidente Felipe Calderón, quien ya había desatado una guerra contra los carteles de los militares que resultó en 80.000 muertes y muchos abusos contra los derechos humanos, respondió enviando 1,000 policías federales más a la zona.
Esto enfureció al gobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel, quien calificó de "ocupación" la táctica del ex presidente. El medio hermano del gobernador poco después fue acusado de ser un miembro de alto rango de La Familia, y en diciembre del 2010 fue expulsado de su cargo en la cámara baja del Congreso.
En diciembre del 2010, el gobierno dijo haber matado al fundador de La Familia, Moreno González, en un tiroteo, pero su cuerpo nunca fue recuperado. Después de esto, una gran parte de la dirección original del La Familia dejó la organización y formó los Caballeros Templarios en marzo del 2011.
El jefe de lo que quedaba de La Familia fue capturado en junio del 2011 por la policía mexicana; poco después el gobierno declara que el cartel se había disuelto. En los EE.UU. las operaciones federales en varios estados en el 2009 y el 2011 cerraron los canales de distribución del cartel, lo que resultó en más de 1.500 detenciones.
Los Caballeros Templarios se hicieron cargo de las operaciones criminales de La Familia de Michoacán y Guerrero, su estado vecino hacia el sur. Mientras que exhortaban a sus filas a "luchar y morir" por la "justicia social", los Caballeros Templarios continuaban la extorsión y la violencia de su predecesor.
El actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), asumió el poder en diciembre del 2012, diciendo que iba a reducir el tamaño del papel de los militares en la guerra contra las drogas, promesa que se puso a prueba en el 2013 contra los Caballeros Templarios en Tierra Caliente. En mayo y julio del año pasado, las fuerzas de los Templarios montaron ataques violentos contra las autoridades federales, lo que resultó en que Peña Nieto enviase tropas.
En octubre, los Templarios atacaron las instalaciones eléctricas. En noviembre, asesinaron a un vicealmirante naval que viajaba por el estado. Como respuesta, Peña Nieto envió al ejército para expulsar a los Templarios del puerto de Lázaro Cárdenas, el puerto más grande en la costa del Pacífico de México, que los Templarios habían controlado y explotado.
Fue por el puerto de Lázaro Cárdenas que La Familia y los Templarios importaban de China los elementos químicos necesarios para la fabricación de la metanfetamina. En los últimos tres años, los Templarios han vendido a los exportadores chinos cientos de miles de toneladas de hierro, con un valor estimado en más de 1,000 millones de dólares.
En los últimos cinco años, el puerto también se ha convertido en un conducto vital para las importaciones industriales principales de México al norte de Michoacán, el Bajío, una zona que incluye a los estados centrales de Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro. El puerto también se ha transformado en una ruta de transporte fundamental para los envíos a los mercados estadounidenses en Houston, Kansas City y Chicago. Así que el gobierno federal tenía intereses sustanciales de tomar control del puerto.
Mientras tanto han crecido este último año las autodefensas armadas, o "policías comunitarias", en Tierra Caliente. En enero de este año, estas fuerzas contaban con 20.000 miembros, quienes tomaron rápidamente los pueblos más pequeños, y para finales de enero echaron a los Templarios de la ciudad de Nueva Italia.
En febrero, los vigilantes decidieron tomar la fortaleza de los Templarios en Apatzingán, una ciudad de 115.000 personas; entonces Peña Nieto envió miles de soldados.
Al principio, los funcionarios federales exigieron de los grupos de autodefensa un desarme, diciendo que los vigilantes armados sin capacitación en la aplicación de la ley y sin rendición de cuentas inflamarían la volátil situación en Michoacán. También existen rumores de que las armas de los grupos fueron en parte financiadas por el cartel de drogas Nueva Generación de Guadalajara, una organización rival de los Templarios.
Cuando los vigilantes se negaron a rendir sus armas, las tropas federales trataron de desarmarlos. Esto llevó inicialmente a bloqueos por los manifestantes y enfrentamientos armados contra las fuerzas federales, que resultó en la muerte de tres residentes locales. El gobierno fue ampliamente reprendido por ir contra los propios ciudadanos a los que se suponía debían proteger.
Los militares y las autodefensas luego entraron en una alianza inestable para echar a los Templarios de Apatzingán. El gobierno anunció que los vigilantes debían incorporase a las llamadas fuerzas de defensa rural, que tienen una larga historia que data del siglo 19 de aterrorizar a los campesinos a instancias de los grandes terratenientes.
Peña Nieto también nombró a un comisionado federal especial para Michoacán, Alfredo Castillo, con una jurisdicción más amplia que la del gobernador del estado, para supervisar los asuntos de seguridad y un programa de desarrollo de $3.4 mil millones para el estado.
Muy pronto, sin embargo, después de que Castillo fue fotografiado en una reunión con los vigilantes, el gobierno identificó a un hombre en la foto como un importante traficante de drogas. Una discordia sacudió a los vigilantes tras las acusaciones contra uno de sus líderes, Juan José Farías Álvarez, conocido como "El Abuelo", por supuestas conexiones con el cartel de drogas de Guadalajara.
El 9 de marzo la policía estatal arrestó a un líder vigilante superior, Hipólito Mora Chávez, a quien se acusa de la muerte de dos miembros de una facción rival vigilante.
La decisión de Peña Nieto de no desarmar a los vigilantes fue bastante criticada. Javier Lozano, miembro del ultra conservador Partido Acción Nacional de México dijo: "primero los grupos de autodefensa son mimados. Luego ponemos a su líder Hipólito Mora en la cárcel. Veremos cómo termina esta esquizofrenia".
El 15 de marzo, la Associated Press (AP) citó a un funcionario federal no identificado diciendo que el gobierno estaba "dando la ‘señal de alto' a los vigilantes" por motivo de su lucha por el botín de los bienes abandonados por los miembros del cartel que huyeron. De acuerdo con la AP el "punto de inflexión" fue la detención de Mora por asesinato.
La situación en Michoacán sigue siendo muy incierta. Los Templarios se han comprometido a recuperar el territorio del que han sido expulsados. Las relaciones entre los vigilantes y el gobierno continúa deteriorándose.
Mientras tanto, en el vecino estado de Guerrero, al sur, la situación se está moviendo hacia una explosión. A fines de febrero el diario californiano Los Angeles Times publicó un artículo de primera plana titulado "Estado de Guerrero deslizándose hacia el caos". Según Los Angeles Times, la mitad de los 81 municipios de Guerrero, un estado de 3.5 millones de personas, tienen grupos de autodefensa.
En febrero estos grupos se preparaban en las afueras de Chilpancingo, capital de Guerrero, por la carretera de la Ciudad de México hasta el complejo de Acapulco, amenazando con tomarlo. Se han hecho acusaciones de que el alcalde del PRI de Chilpancingo estaba aliado con una rama del ya desaparecido cartel de los Beltrán Leyva, llamado Los Rojos, quienes han cometido extorsiones y secuestros como los Templarios.
Después de que el gobernador del Estado, miembro del opositor centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) se comprometió a añadir 500 policías estatales para patrullar la zona, los hombres de negocios en Chilpancingo pidieron a los autodefensas que no entraran, por temor de que el movimiento podría írseles de las manos. Un líder de negocios y ex diputado del PRD, dijo: "Si un movimiento social se arma... no sabemos cuándo van a dejarlas o a qué costo".
Desde la década de los 60, ha habido una serie de grupos de guerrilla armados en Guerrero que dicen ser revolucionarios, entre ellos uno nuevo apareció en diciembre, las Fuerzas Armadas Revolucionarias —Liberación del Pueblo.
Estos enfrentamientos revelan mucho acerca de las contradicciones de los desarrollos sociales y políticos en México. A la clase dominante mexicana le gusta pensar que ha llegado al escenario mundial económica y políticamente. Peña Nieto y la burguesía mexicana comenzaron a ver la violenta guerra de Calderón contra los carteles como una distracción de su programa para enriquecerse aún más mediante la apertura de la economía al capital global.
Pero los recientes acontecimientos en Michoacán y Guerrero, y en especial la popularidad de los grupos armados y los movimientos de defensa personal, representan los más altos niveles de inestabilidad en México desde la Revolución Mexicana. Esta inestabilidad es una amenaza real a la reforma económica iniciada por la clase dominante mexicana con el apoyo de la presidencia de Peña Nieto.
Su preocupación es el efecto que todo esto puede tener en la confianza del capital extranjero para invertir en México así como su potencial de interferir en los proyectos críticos para la apertura de México a la inversión, como la mejora del ferrocarril y las autopistas hacia el puerto de Lázaro Cárdenas. Estas condiciones obligan al gobierno mexicano a intervenir.
Mientras tanto la gran mayoría de los mexicanos continúan enfrentando una lucha diaria para sobrevivir y una falta crónica de oportunidades de empleo decentes. El gobierno está en gran parte ausente cuando se trata de la prestación de servicios sociales básicos y además sigue siendo bastante corrupto.
La pobreza en los estados mexicanos rurales como Guerrero y Michoacán ha impulsado oleadas de hombres jóvenes en busca de trabajo en los EE.UU. Estas mismas condiciones son caldo de cultivo de las bandas de narcotraficantes así como de los grupos de autodefensa, cuyos miembros son en su mayoría trabajadores agrícolas y pequeños agricultores.