Las
preferencias arancelarias, que representan unos 23 millones de dólares, son
utilizadas por EE.UU. para presionar y chantajear al Gobierno de Quito. Ecuador
renuncia unilateralmente a ellas y ofrece ese dinero para capacitar en materia
de DDHH a organismos norteamericanos
El
Secretario de Comunicación de Ecuador, Fernando Alvarado, anunció este jueves
que la República de Ecuador "no acepta presiones ni amenazas de
nadie" por eso ha decido renunciar "irrevocable y unilateralmente a
las preferencias arancelarias con Estados Unidos" que son utilizadas como
un "instrumento de chantaje" por Washington.
La
decisión del Gobierno de Quito se tomó “frente a la amenaza, insolencia y
prepotencia de ciertos sectores políticos, grupos mediáticos y poderes fácticos
estadounidenses que han presionado para quitar las preferencias arancelarias
ATPDA, por su sigla en inglés, a nuestro país".
"Ecuador
no acepta presiones ni amenazas de nadie y no comercia con los principios ni
los somete a criterios mercantiles por importantes que estos sean", afirmó
Alvarado en rueda de prensa.
Recordó
además que "las preferencias arancelarias fueron otorgadas como
compensación a los países andinos por su lucha contra las drogas pero pronto se
convirtieron en instrumento de chantaje", denunció el Alvarado.
El vocero
del Estado ecuatoriano anunció además que su país ofrece a Estados Unidos los
23 millones de dólares anuales que representan las preferencias arancelarias
con el fin de brindar capacitación en materia de Derechos Humanos.
El
ofrecimiento de Ecuador busca "terminar así con las torturas, ejecuciones
extrajudiciales y demás crímenes contra la humanidad" llevados acabo por
fuerzas militares estadounidenses.
Ecuador,
"como uno de los países que ha ratificado todos los instrumentos de
Derechos Humanos", le pide a Estados Unidos que ratifique alguno de ellos
"empezando por el Pacto de San José".
Alvarado
apuntó que los países deben tener mecanismos de lucha contra el terrorismo,
"pero no podemos permitir que se utilice en el nombre de esa lucha se
atropellen los Derechos Humanos".
Sobre el
caso Snowden, el Secretario de Comunicación ecuatoriano lamentó que Washington
no entregara "a muchos prófugos de la justicia ecuatoriana refugiados en
EE.UU., entre los que se encuentra banqueros y corruptos que quebraron al
país", con la misma urgencia con la que exige entregar al extécnico de la
Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) que reveló al
mundo los programas de espionajes internacionales desarrollados por la Casa
Blanca.