Por John Chan
06 de junio 2013
http://www.wsws.org/en/articles/2013/06/06/chin-j06.html
La Strategic Review 2012, el primer trabajo anual elaborado por un nuevo think tank del ejército chino, describe un creciente riesgo de "competencia de grandes potencias" y de guerra en la región, impulsada por el “rebalanceo” de Estados Unidos sobre Asia y las tensiones en la región Asia-Pacífico que el mismo ha generado.
El documento de 50.000 palabras fue publicado en chino e inglés a finales de mayo por el Centro para la Política de Defensa Nacional (CNDP), una sección de la Academia de Ciencias Militares del Ejército Popular de Liberación (EPL). Fundado en diciembre de 2011, el CNDP se ha encargado de estudiar la política de defensa nacional y la elaboración de informes estratégicos anuales sobre la seguridad china.
El informe se centra claramente en las implicaciones del "giro" de la administración Obama hacia la región Asia-Pacífico, cuyo objetivo es acelerar el despliegue de las fuerzas militares de Estados Unidos y fortalecer alianzas estratégicas y militares con el objetivo de cercar a China.
La Strategic Review 2012 establece que "en medio de la competencia estratégica entre las grandes potencias, la feroz competencia oceánica y los frecuentes conflictos regionales, la complejidad, la sensibilidad y la incertidumbre del entorno de seguridad chino crecerá en importancia" China se enfrenta a un "aumento de la presión estratégica" por primera vez desde el fin de la Guerra Fría en 1991, con la región Asia-Pacífico convertida en un "nuevo centro global" para "la competencia geopolítica, económica y militar".
A pesar de ser la "región económicamente más dinámica", la región de Asia-Pacífico también asistió a la intensificación de la rivalidad sobre los derechos marítimos y una "carrera de armamentos cada vez más intensa". Esto, combinado con el "populismo emergente en algunos países" condujo "al mayor reajuste desde el final de la Segunda Guerra Mundial".
Como resultado directo del aliento de Estados Unidos a sus aliados regionales como Japón para que hagan valer sus reclamaciones territoriales marítimas contra China, tales como las islas Diaoyu / Senkaku en el Mar Oriental de China, la publicación advierte que podría ocurrir un enfrentamiento militar entre China y Japón.
Al comentar sobre el informe, Liu Lin, investigador de la Academia de Ciencias Militares y editor de la revista, dijo a la Radio Internacional de China que la confrontación entre Japón y China es la nueva "norma".
Dijo que "es difícil para ambas partes hacer concesiones. Es más, la participación de Estados Unidos y el legado histórico [de la invasión japonesa a China en la década de 1930 y 40] han hecho que el asunto sea aún más complicado".
Liu dijo que la estrategia estadounidense estaba ligada a un objetivo más amplio de contener a todos los candidatos que emergen en el continente euro-asiático, "ajustando el control de la India y el Océano Pacífico".
Esto refleja el reconocimiento en Beijing de que en el corazón de los cálculos estratégicos de Estados Unidos se está estableciendo la capacidad de imponer un bloqueo naval devastador en China, cortando sus suministros vitales de materias primas y petróleo provenientes de Oriente Medio y África a través del Océano Índico y el Mar Meridional de China. Esto implicaría a varios aliados clave de Estados Unidos, como Japón y Australia.
Dahui Huang, director del Centro de Estudios de Asia Oriental de la Universidad de Renmin en Beijing, dijo al diario estatal Global Times que el asunto entre China y Japón sobre las islas Senkaku no se refiere a tres islotes rocosos, sino a profundos antagonismos entre las dos naciones, con raíces en el cambiante equilibrio de su peso económico. "China ha superado a Japón como segunda potencia económica del mundo. Sin embargo, Japón ve a China como una amenaza y un competidor en lugar de un socio", dijo.
La posibilidad real de que los enfrentamientos militares entre China y Japón puedan desencadenar un conflicto más amplio, implicando a Estados Unidos y otras potencias, fue subrayada por un ejercicio de juego de guerra informática celebrado en Taiwán el 28 de mayo, frente a un escenario en el que estallaba una guerra entre Japón y China por las islas Senkaku / Diaoyu.
De acuerdo con el diario taiwanés Liberty Times, el escenario escalará rápidamente a un conflicto entre China y la alianza Estados Unidos-Japón, con Rusia uniéndose más tarde a China. Taiwán fue forzado en entrar el campo de Estados Unidos y Japón, lo que llevó a Beijing a amenazar con invadir la isla, a la que considera una provincia china renegada.
Aunque la versión oficial del juego de guerra simulado insistió en que se trataba sólo de "una guerra regional a pequeña escala" en todo el Mar Oriental de China, el rápido enredo de cuatro de las mayores potencias económicas y militares del mundo –Estados Unidos, China, Rusia y Japón- señala el peligro de una conflagración nuclear global.
Strategic Review 2012 es el segundo intento de las autoridades de Pekín, después de la publicación de un Libro Blanco de Defensa a principios de este año, por calmar las acusaciones de la administración Obama y de varios comentaristas occidentales de que China carece de transparencia en torno a su posición militar y estratégica. Los documentos insisten en que la amenaza de la guerra no deriva de China, sino de Estados Unidos.
En las últimas semanas Washington ha aumentado su presión sobre Beijing, afirmando que representa una gran amenaza para la paz y la mayor fuente de piratería cibernética sobre el gobierno de Estados Unidos y los datos corporativos. La última conferencia Shangri-La de seguridad en Singapur, celebrada pocos días después de la publicación de la Strategic Review 2012, fue un ejemplo de ello. En presencia de los ministros de Defensa y militares de alto rango de Estados Unidos y los países asiáticos, entre ellos China, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, dijo abiertamente en su discurso que algunas intrusiones cibernéticas "parecen estar vinculadas con el gobierno y los militares chinos".
De hecho, la mayor fuente del peligro de guerra se encuentra en la política militarista del gobierno de Estados Unidos, que está tratando de mantener su predominio de posguerra en la región de Asia Pacífico, hogar de las plataformas de mano de obra barata más grandes del mundo, como China, India y el sudeste asiático. Para compensar su relativo declive económico de las últimas tres décadas, Washington se basa en la amenaza de la fuerza militar para garantizar que China continúe respetando las relaciones económicas establecidas de acuerdo con los intereses geopolíticos de Estados Unidos.
En la última etapa de provocación, a pesar de la petición del gobierno chino para detenerlo, Estados Unidos y Japón celebrarán un simulacro anfibio planificado conjunto de "captura de isla" en California el 10 de junio, claramente dirigida a China. El mismo tendrá lugar sólo dos días después de la primera reunión del presidente de China, Xi Jinping, con Obama, también en California. El ejercicio está diseñado para enviar una fuerte advertencia al nuevo liderazgo chino.
El gobierno japonés ha declarado públicamente que el ejercicio conjunto busca fortalecer la "defensa de las islas del Suroeste", incluyendo a las Islas Senakaku y Okinawa. Japón participará no solo con tropas, sino también con una nueva compañía de helicópteros navales.
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