Maquilas,
deportaciones y crimen organizado: los temas mexicanos de la agenda electoral
americana
Dr. Norberto Emmerich
Nunca como en
esta ocasión la problemática mexicana había sido tan importante en la agenda de
las primarias en Estados Unidos. Habrá que ver si tal preeminencia se mantiene
a lo largo de la campaña electoral que está por iniciarse, por ahora todo indica
que así será.
Los medios de
comunicación en Ciudad Juárez dicen que los delegados de El Paso presentes en
la Convención Republicana realizada en la semana del 18 al 21 de julio en
Cleveland, estaban divididos respecto al muro fronterizo, cláusula que fue
agregada a la plataforma oficial del partido. Esa división no se notó en la
redacción final del documento, ya todos mostraron unidad respecto al control
fronterizo, reducir la inmigración ilegal y mejorar los procesos para facilitar
la inmigración legal.
La plataforma
ideológica del Partido Republicano incluye la construcción de un muro en la
frontera con México y la necesidad de obtener tratados comerciales que
privilegien los intereses estadounidenses. Textualmente la propuesta de
plataforma electoral republicana dice que “en una época de terrorismo, carteles
narcotraficantes, tráfico de personas y pandillas criminales, la presencia de
millones de individuos no identificados en nuestro país presenta riegos graves
a la seguridad y soberanía de Estados Unidos” y “nuestra prioridad principal
debe ser asegurar nuestras fronteras y todos los puntos de entrada y aplicar
las leyes migratorias”.
Aunque la
plataforma no se refiere explícitamente a la propuesta del candidato Donald
Trump de deportar a los 11 millones de inmigrantes sin autorización, sostiene
la derogación inmediata de los alivios migratorios sancionadas por el
presidente Barack Obama en el año 2014 con el objetivo de evitar la deportación
de 5 millones de personas.
Sin embargo, una
encuesta realizada conjuntamente por Cronkite News, Univision News y Dallas
Morning News reveló que la mayoría de
los habitantes de la franja fronteriza entre USA y México se opone a la
construcción de un muro entre los dos países. Adicionalmente, la mayoría de los
encuestados se sienten ignorados durante las elecciones presidenciales
americanas.
El documento republicano
también se pronuncia a favor del E-verify, una plataforma de datos del gobierno
federal que permite a los patrones determinar si los aspirantes a empleados
pueden trabajar legalmente en el país. También se busca castigar con 5 años de
prisión a los extranjeros que reingresan ilegalmente al país tras ser
deportados y se propicia la negación de fondos públicos a los inmigrantes no
autorizados y a los gobiernos locales que protejan a sus residentes frente a las
autoridades migratorias federales.
Por el lado
demócrata, aunque centrados en la misma temática, está previsto que una
mexicana traída ilegalmente a Estados Unidos cuando tenía cuatro años, sea una
de las principales oradoras de la Convención Demócrata. Astrid Silva, de 28
años hablará el lunes 25 de julio ante los delegados de la Convención. Esa
noche también hablarán a la nación la primera dama Michelle Obama y el senador
Bernie Sanders.
Astrid Silva es
una conocida activista por la defensa de los derechos de los inmigrantes sin
autorización que se benefició de los programas de alivio migratorio
implementados por Barack Obama en el año 2014. programa DACA extendido (Acción
Diferida para los Llegados en la Infancia) que buscaba legalizar a 300.000
jóvenes inmigrantes no autorizados que llegaron a Estados Unidos siendo niños
(700.000 ya estaban incorporados en la versión DACA de 2012, los llamados dreamers) y la aplicación del programa
DAPA (Acción Diferida para Responsabilidad de los Padres) que contemplaba la
entrega de permisos de trabajo renovable para 4 millones de indocumentados
adultos. Con ambos programas la administración demócrata pretendía cancelar la
deportación de casi 4.5 millones de padres que tienen hijos estadounidenses.
La preocupación
republicana no se refiere sólo ni preponderamente a los flujos migratorios,
sino a todo el complejo relacionamiento de Estados Unidos con su periferia
cercana, lo que implica focalizar la atención en el Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLCAN).
La
oficialización de la nominación de Donald Trump como candidato republicano
confirmó las expectativas respecto a la centralidad de México en sus planteos
de campaña. En las entrevistas concedidas tras la nominación indicó que en caso
de ser presidente buscará que México y Canadá estén de acuerdo en renegociar el
Tratado para evitar que las empresas manufactureras americanas trasladen sus
operaciones fuera del país.
Un eventual
gobierno republicano mostrará un nuevo retorno a una política exterior
aislacionista, en un país que siempre oscila entre el excepcionalismo
entusiasta y el abroquelamiento paranoico.
Si se mira desde
este lado de la matriz fronteriza, la repercusión de la plataforma republicana
sobre México en general y sobre la franja fronteriza en particular otorga a
Ciudad Juárez una relevancia inusitada. Desde la óptica juarense asoman tres problemas:
las maquilas, las deportaciones y el crimen organizado.
La economía de
Estados Unidos tuvo resultados alentadores en el segundo trimestre, disipando por
ahora las preocupaciones sobre su nivel de crecimiento. La Reserva Federal informó
que la producción industrial estadounidense repuntó 0.6% en junio con respecto
a mayo. Dado que el 82% de las exportaciones mexicanas van a Estados Unidos, un
desempeño fabril más vigoroso es buena noticia para los juarenses porque
implicaría una mayor demanda de manufactura nacional.
Sin embargo la
cantidad de materiales que la producción juarense provee a las maquilas sigue
en descenso. En el mes de abril la proporción de compras a los proveedores locales
alcanzó a un 1.47%, el nivel más bajo del que se tiene registro histórico,
según el INEGI. En abril de 2016 las maquilas asentadas en Juárez compraron
insumos por un valor de 54.498,6 millones de pesos, pero solo 803 millones
fueron comprados en Juárez. La proporción de insumos consumidos acumula 18
meses a la baja desde diciembre de 2014, cuando la proporción de materias
primas locales fue de 3,48%.
Esta
contradictoria relación entre crecimiento económico y baja demanda local de
insumos se complementa con una situación donde la cantidad de plantas y la
demanda de mano de obra siguen en aumento, con 16 mil puestos de trabajo
vacantes y nuevas industrias incorporándose a los parques de la ciudad. En este
sentido la plataforma republicana no encontraría mayor base de apoyo para un
cierre del proceso de libre comercio.
Sin embargo crece
la inquietud laboral, con reclamos en Johnson Controls, Lexmark, Foxconn y
otras plantas, lo que podría desencadenar un proceso de alza del costo de la
mano de obra, favoreciendo la razonabilidad de los postulados de Donald Trump.
Algo similar sucedió en las plantas automotrices chinas en el año 2011 dando
inicio a un proceso de baja de la competitividad internacional del país, que
junto a otros indicadores contribuyeron al desaceleramiento del crecimiento
chino.
En relación con las deportaciones, la expulsión de 10.000
mexicanos hacia Ciudad Juárez en el año 2014 presionó sobre las ya deterioradas
finanzas locales en virtud del aumento de la demanda de provisión de servicios
públicos, empleo y salud. Aunque Ciudad Juárez no es el punto por donde entra
la mayoría de los deportados de Estados Unidos, el hecho de que el 61% de ellos
tenga antecedentes criminales, una situación que no siempre es debidamente
informada por las autoridades americanas, genera situaciones de violencia y
delito en la ciudad. Si el proceso de deportaciones sigue la promesa de campaña
y se vuelve masivo a un nivel de 11 millones en un lapso de tiempo brutalmente
corto, la presión sobre los recursos juarenses podría hacer estallar la
sostenibilidad territorial y en consecuencia la gobernabilidad urbana.
Por último, en
las semanas recientes se han intensificado las reuniones bilaterales entre los
decisores de seguridad, preocupados por la incidencia que el crimen organizado
pudiera tener en los próximos meses. En el mes de julio se reunieron en la
Guarnición Militar de Ciudad Juárez varios altos mandos del Ejército mexicano y
estadounidense, para analizar diversos aspectos relacionados con la seguridad
entre ambos países. Por su parte el gobernador electo de Chihuahua, Javier
Corral Jurado, manifestó la prioridad de la seguridad pública en su encuentro con
el alcalde entrante de Ciudad Juárez, Armando Cabada Alvídrez, quien además se
reunió con el sheriff y el alcalde de El Paso para trazar líneas comunes de
trabajo frente a la problemática de la seguridad fronteriza.
Previamente, el
precario estatus de seguridad de la entidad se vio seriamente afectado con el
anuncio del fiscal de Estado sobre la inminente llegada del conocido narco Caro
Quintero con la intención de disputar la plaza de Ciudad Juárez contra la
Federación de Sinaloa.
Más allá de la débil
base de información sobre la que se asienta el anuncio, decenas de agentes de
la Policía Ministerial provenientes de otras regiones del Estado llegaron a
Ciudad Juárez y fueron ubicados en zonas estratégicas con el fin de combatir el
alza de homicidios registrados en las últimas semanas, vinculados al
narcomenudeo.
Estos agentes integran
las células de prevención e investigación de la Fiscalía General del Estado y
su presencia se concentra en los focos de mayor peligrosidad, el surponiente, el
nororiente y el suroriente de Ciudad Juárez, donde se está dando una venta
desmesurada de droga al menudeo –principalmente cristal- por lo que aumentan
los ajustes de cuenta que buscan mantener el control del comercio ilegal.
Mientras tanto
la tasa de homicidios se aleja del pretendido índice de 14 cada 100 mil
habitantes. Los indicadores del mes de julio, con 38 hechos al 21 del mes, podrían
modificar sustancialmente el panorama.
El escenario
también muestra progreso en el lado americano de la frontera, donde autoridades
locales y federales golpearon al crimen organizado en el Valle Bajo de la
localidad de Socorro, mediante una actuación conjunta del Departamento de
Seguridad Pública (DPS), el FBI y la DEA, en una zona controlada por la banda del
Barrio Azteca. En otro episodio las autoridades federales en El Paso anunciaron
los resultados exitosos de una operación encubierta de más de dos años contra la
segunda pandilla más peligrosa del área, después de los Aztecas, los Sureños.
Adicionalmente,
aunque a distancia del ranking juarense, la tasa de homicidios en El Paso está duplicando
el promedio anual habitual, con 8 homicidios cometidos hasta mediados de julio.
Los planteos
ideológicos de la plataforma republicana y los dichos de su candidato Donald
Trump no parecen ser caprichosos ni antojadizos. El cada vez menos improbable
gobierno republicano promete arrasar con el TLCAN, la quebradiza base sobre la
que asienta la economía juarense. Si la campaña electoral de Estados Unidos
centra toda su atención en su vecino país del sur, deberíamos prestar una
atención similar a lo que está pasando del otro lado de la frontera común.
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