http://www.animalpolitico.com/2013/07/capitulo-de-regalo-los-malditos/#axzz2Zaz1sgQ7
En el libro 'Los Malditos' de editorial Grijalvo, Jesús Lemus nos cuenta la forma en la que fue visto el líder del cártel de Sinaloa Joaquín “El Chapo” Guzmán quien escapó de esa cárcel el 19 de enero del 2001.
El diario “El Tiempo” de la Piedad, Michoacán, en 2008 era uno de los periódicos que retrataba con mayor precisión la lucha anticrimen emprendida en ese estado por el entonces presidente Felipe Calderón.
El diario “El Tiempo” de la Piedad, Michoacán, en 2008 era uno de los periódicos que retrataba con mayor precisión la lucha anticrimen emprendida en ese estado por el entonces presidente Felipe Calderón.
El “Tiempo” se caracterizaba porque en sus dos mil ejemplares que vendía diariamente informaba con datos duros sobre enfrentamientos de bandas criminales y hasta las detenciones que se registraban en esa zona.
Su dueño y director era el periodista Jesús Lemus Barajas, quien pronto vio el ascenso en las ventas del periódico. Sin embargo, el 7 de mayo de 2008 la suerte no estuvo de su lado. Ese día su fuente informativa, un comandante de Guanajuato, lo llamó al municipio de Cuerámaro para ofrecerle datos importantes que podrían ser difundidos en el impreso.
Pero ese día su fuente lo trató diferente. Lo secuestró por dos días sin darle motivos y después lo presentó ante la agencia del Ministerio Público de ese municipio.
“Era un comandante de la Policía de Guanajuato y este comandante me secuestra y me mantuvo privado de la libertad durante dos días siete horas y luego este comandante me presenta ante el Ministerio Público del fuero común después de dos días de tortura donde pedía que yo firmará un acta incriminatoria”, reveló en entrevista con Animal Político.
Tras su secuestro y la petición de aceptar acusaciones vinculadas con el tráfico de drogas, Jesús Lemus Barajas fue encarcelado en el penal de Puentecillas, Guanajuato, por el delito de promoción contra la salud.
La Procuraduría de Guanajuato argumentó el 22 de mayo de 2008 que la detención del periodista se dio cuando realizaba “labores de espionaje”.
El 27 de mayo de 2008, Lemus Barajas fue acusado de intentar comprar a las autoridades de Guanajuato para vender drogas. Ese mismo día la investigación del Ministerio Público de Cuerámaro arrojó que era un integrante de la “Familia Michoacana”.
Por estas razones, las autoridades decidieron trasladarlo al penal de máxima seguridad de Puente Grande en Jalisco.
Para Jesús Lemus, estas acusaciones y su estancia de tres años en Puente Grande fueron producto de la venganza de alguien muy poderoso que se molestó por la información que publicaba en el “Tiempo”.
“Tuvo que ser alguien poderoso como el presidente de la República (…) Por eso no dudo en señalar que vino del presidente de la República”, comentó.
Cuando Jesús Lemus pensó que estaba en el peor momento de su vida por estar internado en un penal de máxima seguridad se dio cuenta que la vida le había dado un golpe de suerte de reportero.
Esto porque estaba recluido con Daniel Arizmendi “El Mochaorejas”, Alfredo Beltrán Leyva “El Mochomo”, Mario Aburto y Rafael Caro Quintero.
“Veo que estoy en lugar que muchos periodistas hubieran querido haber estado. Veo que estoy en una posición dentro de la desgracia privilegiada porque me doy cuenta de las personalidades mediáticas que están ahí. Me doy cuenta que hay reos reconocidos mundialmente por el impacto de sus actos que los llevaron a la cárcel y entonces me surge la idea, me surge la necesidad de ejercer mi trabajo periodístico”, declaró.
Es en ese momento cuando el comunicador comienza a escribir los relatos de estos personajes y de la vida en la cárcel. Todas éstas en cuadros de papel higiénico que en este 2013 se han transformado en el libro “Los malditos, crónica negra desde Puente Grande”.
En este libro de editorial Random House Mondadori, Jesús Lemus nos cuenta la forma en la que fue visto el líder del cártel de Sinaloa Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien escapó de esa cárcel el 19 de enero del 2001.
El periodista michoacano recoge el testimonio de Ovidio Sánchez Limón, “El Gato”, lugarteniente de líder del cártel de Sinaloa.
“Estos datos periodísticos es la primera información que se recaba desde adentro (…) “El Gato” me cuenta que en ese tiempo el Chapo Guzmán era la persona más importante del penal y que como tal todo mundo se cuadraba ante él como autoridades penitenciarias, custodios, policías, incluso me dicen que hasta funcionarios públicos de la Secretaría de Seguridad Pública (Federal)”, detalla.
Y es que en ese penal, “El Chapo” Guzmán se ha convertido en toda una leyenda que vive entre los reos y custodios.
“El Chapo sigue estando presente, ese es el mérito yo creo del Chapo, que se convierte en un hombre ubicuo (que está en todas partes), se convierte en una persona que no está pero ahí está todos los días en la memoria y en el pensamiento de los presos que lo conocieron porque lo recuerdan a todo dar. Yo no conocí a un solo preso que dijera algo negativo de él”, explica.
El autor de “Los malditos” precisa que tras platicar con varios reos llegó a la conclusión de que “El Chapo” siempre dio un trato amable a sus compañeros de celda.
“Para ellos fue Joaquín Guzmán, fue El Chapito, y fue una persona que les ayudó y les tendió la mano en todo momento, sin importar adentro cárteles, grupos, nada”, argumentó.
La historia del líder del cártel de Sinaloa no es la que más lo marcó como periodista en esta entrega, fue la vida al interior de la cárcel de Rafael Caro Quintero.
“Yo creo que fue Rafael Caro Quintero, porque cuando yo platicaba con él siempre veía una personalidad muy fuerte, que se ha sobrepuesto a la cárcel y se ha impuesto una disciplina de vida envidiable (…) Lo veías siempre callado, siempre masticando sus pensamientos, pocas veces hablaba, cuando hablaba todo lo expresaba en frases muy concretas y cortas”, afirmó.
Otra de las historias que se puede leer en “Los malditos” es la del asesino del candidato presidencial del PRI en 1994, Luis Donaldo Colosio, Mario Aburto. Un hombre que para Jesús Lemus tiene una personalidad esquiva, narcisista y mitómana.
“Le pregunté que si mató a Colosio y él me contesta evasivamente, no me dice nada y la plática se va por otro lado (…) El dato duro fue la evasión de la pregunta”, comentó.
Los “Malditos” también es la vida en la cárcel de un secuestrador como Daniel Arizmendi “El mochaorejas”, quien purga una condena de 50 años de prisión y quien pareciera que vive retraído y en otro mundo.
Estos narcotraficantes y secuestradores tienen algo en común: que su vida en prisión es como morir en vida.
“Son hombres apagados, son hombres que están muertos en vida, nos les ve mayor rasgo más allá de la pena que se les refleja. El sólo hecho de estar encerrado te va consumiendo todos los días y lo ves en todos los presos”, narra Jesús Lemus.
La vida de Jesús Lemus al interior de Puente Grande nunca fue fácil debido a que estaba preso por el miedo y un delito que no cometió.
“El miedo era algo que estaba todo el día contigo, todo el día pegado a la piel de uno pensando hasta cuándo iba a ser el último día en la cárcel, pero debo aclarar que ese miedo venía de la conducta de los vigilantes (..) Sí, me torturaron dentro de la cárcel, la tortura comenzó desde el ingreso, es una especie de bienvenida”, expresó.
El autor de “Los Malditos” quedó en libertad el pasado 11 de mayo de 2011 debido a que un juez no encontró pruebas para vincularlo con bandas del narcotráfico. Jesús Lemus espera una disculpa pública y la reparación del daño por parte de las autoridades que lo inculparon.
Por lo pronto, el periodista michoacano se dedica a promocionar su libro y a rehacer su vida junto con su familia en la Ciudad de México.
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