19 de diciembre 2012
http://www.stratfor.com/analysis/mexico-security-memo-plans-strengthen-law-enforcement-coordination
El 17 de diciembre de 2012, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto y los miembros de su gabinete presentaron el plan de la nueva administración para reducir la violencia y la delincuencia en todo el país provocada por las guerras del narcotráfico en México. Peña Nieto esbozó seis puntos, y dentro de esos puntos se refirió a la creación de una Gendarmería nacional y la consolidación de las fuerzas de la Policía bajo el mando federal, ninguno de los cuales fue un movimiento sorprendente.
Al poner a la Policía Federal bajo el control del Ministerio del Interior, supervisar la Policía y reforzar sustancialmente sus filas, Peña Nieto está abordando los retos que se le plantean a las Policías municipal y estatal en su intento de combatir a los grupos criminales a nivel nacional sin mayor coordinación federal. El aumento del número de policías federales o el establecimiento de un cuerpo de policía adicional también permite a la policía en México enfrentar mejor a los grupos violentos que actúan en varias zonas geográficas. Esto podría conducir a mejores acciones de intercambio de inteligencia, financiación y coordinación, aunque el esquema presentado carecía de detalles, tales como líneas de tiempo y los cursos de acción precisos.
En el año 2010 había aproximadamente 32.000 policías federales, 186.00 policías estatales y 159.000 policías municipales, con escasa coordinación federal, causando desafíos importantes en las operaciones de aplicación de la ley contra las organizaciones criminales que operan a nivel nacional. Cada cuerpo de policía estatal y municipal puede enfrentar a los grupos del crimen que operan a nivel nacional sólo dentro de sus fronteras geográficas respectivas.
El aumento de la coordinación del gobierno federal en su responsabilidad de hacer cumplir la ley a nivel estatal probablemente beneficiará la capacidad del gobierno para hacer frente a la violencia en el nivel nacional donde operan los grupos delictivos organizados. Pero muchos de los problemas que dificultan el cumplimiento de la ley en México siguen siendo la corrupción y la falta de financiación o formación adecuada.
El fomento de la capacidad para coordinar las operaciones de aplicación de la ley en México ayudaría al gobierno frente a los grupos violentos a escala inter-regional, pero no podría resolver estas cuestiones pendientes. Además, la Gendarmería nacional o el comando unificado aún no se ha establecido y probablemente no estén operativos en el próximo año 2013. Es poco probable que cualquier reestructuración tangible se lleve a cabo en el corto plazo ya que el proceso para establecer control sobre la policía estatal aún no se ha expresado en detalle. Por lo tanto, aunque estos planes para expandir la vigilancia sobre la Policía federal en México podrían detener las acciones violentas de los cárteles, probablemente no tendrán un impacto en la seguridad hasta después de 2013.
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